A las ocho de la mañana con 30 minutos de ayer jueves 22 de agosto, este reportero confirmó la noticia: los 12 desaparecidos del bar Heaven fueron encontrados en un rancho particular en Tlalmanalco, Estado de México. Muertos. Un cadáver más de un jovencito de Tlatelolco, a quien le llamaban El Alancito, estaba entre los restos humanos.A pesar de que no han concluido las pruebas de ADN para la plena identificación de los cadáveres, estos Archivos del Poder están en condiciones de confirmar —de acuerdo con las ropas encontradas y a los primeros exámenes realizados por la PGR— que los cuerpos hallados sí corresponden a los secuestrados, en la Zona Rosa, el pasado domingo 26 de mayo a las once y media de la mañana.
Fuentes cercanas al caso confirmaron a esta columna, desde la hora señalada, que no había ninguna duda de que los restos humanos correspondían a las características de los levantados en el Heaven.
“Son 13 los cuerpos encontrados en el municipio de Chalco, Estado de México. Estamos en condiciones de confirmar que son los tepiteños del Heaven”, adelantamos en Reporte 98.5, dentro del noticiero de mi compañero Martín Espinosa. Y lo confirmamos porque así lo señalan quienes ya estuvieron en el lugar.
Corroboramos la información entrado el mediodía. Nuestra fuente reconfirmó: los cadáveres localizados pertenecen a los desaparecidos del antro Heaven.
Nos trasladamos a Tlalmanalco, donde la PGR y la Policía Federal tenían bajo control la situación. Federales estaban apostados sobre un camino que entronca con la carretera y que conduce hacia los cerros, donde al pie hay por lo menos dos ranchos. En uno de ellos fueron hallados los cuerpos, después de que así lo reveló uno de los detenidos recientemente. Señaló la ubicación exacta del rancho.
No obstante que tanto la PGR como la PGJDF no confirmaban que los cuerpos pertenecían a los doce secuestrados del Heaven —antes de las tres de la tarde—, los indicios encontrados apuntaban a que sí correspondían a las características de los desaparecidos.
Durante las horas que el columnista estuvo a kilómetro y medio del rancho, tuvo oportunidad de platicar con elementos de la Policía Federal que resguardaban el lugar.
Los reportes que llegaban confirmaban, al paso de las horas, que sí eran los cuerpos de los secuestrados del bar Heaven. Otra fuente nos ratificó la versión que por la mañana adelantamos: ellos eran.
La PGR mencionaba “restos humanos” encontrados en el rancho de Tlalmanalco.
El procurador de Justicia capitalino, Rodolfo Ríos, hablaba de siete cuerpos, sin ratificar si respondían a las pruebas de ADN aún no concluidas que confirmaran o descartaran la versión de que involucraban las características de los levantados en el Heaven el pasado 26 de mayo.
“A mí me interrogaron y yo les dije que no vi nada…yo apenas tengo 15 días trabajando de vigilante, pero yo no vi nada…”, dijo a esta columna el responsable de permitir el paso de vehículos sobre el camino pavimentado que lleva a los ranchos. Por seguridad omitimos su nombre.
En la zona donde hallaron los cadáveres hay, hasta donde se pudo investigar, dos ranchos: uno de ellos pertenece a un diputado local. El otro, contiguo, es en el cual se encontraron los cuerpos.
Entrada la tarde, la lluvia dificultaba las labores de rescate de los cuerpos. El camino que conduce a los ranchos fue bloqueado por una tanqueta azul de la Policía Federal Ministerial. Nadie podía atravesar ya rumbo a los ranchos.
Hasta la hora de entrega de esta columna, ninguna Procuraduría —ni la mexiquense ni la del DF ni la PGR— había confirmado, de manera oficial, si los cadáveres correspondían a los secuestrados del Heaven a finales de mayo pasado.
Pero nuestra tarea de investigación periodística nos confirma que los restos humanos ubicados en el Edomex, sí responden a los desaparecidos del bar Heaven.
El próximo lunes se habrían cumplido tres meses de que los tepiteños y algunos acompañantes más fueron levantados del antro en la Zona Rosa por un comando armado en varias camionetas.
Hasta hoy están detenidos los dueños del Heaven: Ernesto Espinoza Lobo, y uno de los hermanos Dash Miranda. El otro fue ejecutado en el estado de Morelos. El gerente del bar, El Polo —así se apellida—, está prófugo.
Tanto las camionetas como los hombres armados no estaban bajo el control de Espinoza Lobo ni de los Dash Miranda. Éstos sólo los pusieron.
Por ello, la pregunta es:
¿De quién son las camionetas, las armas y el comando que secuestró a los tepiteños el pasado 26 de mayo?
Esa es una respuesta que aún nos deben las autoridades
Fuente: Excelsior
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