domingo, 22 de septiembre de 2013

Marco Antonio Flota - Domingrillo

Emilio Chuayffet fue enviado a Tabasco para apoyar a Arturo Núñez, quien fue su subsecretario en Gobernación antes del desastre provocado también por Aguas, pero Blancas. A Pedro Joaquín Coldwell, expresidente del PRI, lo mandaron a Puebla, más no logrará que Rafael Moreno Valle regrese al tricolor, donde primero hizo fortuna para comprar su ruedota. Alfonso Navarrete Prida coordinará el apoyo a los damnificados de Nuevo León, incluyendo a quienes no alcanzaron despensa, digo: sobre los 2.2 millones de pesos diarios que invierte Rodrigo Medina en su imagen. Al primer agricultor del País, Enrique Martínez y Martínez, le tocó Veracruz, donde seguramente ya le echó el ojo a algunas tierritas para incrementar sus latifundios. Doña Mercedes Juan, la apartidista secretaria de Salud, vigilará que no sea partidista la entrega de ayuda en Oaxaca: no lo será porque a Gabino Cué, gobernador de postulación multipardista, se la quieren partir sus expartidos: con todos ha quedado mal. Y en Colima, el titular de la SEDATU, el robusto Jorge Carlos Ramírez, coordinará la entrega de alimentos... si sobran. Nombramientos todos que expidió el Presidente casi en plena ceremonia del Grito que, al estilo Echeverría, convirtió en mesa de trabajo.





Solo 8 mil personas llegaron al Grito, según el Gobierno del DF,

pero el Gobierno del Edomex

retacó el Zócalo.

El Presidente Peña Nieto pudo vitorear a los héroes en el Zócalo desalojado sin intervención del Ejército pero, sí indirectamente, gracias a la Marina: el hoy recontra admirado  Mondragón y Kalv es contralmirante médico naval. El balcón central de Palacio, que el sexenio pasado parecía guardería, ahora se convirtió en pasarela de alta costura: la Primera Dama y las no menos guapas hijas de ambos lucieron modelos exclusivos. Más patriota, el joven Peña Pretelini, vistió un traje de Ermenegildo, pero no Galeana: Zegna. El vestido de doña Angélica era de color verde turquesa, como los de doña Beatriz Paredes, pero sin apliques de zempazúchiles. Sin embargo, como decíamos, no hubo fiesta posterior: el Presidente se despidió de sus invitados políticos, artistas, deportistas (al mago Chen Kai lo confundieron con Osorio Chong, al golpeado Chuayffet con el Canelo y al marchista Raúl González con el maratonista Madrazo).     

Aunque no se disculpó

por la bromita,

el Vicepresidente gringo Biden

—¿o Bidet?— quedó excusado.

Comentó en un discurso, aludiendo a la CNTE, que pensó que una multitud le daba la bienvenida, pero no gritaban “¡Biden, Biden!”, habría que aplicarle el refrán inventado por aquel príncipe holandés: “Camarón que se duerme, se lo lleva la chingada”... Por presuntamente sugerir el súper impuesto a los refrescos azucarados, atacan al hoy light Xiu Tenorio: sí estuvo Gordillo cuando militó en el Panal, pero hoy es cercano colaborador de Roberto Campa en Gobernación... Pide el Senado a Profeco investigar las fallas de los celulares por iniciativa de Omar Fayad, quien difícilmente logra comunicarse con su Victoria Ruffo: ¿estará  enterado de que cuando inicia una grabación de telenovela la obligan a apagar su móvil?

Elemental,

mi querido...

—Ya están hechas las maletas...

—Desempaca: ya no vamos a Nueva York, vamos a Acapulco...

La Red

¡RRIINNGG!
—Bueno, Morena....
—¿Por qué no aceptó Andrés Manuel participar en el debate del Senado sobre la Reforma Energética?
—¡Porque es una farsa!
—Pero si  ya aceptó ir Cuauhtémoc...
—Perdón: no es una farsa, ¡es un compló!

¡RRIINNGG!
—Bueno, Secretaría de Educación...
—¿Es cierto que cayó el aprovechamiento de los alumnos de secundaria en Español?
—Correcto...
—¿Y en deportes cómo van?
—Okey...


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