lunes, 30 de diciembre de 2013

Raymundo Riva Palacio - POSTALES: Atenas

ATENAS.—El último sábado de 2013, el barrio de la Pláka parecía un hormiguero. Por primera vez, el comercio de esa zona, que es donde nació Atenas, decidió que abriría sus tiendas hasta casi la medianoche al cerrar el año, para dar un último empujón a sus ventas, en la medida de lo posible, frente a una sociedad abatida económicamente, visiblemente triste, y que cumplió seis años de una crisis de la que no puede levantarse. Pero la ebullición no puede con la realidad.

Había mucha gente en las calles de la Pláka, prácticamente un mercado al aire libre donde sus calles son peatonales, pero pocas tiendas, que son dominadas por sus productos para clases medias y bajas y para turistas, vibraban en su interior. La mayoría de las tabernas y los restaurantes estaban a medio llenar, salvo los cafés y las hamburgueserías, y en la Plaza de la Constitución, donde está el Parlamento y arranca Ermou, su principal vía comercial, la orquesta de cámara interpretaba Rigoletto y Madama Butterfly, sin poder ocultar que las festividades decembrinas y los adornos en las calles de antaño, pertenecen a tiempos idos.





La realidad ateniense es otra tragedia griega. En todos lados se ven las puertas de metal grafiteadas que pertenecieron a decenas de pequeños establecimientos que cerraron durante estos años de crisis. Por años, a los griegos no les ha alcanzado para pagar la calefacción, o para completar la canasta básica y llenar sus tanques de gasolina. Desde 2008 la economía se redujo una cuarta parte, y al cierre de 2013, habrá caído otro 5%. La tasa de desempleo oficial es de 27%, pero entre los jóvenes rebasa el 50%.
Los pequeños y medianos comerciantes son quienes más sufrieron por la debacle financiera mundial que desató la quiebra de Lehman Brothers, el cuarto banco más grande de Estados Unidos en 2008. Pero a diferencia de otras ciudades europeas, como Madrid, París o incluso Londres, no se ve grandes cantidades de pordioseros en las calles. “Nosotros no nos vamos a las calles, vivimos la crisis en nuestras casas”, dice Leónidas, un guía de turistas. “Entre toda la familia y nuestros amigos, nos ayudamos”.
Leónidas no ha dejado de trabajar en todo este tiempo y gana 600 euros al mes. En una familia de dos personas con un departamento de 100 metros cuadrados, mil euros es insuficiente. Los ingresos se encuentran por debajo de los mínimos que necesitan para salir adelante, que ha provocado que una cuarta parte de las hipotecas se encuentren en moratoria, fenómenos como el éxodo de dentistas o una tasa de suicidios alarmante.
De acuerdo con la organización de ayuda mental ateniense Klimaka, durante los cuatro primeros años de la crisis la tasa de suicidios se incrementó 45%, y temen que en los últimos dos, cuando tengan los resultados finales, el porcentaje se haya elevado aún más. Entre el grupo que más tomó su vida, precisó, son los hombres –cuatro veces más que las mujeres-. El 43% eran desempleados, y otro 25% buscaron antes ayuda telefónica, en donde quedaron registrados sus problemas financieros. La pesadilla no termina aún.
Para 2015, el total de burócratas que perdieron su empleo ascenderá a 180 mil, lo que significa que la tasa de desempleo rozará el 35%. Aunque 2013 termina con la expectativa de un crecimiento de 0.6% en 2014, no resolverán las tensiones sociales que han llevado a que sólo en los 10 primeros años de este año hubiera 83 ataques racistas contra de inmigrantes –albanos y bangladeshí, sobretodo- porque, dicen,  les quitan trabajos.
En esta sociedad que se sentía inmune a problemas económicos agudos, regresar a sus estándares de vida de los 70s, trajo tambiéndesigualdad y pobreza. El sábado por la noche fue un ejemplo. Ninguna de las tiendas de los grandes diseñadores abrieron. No tenían necesidad. Los ricos y multimillonarios de Grecia, siguen ricos y multimillonarios. En la Plaza de la Constitución continuaron las fiestas en el Hotel Gran Bretaña, donde la boda del sábado llevó a sus puertas autos de lujo y hermosas mujeres con zapatos, casi todas,Louboutin.
En la Pláka, que se ubica en las faldas de la Acrópolis, los atenienses veían más los aparadores que  compraban. Este barrio nació como complemento delÁgora, donde nació la democracia moderna, lo que no deja de ser paradójico. La democracia emergió aquí de manera selectiva, por linaje o por honores de guerra, como una democracia selectiva donde no todos eran iguales. Como hoy, más de dos mil 500 años después.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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