jueves, 12 de diciembre de 2013

Salvador García Soto - Fast track guadalupano


Tal como lo profetizó el infartado Andrés Manuel López Obrador, todo indica que hoy la Virgen de Guadalupe les hará el milagro a los entusiastas promotores de la reforma energética. Y en el transcurso de tan devoto día, mezcla de fervor religioso, tradición y fiesta popular en todo el país, se producirá la votación que apruebe los cambios constitucionales que abrirán el sector petrolero, en medio de las protestas de los opositores que se radicalizaron ayer dentro y fuera de la Cámara de Diputados.

La toma de tribuna por parte de los partidos de izquierda fue una sorpresa para los integrantes de la Junta de Coordinación Política justo en el momento que se disponían a votar el envío del dictamen de la reforma a comisiones para su discusión. El aviso de que un grupo de diputados del PRD, Movimiento Ciudadano y PT tomaban por asalto el salón de plenos de San Lázaro y bloqueaban los accesos para impedir la discusión parlamentaria, llevó a que los coordinadores de los partidos votaran a favor de dispensar el análisis en comisiones y optaran por un fast track legislativo directo a discutir en el pleno la minuta enviada por el Senado.





Anoche el debate que había iniciado en San Lázaro, en un auditorio alterno, parecía prolongarse a lo largo de la madrugada y el pronóstico era que a las 10 de la mañana, en pleno día guadalupano, podría quedar aprobada por mayoría del PRI-PAN y PVEM la polémica reforma que sería enviada a los Congresos de los estados en busca de la aprobación de 16 legislaturas locales que le den validez a los cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución mexicana.

Como la votación en los Congresos locales se espera como un mero trámite, dadas las mayorías priistas en gran parte de los estados, lo que seguirá en la batalla energética será esperar a ver qué efecto tienen las dos rutas jurídicas emprendidas por la izquierda, sobre todo por el PRD, en contra de la reforma. Por un lado, su recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el que piden a los ministros pronunciarse sobre la necesidad de haber sometido a consulta popular una reforma de tal calado a la Constitución antes de su aprobación en el Congreso, y por el otro, la realización de una consulta popular que, una vez que entre en vigor la nueva Ley de Participación Ciudadana ya aprobada, podría llevarse a cabo en 2014 para preguntar a la población si está de acuerdo o no con las citadas reformas.

Los efectos de ambas acciones se verán hasta 2014 y, aunque la apuesta de la izquierda es a que el resultado de una Consulta Popular eche abajo la reforma petrolera, aún falta saber si tal cosa podría ser retroactiva y aplicarse a una iniciativa que probablemente se promulgue antes que la referida Ley de Participación Ciudadana. En todo caso la pregunta que flota en el ambiente es si la realización de esa consulta y su eventual resultado no asustará o ahuyentará a los inversionistas nacionales o internacionales que están esperando los cambios energéticos para invertir en el sector petrolero.

Si ya era vox populi que la suerte estuvo del lado de Peña Nieto, por aquello del repentino infarto a Andrés Manuel López Obrador que obligó a la ausencia del líder de Morena en la protesta callejera, ahora no faltará quien diga que la Morena del Tepeyac terminó por acomodar las cosas para que, sin remordimientos de conciencia y con una fe ciega en las petroleras trasnacionales, el presidente y su mayoría parlamentaria cambien el rumbo del país hacia un modelo abierto de explotación petrolera del que Peña y sus aliados esperan un milagroso crecimiento.

NOTAS INDISCRETAS…La versión surgió ayer desde el círculo más cercano del dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps y dice que éste no llega al fin de año al frente del sindicato. Según allegados al senador, fue tal su molestia por el revés político que le propinaron el gobierno de Peña Nieto y el PRI, que Romero Deschamps estaría por dejar la secretaría general del STPRM y buscaría colocar en su lugar a uno de los suyos. Y es que el berrinche de Romero, cuando supo que el PAN pedía la salida de los representantes sindicales del Consejo de Administración de Pemex, fue mayúsculo; pero más se molestó cuando le avisaron que los priistas estaban de acuerdo y que la instrucción de ceder venía directa de Los Pinos. La amenaza de rebelión del líder petrolero fue real y fue el secretario de Gobernación, Miguel Osorio quien tuvo que hablar con él para que se calmara y aceptara a regañadientes aprobar la Reforma Energética que debilitó su liderazgo. Por eso anoche sus más cercanos afirmaban que ya se va y que no llegará a cargar los peregrinos al frente del sindicato petrolero… Los dados mandan. Escalera doble


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.