jueves, 19 de diciembre de 2013

Sergio Sarmiento - Golpes y subsidios

"La visión del gobierno de la economía puede resumirse en unas breves frases: si se mueve, cóbrale impuestos; si se sigue moviendo, regúlalo; si deja de moverse, subsídialo".
Ronald Reagan

Los grupos que se oponen a los organismos genéticamente modificados han buscado por décadas pruebas de sus supuestos daños a la salud. A pesar de que los transgénicos han sido sometidos a investigaciones intensísimas -que ni la aspirina, el café o la carne de res habrían aprobado- no se ha encontrado hasta ahora ninguna prueba.






PQue nadie se sorprenda. Por supuesto que la solución del gobierno de la Ciudad de México al nuevo golpe al empleo formal producido por un aumento de 20 por ciento en el impuesto sobre la nómina es un nuevo subsidio. El secretario de Finanzas, Édgar Amador, ha anunciado ya que el gobierno capitalino va a subsidiar el incremento para las pequeñas y medianas empresas: "Estas empresas pagarían el mismo 2.5 por ciento que vienen pagando ahorita", dijo. El gobierno tiene planeado así quitar 2,500 millones de pesos a las empresas formales, pero utilizar 1,000 millones para subsidiar a algunas de ellas.

Lo mismo ha ocurrido con la decisión de subir el impuesto predial a los capitalinos al cambiar el criterio para fijar el gravamen del valor catastral al valor comercial. No hay nada de qué preocuparse, señaló el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, porque si bien subirá el impuesto predial, éste se subsidiará para que nadie pague más... por algún tiempo. Es el mismo caso que tenemos en la tenencia vehicular, que sigue existiendo en la Ciudad de México sólo que su costo se subsidia en el caso de los autos de menor valor.

No es la capitalina la única administración que recurre a este juego perverso. El gobierno federal de Enrique Peña Nieto está subiendo 45 por ciento el IVA en la frontera, pero crea al mismo tiempo un subsidio, bajo el nombre de fondo fronterizo, para paliar parcialmente el daño del impuesto. También impone un punitivo gravamen a los refrescos, pero rescata a la refresquera Pascual.

La Comisión Federal de Electricidad cobra a sus usuarios tarifas altísimas, que duplican las que se cobran en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, pero aplica un subsidio que baja la tarifa a los usuarios con menor consumo. Uno podrá preguntarse por qué se mantiene esta situación. ¿Por qué no tienen los gobiernos políticas sencillas y transparentes en que se cobre lo que se tiene que cobrar sin recurrir a subsidios?

Muy sencillo. Los políticos derivan su poder de la cantidad de recursos y burócratas que manejan. Así como una persona común y corriente buscará siempre incrementar sus ingresos y una empresa los suyos, así también los políticos buscan mejorar su influencia e ingresos elevando la recaudación y su gasto. Es una tendencia natural. Por eso tanto el gobierno capitalino como el federal tendrán en 2014 gastos récord a pesar de la alicaída situación de la economía nacional.

Otra razón es que los subsidios son una manera eficaz de comprar apoyo político y votos. Si despojas a las empresas formales del Distrito Federal de 2,500 millones de pesos con un aumento al impuesto a la nómina, pero inviertes 1,000 millones para subsidiar a las pequeñas y medianas, te quedas con 1,500 millones pero además compras la lealtad y el voto de los dueños de las empresas y de los trabajadores que reciben el subsidio. Poco importa que en el camino se dé un golpe importante a los empleos formales. La economía nos ha enseñado que los individuos toman sus decisiones por los estímulos que tienen. Como vemos, los incentivos de los políticos no están alineados con los de los ciudadanos que dicen representar. Por eso los políticos suben impuestos, se quedan con la mayor parte y reparten lo que les sobra en subsidios. Es una fórmula que les permite mantenerse en el poder aunque dañe la economía.

PRESUNTA CULPABLE

Hay indicios de que Yakiri Rubio, de 20 años, se defendió de un ataque de Miguel Ángel Ramírez Anaya, quien la había violado previamente, al matarlo. El testigo que dice que ella entró voluntariamente a un hotel era amigo y cómplice del violador. El cuchillo en su bolso no tenía rastros de sangre. El celular era suyo y no de Ramírez. Y, lo más importante, la carta de amor en su bolso era de otro Miguel, quien ya lo declaró, pero la Procuraduría no quiso hacer un estudio grafológico.

 www.sergiosarmiento.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=210611

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