lunes, 13 de enero de 2014

Francisco Rodríguez - ¿Quién si cumple?

Dicen que lo parejo no debe ser “chipotudo”. Entonces, para que no haya chipotes, justo sería que, si el Sistema de Administración Tributaria difunde listas de quienes no cumplen con sus obligaciones fiscales, existiera también una instancia –autónoma de los gobiernos-- que fiscalizara a quienes no cumplen con sus deberes administrativos y compromisos políticos, ¿no cree usted?

Y es que en mal momento salieron a la luz las relaciones de los incumplidos en el pago de impuestos y de los presuntos defraudadores al erario. Exactamente cuando en muchos lugares hay quien se pregunta si el gobierno federal y los estatales de verdad se están desempeñando de acuerdo a los cánones, en apego a la ley y, de verdad, sirviendo a la ciudadanía.





Justo ahora, sí, cuando todo indica que la Administración del señor Enrique Peña Nieto se ha replegado en Michoacán y ha dejado en las manos de la ciudadanía, agrupada en las llamadas autodefensas, el combate a los delincuentes y narcotraficantes, engendrando así otra delincuencia “tolerada” e, incluso, patrocinada.

Primera obligación, razón de ser del Estado y el gobierno federal rehúye a las mismas.

¿Cumplen los encargados de la seguridad pública?

¿Debemos enlistarlos en el primer sitio de aquellos que no cumplen con sus funciones ni con sus compromisos políticos?
Personalmente creo que sí. Porque el fenómeno, ya extendido a Guerrero y al sur del Estado de México, amenaza de contagio a otras regiones del país, como el noreste del territorio, donde la ciudadanía ya no tolera a las bandas y cárteles, en tanto las autoridades mantienen su repliegue.

¿Serán los ciudadanos de Nuevo León, Tamaulipas, el norte de Veracruz, los que ahora serán pertrechados con armas y de uso restringido, municiones y lanzados a las calles y a la sierra a combatir delincuentes?

Entonces, ¿para qué tributamos? ¿Para hacer nosotros mismo lo que corresponde a aquellos que recolectan cada vez más y dan cada vez menos resultados?

DOBLES TRIBUTOS

Como no sucede en otros países, los mexicanos estamos sujetos a una doble tributación:

Sostenemos a las milicias, a policías y, cada vez más, somos nosotros quienes nos hacemos cargo de nuestra propia seguridad. Las clases medias pagan vigilancia en sus condóminos, en sus calles. Los ricos traes escoltas y cuerpos de seguridad armados. Sólo “los que menos tienen”, cual reza el eufemismo en los discursos, están a su suerte.

No es el único doble tributo, el de la seguridad, que pagan las clases medias mexicanas.
Como la educación que oferta el Estado es harto deficiente –y no por culpa exclusiva de los maestros, como se insiste en señalar--, son cada vez más los padres de familia que optan porque sus hijos asistan a establecimientos escolares a cargo de particulares. Si ya se pagan impuestos dizque para la educación, ¿por qué hay que duplicar el gasto?

Sucede igual, entre otros, con los servicios de agua potable. Hoy sólo los suicidas potenciales se atreven a beber agua “de la llave”, por si insalubridad perenne, por lo que hay que adquirir garrafones y botellas en las tiendas y autoservicios, no obstante que las tarifas por este servicio son cada vez más caras.

La iluminación de las calles, por la que pagamos tributo, tiene ya muchos años que quedó en manos de la ciudadanía. Cada cual paga una, dos farolas, al frente de su domicilio con lo que se incrementa en mucho el recibo “de la luz”. Otro doble tributo.

Y estos tributos, en no pocos casos, se pueden hasta triplicar por las “mordidas” que obligadamente hay que dar al agente de tránsito, al que supervisa si el vehículo está o no verificado para circular sin contaminar, al que hace el trámite en la ventanilla de cualquier dependencia pública…

Hay que hacer una lista de los “gobernantes” incumplidos.

Para que sea parejo. Para que no sea “chipotudo”, ¿o no?

Índice Flamígero: Leo en el diario El Universal que “el ómbudsman nacional Raúl Plascencia consideró que el clima de violencia en Michoacán, y que también se observa en Guerrero, es producto del abandono en el ejercicio de las funciones de gobiernos municipales y estatal para proteger a los ciudadanos”. ¿Por qué no mencionó al gobierno federal? ¿Porque forma parte de él? O porque, de verdad, ¿no tiene responsabilidad en este grave asunto? ¿Usted qué cree?

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com

Leído en http://www.vanguardia.com.mx/columnas-quiensicumple-1922612.html

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