sábado, 11 de enero de 2014

Manuel Espino - La batalla por el PAN

Aquel Partido Acción Nacional que podía presumir “aquí no hay tribus” ahora solo existe en los libros de historia, en la realidad vaya que si hay tribus y alguna son de caníbales. Ahí está para comprobarlo, una vez más, la arremetida de Ernesto Cordero contra de Gustavo Madero, expresada en una conversación telefónica dada a conocer por un diario nacional, en una práctica ilegal de espionaje que se ha vuelto habitual entre panistas (baste recordar las acusaciones de Josefina Vázquez Mota contra Alejandra Sota, pieza esencial en el equipo de Felipe Calderón).

Dicho diálogo se dio en el contexto de otra polémica, cuando durante la aprobación del presupuesto 2014 los diputados pudieron etiquetar recursos para ayuntamientos de manera discrecional, ante lo cual se denunció que desde el legislativo algunos panistas pidieron a sus compañeros munícipes apoyos económicos ilegales por aumentarles sus partidas. Cada diputado pudo gestionar entre más de veinte millones de pesos sin escrutinio, tanto para su distrito como para otros ajenos.





No es necesario calificar las expresiones de Cordero, basta con enumerarlas para apreciar la gravedad de la situación. El senador calderonista se apuesta por “hundir” a Madero y a su coordinador de senadores, Luis Alberto Villarreal. Asimismo, acusó que apoyar a Madero es encubrir “rapillerías” [sic] pues “esos cabrones han abusado” y son unos “pinches ladrones”. Esta grabación por sí sola expresa la condición actual no del Cordero ni del Madero, sino del PAN en general, sumido en un estado de escándalo permanente que no mengua sino se recrudece, alcanzando altas cotas de violencia verbal.

Tristemente para su causa y para la que fuera una institución limpia y honorable, Ernesto Cordero no cuenta con autoridad moral para acusar a Madero, quien a su vez también carece de credibilidad para defenderse.

Ambos son parte de grupos que se han hecho de la vista gorda ante la corrupción e incluso la han propiciado, pues entre sus compañeros son incontables quienes se han enriquecido irregularmente o han hecho del dinero mal habido la herramienta principal de sus maniobras electorales. Enfilados hacia el relevo en la presidencia del Acción Nacional, estas tácticas canallas se volverán cada vez más arteras y frecuentes, lo cual resulta preocupante no solo por el Partido Acción Nacional, sino porque es tal su descomposición que se ha vuelto uno de los factores que más desgasta el sistema político nacional.

Este tema, pues, trasciende a Cordero, a Madero, al calderonismo y al propio PAN, pues cada vez que un ciudadano lee este tipo de encontronazos se fomenta el abstencionismo, el desprestigio de la política y la desconfianza en la democracia.

www.Twitter.com/ManuelEspino
manuespino@hotmail.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=214010

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