“Un estadista piensa que pertenece al Estado. Un político piensa que el Estado le pertenece a él”.
Anónimo
Todavía en 2013 era obligatorio para los aspirantes a obtener un cargo de director o subdirector en una escuela de Oaxaca el haber tomado un curso de inducción. Ese requisito ha desaparecido en este 2014. En su lugar aparece el requisito de entregar “constancia de participación de la jornada de lucha masiva nacional en la Cd. de México, en tiempo y forma”. Sí, la forma de ser director de una escuela de Oaxaca es participar en marchas y plantones en el Distrito Federal.
Lo anterior lo reveló ayer el periódico La Razón, que publicó copias de los documentos en que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) modifica los requisitos para ascensos a cargos de dirección y subdirección en el sistema educativo del estado.
Hace tiempo es claro que muchos de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que participan en movilizaciones en el Distrito Federal lo hacen a regañadientes. Los maestros no tienen ningún deseo de dejar la comodidad de sus hogares para vivir en tiendas de campaña, con frío e incomodidades, alejados de sus familias, durante varias semanas. Si lo hacen es porque el sindicato castiga a quienes no participan y premia a los que sí lo hacen.
El que la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación busque defender sus intereses es lógico. El que el Instituto de Educación del Estado se convierta en una simple representación u oficialía de partes de la sección sindical es inaceptable. El IEEPO debe velar por la educación de los oaxaqueños y no por los intereses de una organización gremial.
El Gobierno de Oaxaca que encabeza Gabino Cué, lamentablemente no ha escondido su inclinación a la sección 22 o su temor hacia ella. Se ha negado a entregar certificados de educación a los niños que han tomado clases con maestros de la sección 59. Ha apoyado a la sección 22 en la disputa con padres de familia que se niegan a recibir a los maestros de esta sección que todos los años suspenden actividades. Les ha pagado a los maestros de la sección 22 sueldos y bonos a pesar de que abandonaron las aulas durante más de dos meses en 2013, mientras que no paga los de los maestros de la sección 59 que no suspenden clases.
El que se oficialice que el principal requisito para poder ser director o subdirector de una escuela en Oaxaca es haber participado en las marchas y bloqueos de la sección 22 en la Ciudad de México es, sin embargo, el colmo. El estado de Oaxaca se convierte en un simple instrumento de una organización mafiosa.
Sin el apoyo del Gobierno de Oaxaca el movimiento de la sección 22 se habría ya desvanecido. A pesar de las amenazas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación de que volvería a nutrir el plantón que mantiene en el Monumento a la Revolución, el número de maestros que realmente permanece en el campamento es mínimo. El 3 de febrero los miembros de la CNTE llevaron a cabo una manifestación frente a la embajada de los Estados Unidos sobre el Paseo de la Reforma. Los reportes periodísticos señalan que sólo unas 250 personas participaron en esa protesta.
El sindicato, sin embargo, apuesta con sus prácticas que las escuelas de Oaxaca quedarán dominadas por incondicionales durante muchos años. Para eso ha sido importante que el IEEPO establezca como criterio para el ascenso en el escalafón el tener un certificado de participación en las movilizaciones en la Ciudad de México. De poco o nada sirve ser buen maestro en Oaxaca. Lo que realmente importa para un puesto de dirección en el sistema educativo es haber bloqueado un número suficiente de calles.
Arrojar dinero
El presidente Enrique Peña Nieto prometió ayer gastar 45,500 millones de pesos para el rescate de Michoacán. En realidad el problema de la entidad es de seguridad y no se resuelve con dinero sino con aplicación de la ley. Pero los gobiernos priístas siempre han pensado que la forma de resolver los problemas es arrojarles dinero.
Twitter: @SergioSarmiento
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