miércoles, 9 de abril de 2014

Raymundo Riva Palacio - Purga en Michoacán

Quien primero dio la alerta al gobierno federal que Nazario “El Chayo” Moreno, jefe de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, estaba vivo, fue Jesús Reyna. Informó de una reunión en Apatzingán en el verano del año pasado donde convocó a políticos, locales y federales, para decirles que él seguía mandando. Reyna dijo que él supo de la reunión por algunos de los participantes, pero no era fácil verificarlo. Un alto funcionario del gobierno federal con quien Reyna tenía relación, confirmó semanas después que “El Chayo” vivía. El entonces gobernador interino era funcional al gobierno. Sabían que vivía en medio del lodo, pero en ese momento los costos eran menores que los beneficios.

No era el único político con puentes al cártel michoacano, y con poder para pactar climas de estabilidad. El PRI ya había tenido que recurrir a otros interlocutores para lograr distintos propósitos. Por ejemplo, en la campaña por la gubernatura de Michoacán en 2011, emisarios priistas viajaron a Tierra Caliente para transmitir el mensaje a Los Caballeros Templarios que las campañas tenían que realizarse y pedirles que no las sabotearan. Qué se ofreció a cambio nunca se ha revelado, pero las campañas se hicieron. Inclusive la de la panista Luisa María Calderón, pese a que la respuesta del cártel había sido pese a que ella no, porque “la matarían”.







Nunca sufrió un atentado la actual senadora, pero su campaña se hizo en convoyes militares, con vehículos blindados y artillados. Sin embargo, en noviembre de ese año, minutos después de haber pegado propaganda electoral de ella, el alcalde de La Piedad, Ricardo Guzmán, fue asesinado con una escopeta, que cimbró a la contienda. Calderón no ganó la gubernatura porque, se puede argumentar, la faltaron dos semanas de campaña, pues su nivel de aprobación estaba a punto de cruzar el de Vallejo. El priista tuvo, además del apoyo de su partido, el del gobernador Leonel Godoy, que prefirió sacrificar al candidato de su partido Silvano Aureoles –la lógica es que no ganaría la elección-, para apoyar a Vallejo y evitar la persecución posterior.

El pago a Godoy lo concretó Reyna, su amigo de la juventud. Vallejo no actuó contra el ex gobernador pese a haber dejado el estado en ruina económica y en manos de Los Caballeros Templarios alrededor de un 30% de los municipios, sino que arrancó en alianza con él. Michoacán era un estado penetrado ampliamente por el narco desde el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, cuando Reyna era diputado local. A Godoy intentaron asesinarlo el 15 de septiembre de 2008 durante la ceremonia de El Grito porque, de acuerdo con información de la PGR en su momento, había incumplido acuerdos con el cártel. ¿Qué acuerdos? Un funcionario federal dijo entonces que su gobierno terminó de desplazar a criminales cercanos a Los Zetas, en beneficio del cártel michoacano.

Godoy se rodeó de funcionarios vinculados a Los Caballeros Templarios, según  información de la época en la PGR, entonces encabezada por el actual embajador en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, quien se lo dijo, pero lo ignoró. Su medio hermano Julio César Godoy Toscano trabajaba para Servando Gómez, “La Tuta”, actual jefe criminal, y miembros de su gabinete proporcionaban protección institucional al cártel. Godoy se enfrentó al gobierno de Felipe Calderón y el PRD lo protegió. La tolerancia se mantuvo durante todo el proceso de negociación de las reformas propuestas por el presidente Enrique Peña Nieto, donde hubo órdenes de no actuar judicialmente contra ningún perredista en Michoacán para no poner en riesgo la negociación. Las únicas acciones judiciales contra ex gobernadores, habían recaído en priistas.

En paralelo, desde el año pasado se buscó una solución final al problema michoacano. Mientras militares en retiro fueron enviados al estado para analizar la restauración de la seguridad, se utilizaron a las autodefensas como grupos de choque. La conclusión de los militares era que “La Tuta” estaba dispuesta a entregarse, pero “El Chayo”, por su mesianismo y violencia, sólo la muerte lo controlaría. “La Tuta” mandó un mensaje en noviembre a través de YouTube, donde aseguró que la única política que le había propuesto un pacto, que no aceptó, fue Calderón. Aprovechó para expresar sus “respetos para los señores que están en el poder, tanto en la Presidencia de la República como en el gobierno del estado”.

Las coordenadas cambiaron en los últimos días por razones no claras. Moreno finalmente murió en marzo en un enfrentamiento con militares y está en marcha el desarme de las autodefensas, al dejar de ser funcionales al gobierno, como sucedió con Reyna. No volvió a haber contacto con “La Tuta” y sus redes de protección institucional se están desmantelando. La solución final para Michoacán no pasó por el restablecimiento de los viejos equilibrios, que se mantuvieron con dificultad hasta la semana pasada, sino con una purga política mayor que ya comenzó.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx


twitter: @rivapa


Leído en http://www.ejecentral.com.mx/purga-en-michoacan/

 


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