MUCHOS afiliados a la CTM se preguntan si el edificio de la Plaza de la República aún es la sede de esa central obrera o nomás un mausoleo destinado a sus líderes.
CUENTAN que su dirigente, Joaquín Gamboa Pascoe, rara vez se para en su oficina y, cuando lo hace, nomás va a regañar gente y no resuelve nada.
Y QUE el secretario general sustituto, Carlos Aceves del Olmo, quien sí despachaba asuntos ahí, ya sólo va dos veces por semana, como para hacer acto de presencia.
AL PASO que va, a ver si el edificio de la calle de Ignacio Vallarta no acaba como la Rotonda de los Dirigentes Ilustres. Eso sí, cuando menos, podría utilizarse como salón de fiestas.
TAN PLURAL es el secretario de Gobierno de Puebla, Luis Maldonado, que resulta ser un caso singular.
PERO NO SÓLO porque ya fue priísta, dirigente nacional de Convergencia -hoy Movimiento Ciudadano- y, desde mayo, flamante perredista.
TAMBIÉN porque combina su trabajo como servidor público en un Gobierno del PAN con la coordinación de Vinculación Política y Académica del PRD nacional.
Y, POR SI eso fuera poco, también preside el Comité Rector del Día del Abogado.
FUE EN ESA capacidad que ayer le entregó al presidente Enrique Peña Nieto un busto de Adolfo López Mateos.
ESO SÍ, también le dio un reconocimiento a Jesús Zambrano, dirigente nacional perredista.
CON ELLO, demostró capacidad para hacer eso que para muchos políticos mexicanos es taaan importante: probarles a los de arriba que sabes convocar a los de abajo y demostrarles a los de abajo que estás cerca -y bien- ¡con los de arriba!
AHORA que Morena, de Andrés Manuel López Obrador, ya es partido político, dicen que la fracción del PT en el Senado está en peligro de desaparecer.
OCURRE que, de los seis senadores que tiene ese partido, tres son claramente lopezobradoristas.
DE AHÍ que Ana Gabriela Guevara, Layda Sansores y David Monreal podrían disolver el grupo parlamentario petista -el mínimo de integrantes para una fracción es de cinco-para crear una fracción de Morena.
DE HECHO, en la Cámara alta ya suenan un par de nombres para completar esa maroma: el hoy petista Manuel Bartlett y el perredista Manuel Camacho Solís.
LA DUDA es si los dos ex priístas le harán el juego a la Morena.
LAS RUEDAS de la justicia en el DF avanzan leeento... leeento.
HACE cinco meses que siete reos se escaparon de la penitenciaria con papeles alterados por funcionarios corruptos.
Y ES HORA de que la PGJDF, de Rodolfo Ríos, no atina a decir si las firmas de los jueces que aparecen en esos documentos son auténticas o no.
MÁS ALLÁ de si los peritos grafólogos de la Procuraduría tienen dudas sobre las rúbricas, hay otros caminos para que la investigación avance.
¿NO bastaría con seguir el rastro de los papeles membretados y foliados que se usaron en la fuga para saber quiénes tuvieron acceso a ellos y cuándo? Es pregunta elemental, mi querido Watson.
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