miércoles, 9 de julio de 2014

F Bartolomé - Templo Mayor

ALGUIEN debería decirle a Humberto Moreira que no se acostumbre demasiado a esa sonrisa, porque, en una de ésas, la PGR podría quitársela.
 
HACE APENAS unos días el procurador Jesús Murillo Karam ofreció a un grupo de panistas desempolvar los archivos del “moreirazo” y revisarlos con más ganas que antes.
 
LA PROMESA se dio tras un encuentro en el que participaron los ex senadores albiazules Rosendo Villarreal y Ernesto Saro, la actual diputada federal Esther Quintana y el ex magistrado Ramón María Nava.
 
LOS PANISTAS le hicieron ver al titular de la PGR lo grave de dejar en la impunidad el caso que sumió a Coahuila en una debacle financiera.
 
 
 
 
 
 
 

ESPECIALMENTE se refirieron a la pandilla de funcionarios que falsearon documentos, mintieron a la autoridad e hicieron todo tipo de trampas para obtener créditos millonarios que quién sabe a dónde fueron a parar.

DICEN los enterados que si bien Murillo Karam fue cuidadoso en sus respuestas, ofreció sacar el expediente del archivo muerto.


EN EL Consejo de la Judicatura Federal no paran para sustos: primero fueron los casineros y ahora los importadores de autos “chocolates”.

LO QUE se comenta en los pasillos judiciales es que si bien ya se suspendió al juez José Daniel González Vargas, falta ver hasta dónde llega la investigación.

PARA MÁS SEÑAS dicen que en la mira del CJF está el principal aliado de González Vargas: el magistrado Irineo Lizárraga Velarde, del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito con sede en Mexicali.

LO MÁS INTERESANTE es que este último dicen que llegó al cargo gracias a la recomendación y los buenos oficios de cabildeo de, ¡agárrense!, un ex consejero de la Judicatura que recientemente concluyó su encargo.

A VER si al ex funcionario el retiro no se le convierte en suplicio.


COMO QUE el Servicio Médico Forense anda atrasado en su chamba, pues hace tiempo debió expedir el certificado de defunción del movimiento obrero oficialista.

PASÓ la reforma laboral, la energética, la del infonavit, la fiscal, la educativa y hasta la de zonas arqueológicas y ni así dieron signos de vida los Carlos Romero Deschamps, los Ricardo Aldana, los Joel Ayala y mucho menos los Joaquín Gamboa Pascoe.

VAYA: los llamados dirigentes sindicales ni siquiera han abierto la boca ahora que Miguel Ángel Mancera puso sobre la mesa el tema de incrementar el salario mínimo y que también el presidente Enrique Peña Nieto y algunos empresarios comienzan a entrarle al asunto.

SI ESOS TEMAS ya no le interesan al sindicalismo, lo menos que se puede hacer es practicarle la autopsia... ¡o darle cristiana sepultura!


LUEGO de darse la gran vida en el Mundial de Brasil en unas laaargas vacaciones que pocos pueden presumir, el que reapareció ayer en la Cámara de Diputados fue el panista Fernando Larrazabal.

TRAS HABER dejado tirada la chamba durante la votación de las leyes electorales, el cuestionadísimo ex Alcalde de Monterrey regresó a San Lázaro con el mismo desenfado con el que Alemania le metió siete goles a Brasil.
 
 
 
 
 

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