lunes, 25 de agosto de 2014

Eduardo Ruiz healy - La revolución tecnológica transforma nuestras vidas

Hace 10 días escribí en este espacio que “la reforma de telecomunicaciones desencadenará una verdadera revolución comercial en vista de que afectará profundamente la manera en que los mexicanos compramos los diversos bienes y servicios que requerimos. Es más que probable que dentro de unos años, no muchos, los centros comerciales que hay a lo largo y ancho del país se vean cada menos visitados por quienes van de compras o solamente para deambular por sus corredores y ver los productos que se exhiben en los escaparates de las tiendas… Los habitantes del vecino país compran cada vez más en línea en sitios en donde se ofrecen una inmensa cantidad de productos, como amazon.com, o en los sitios que los comercios tradicionales han establecido para captar a más clientes”.

Muchos de los que leyeron mi columna del 15 de agosto me escribieron para decirme que mi optimismo es infundado y que tardará mucho en ocurrir lo que pronostiqué.








La verdad es que la mayoría de las personas no se dan cuenta cómo la revolución tecnológica; que empezó hace un par de décadas, ha transformado totalmente sus vidas.
Para que despertemos a la realidad, doy algunos ejemplos de lo que hoy acontece a nuestro alrededor.
En el tiempo en que leas esta palabras 33,000 personas harán una consulta en Google; más de 46,000 videos serán vistos en YouTube;y casi 1.7 millones de correos electrónicos serán enviados.
Durante el próximo minuto la tienda iTunes venderá 15,000 canciones más. Walmart procesará 17,000 transacciones en línea y Amazon.com registrará otros 83,000 dólares en ventas.
Durante las próximas 24 horas 172 millones de personas entrarán a Facebook; el tráfico en línea generará los datos suficientes para llenar 168 millones de DVD; y Apple venderá más iPhones que el número de bebés que nazcan alrededor del mundo.
El internet rige nuestras vidas como no lo imaginamos y ya es difícil vivir sin la red. Dependemos tanto de ella, que en una reciente encuesta realizada por el Boston Consulting Group, 83% de los encuestados dijo que preferiría dejar de consumir comida rápida que el internet, 73% dijeron que preferiría dejar de beber alcohol y 77% dejaría de comer chocolate.
El avance de las tecnologías de la información es tal, que ya podemos imaginar un mundo en el cual cada aparato doméstico en nuestras casas está conectado a la red como nuestras laptops, tabletas y pantallas de TV; en donde cada automóvil que circula está bajando mapas y transmitiendo datos del vehículo, cada cama de hospital envía datos del paciente a los médicos, tu ropa repleta de hilos biométricos manda tus datos a tu médico, cada dato de cada computadora es respaldado en la nube, cada avión en el cielo está enviando todo tipo de información y así sin parar.
Difícil de imaginar, ¿verdad?
Para lograr este nuevo mundo, los actuales microprocesadores de silicio serán substituidos por una nueva generación de “chips” llamados “microprocesadores fotónicos integrados” que transmitirán los datos a la velocidad de la luz por medio de minúsculos láseres colocados en un espacio de un centímetro cuadrado. Uno de los primeros microprocesadores de este tipo puede transmitir 100 gigabytes por segundo, una velocidad 5,626 veces más rápida que la que en promedio tienen acceso los usuarios estadounidenses de la red.
Una empresa ya tiene la tecnología para construir un microprocesador fotónico que transmita 500 gigabytes por segundo.
Para entender lo que es esta velocidad, tú podrías enviar 125,000 fotografías simultáneamente, en ambas direcciones, en un solo segundo.
Querámoslo o no, estamos inmersos en una revolución tecnológica que está transformando la manera en que vivimos y hacemos casi todas las cosas, nuestras compras incluidas.


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