lunes, 25 de agosto de 2014

Sergio Sarmiento - Vivir en el error

“Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Popular

La reforma fiscal le dio al gobierno un ingreso adicional equivalente a 1 por ciento del Producto Interno Bruto. La reforma energética, mientras tanto, ha dejado en claro que los contribuyentes mexicanos tendremos que pagar las pensiones no financiadas de los trabajadores de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad, que representan un 10 por ciento del PIB. En otras palabras, todo el sacrificio exigido a los contribuyentes por el aumento de impuestos, y que es en buena medida razón del lento crecimiento de la economía, apenas alcanza a cubrir una décima parte del pasivo transparentado con la reforma energética.

Se ratifica que en México vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Los trabajadores gubernamentales tienen una vida asegurada, con contratos que prohíben su destitución aunque no cumplan con sus responsabilidades, y gozan de aumentos anuales de salarios sin importar su productividad. Los del sector privado, en cambio, viven en un mundo de incertidumbre, en el que pueden ser destituidos en cualquier momento, y en el que se ha hecho frecuente que las empresas no otorguen ya aumentos salariales, con lo cual los asalariados pierden un 4 por ciento de su poder de compra cada año.









Las pensiones son un elemento adicional de desventaja para los trabajadores del sector privado. Un trabajador de Pemex se jubila a los 55 años con un ingreso neto superior al que tenía cuando laboraba. Uno del sector privado registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social sólo puede aspirar a una jubilación con ingreso máximo, que nunca alcanza el 100 por ciento del sueldo, a los 65 años de edad.


Los pensionados del sector privado tienen todavía una situación privilegiada. Actualmente se están retirando bajo el sistema antiguo, que establece una pensión asegurada sin tomar en cuenta los ingresos acumulados en sus cuentas individuales, lo que significa que la mayoría recibirá un subsidio de los contribuyentes. Una vez que los trabajadores empiecen a retirarse nada más con lo ahorrado en sus Afores, sólo obtendrán al jubilarse un 40 por ciento de lo que ganaban en promedio.

No sólo el trabajador del Estado tiene condiciones de jubilación superiores a las de los trabajadores del sector privado, sino que no tiene que aportar recursos a su propia jubilación. Ya lo vimos en las pensiones de los trabajadores de Pemex y de la CFE. Éstos no tienen que pagar el costo de sus jubilaciones como los trabajadores del sector privado. La factura se la endosan a los contribuyentes.

Para los políticos ha sido muy fácil dar beneficios especiales a los empleados públicos. En las negociaciones contractuales la atención se concentra en el aumento salarial, que puede ser limitado, pero la bomba de tiempo ha estado siempre en un deficitario sistema de pensiones. Pedro Vásquez Colmenares estimaba en Pensiones en México: la próxima crisis que el pasivo por pensiones de instituciones públicas se elevaba en 2010 a 104.2 por ciento del PIB. Ante esta situación da un poco de risa ver que el gobierno se enorgullece de tener una deuda pública de “sólo” 36 por ciento del PIB.

El gobierno ha tomado medidas para tratar de resolver el problema de las pensiones. La más importante fue la creación del sistema de Afores para los trabajadores del sector privado. El pasivo de pensiones de Pemex y de la CFE, sin embargo, demuestra que falta la mitad del trabajo. El valor que las autoridades mostraron para hacer el cambio en el sector privado no lo han mostrado ante los sindicatos del sector público. Los trabajadores del Estado siguen siendo privilegiados. Pero un país que le apuesta a la burocracia antes que al sector productivo está hipotecando su futuro.

AUMENTOS
En un gobierno que gasta cada vez más, las pensiones y los subsidios son los rubros que más crecen. En este 2014 el presupuesto federal contemplaba un aumento de 10.6 por ciento en el gasto programable, pero las pensiones subirán 15.5 por ciento y los subsidios 21.1 por ciento (Criterios).




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