sábado, 30 de agosto de 2014

Martín Moreno - FCH: Margarita sí va a 2018

Zavala sería una buena candidata presidencial, falta ver qué dice Madero.

Una frase. Un aviso. Simbolismos y vaticinios. El lenguaje de la política y los valores entendidos.

“Si Margarita me dice: Felipe, ahora te toca a ti guardar silencio, pues yo lo guardo”, respondió Felipe Calderón a la pregunta de Mario González, conductor de CNN en español, respecto a la posibilidad de que Margarita Zavala busque ser candidata presidencial del PAN en 2018.

Si me toca callar, me callaré, es el mensaje de Felipe ante el futuro político de su esposa Margarita.
Es decir: me haré a un lado si ella decide ser candidata en la próxima presidencial.

Los Calderón. Los Zavala. Y el 2018.








Pero su camino tiene trampas y curvas.


Y su principal obstáculo y, a la vez ­—vaya paradoja política—, su trampolín, es Gustavo Madero.
¿Por qué?

1)  Madero y Calderón disputan, desde ahora, el control de Acción Nacional. Hombre de frases, el exPresidente abrió fuego con aquello de: “El PAN me da pena y tristeza. Yo lo que veo es un proceso de degradación, de descomposición moral, y de corrupción que no sé qué límite pueda tener”. Palabras lapidarias para enmarcar el momento que atraviesa el panismo con Madero al frente. Y entiéndalo quien lo quiera y lo deba entender.

2)  La disputa Calderón-Madero tiene un fondo: el 2018. Cierto: Gustavo Madero dejará la presidencia del PAN en 2015, cuando haya elecciones internas para sucederlo. Sin embargo, Madero buscará dos cosas: imponer a su sucesor para seguir manejando al partido azul, y que el maderismo siga siendo la primera fuerza interna —como hoy lo es—, y al mismo tiempo, reducir al calderonismo a su mínima expresión.

3)  Pero a Gustavo Madero se le olvidó algo fundamental: la política es la casa del jabonero. Y muy pronto se resbaló entre acusaciones de servilismo al gobierno federal, por carecer de fuerza y de presencia opositora, por los moches favoreciendo a líderes panistas y por los desfiguros en fiestas privadas que se convirtieron en públicas, las dos últimas protagonizadas por el ya impresentable y apestado Luis Alberto Villarreal, antes cercano al chihuahuense y a quien, ahora, Madero no lo quiere cerca de él ni en fotografía. Pero el daño ya está hecho.

4) El PAN atraviesa por el momento más delicado de su historia, y por lo visto, ni Madero ni sus operadores: Preciado, Anaya, Creel y compañía, parecen tener ni la estatura ni la fuerza política para enderezar el barco panista que se hunde sin remedio. ¿Qué necesita el PAN? De más y mejores remeros.

5) ¿Y quiénes serían esos remeros? El grupo calderonista que, con todo y los errores cometidos, tienen más oficio, presencia y discurso opositor que los maderistas. Los Lozano, Cordero, Gil Zuarth y compañía, deberán tener mayor presencia en las decisiones y rumbo del PAN de aquí a 2018 si es que al menos quieren salir “tablas” en la importante elección intermedia de 2015.

6) 2015. Año clave. Y la primera señal del regreso del calderonismo sería que Madero acepte, arrope e impulse a Luisa María Calderón como candidata panista a la gubernatura de Michoacán, por encima de Salvador Vega Casillas, con menor estatura política que La Cocoa, quien se quedó a tres puntos de ganar en 2011 la gubernatura michoacana y mantiene la suficiente fuerza política para volverlo a intentar. Si no la respalda Madero, el PAN acabará de quebrarse y se hundirá aún más.

7) Aquí es donde aparece Margarita Zavala a quien, desde ahora, deberemos ubicar como futura jefa de la bancada panista tras las elecciones intermedias del año próximo. Zavala tiene en mente un proyecto tan claro como viable: ser candidata presidencial en 2018, intentando ganar lo que Josefina Vázquez Mota no supo ni pudo obtener: convertirse en la primera Presidenta de México.

8)  En este punto vendrá el agarrón: Madero quiere a otro candidato presidencial y no a Margarita Zavala. Empero, Madero enfrenta varios problemas: él mismo no tendría ni la presencia ni el discurso ni el empaque para ser candidato presidencial. Los otros cercanos a él y aspirantes, no las traen consigo: Moreno Valle, entrampado aún en el caso Chalchihuapan; Ricardo Anaya podría ser descarrilado si ni siquiera logra la postulación al gobierno de Querétaro. ¿Hay alguno más? Por lo pronto, esos son los que se asoman.

9) Es entonces cuando aparece el momento clave: entre finales de 2017 y principios de 2018, el PAN ­—como los otros partidos— deberá tener listo a su candidato(a) a la Presidencia. Hoy por hoy, es Margarita Zavala la que tiene mayor respaldo ciudadano en las encuestas, presencia política, discurso opositor y, por tanto, más posibilidades de regresar al PAN a Los Pinos.
Ya veremos si Madero es pragmático funcional o si acaba de hundir al PAN.


                Twitter: @_martinmoreno




Leído en http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/08/29/978817


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