Robles dijo que la política social atiende una primera realidad, la dinámica de la pobreza en México, que no se ha modificado sustancialmente en las últimas décadas y que requería, entonces, una cirugía a fondo.
Robles Berlanga compareció ante las Comisiones Unidas de Desarrollo Social, Asuntos Indígenas, Igualdad de Género y Derecho de la Niñez para informar lo realizado hasta el momento en el marco del Segundo Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Al hacer mención del cambio de Oportunidades a Prospera, la funcionaria recalcó que urgía un replanteamiento y una reflexión que permitiera entender por qué, a pesar de los cuantiosos recursos destinados a la misma, la pobreza en nuestro país se mantiene prácticamente igual.
Dijo que a más de 21 meses que inició la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se ha mejorado la alimentación de 3 millones de mexicanos y se contempla beneficiar a un total de 7.1 millones de mexicanos con carencias extremas.
Mencionó que a través de los nuevos programas se han colocado 4 mil 522 comedores comunitarios entre la Sedesol y el DIF Nacional, 556 mil familias se han beneficiado con la Tarjeta Sin Hambre, que les permite adquirir 15 productos.
CRECE PENSIÓN
Robles añadió que el programa de pensión para adultos mayores creció en un 80 por ciento en lo que va del sexenio y el seguro de vida para jefas de familia tiene ya a 4.7 millones de beneficiarias.
La funcionaria dijo que se planteó rediseñar el programa oportunidades para romper la cadena transgeneracional de pobreza a partir de 3 ejes: educación, salud y alimentación.
De ahí, agregó, que se otorgarán becas de educación superior, técnica superior y sistemas no escolarizados para que los jóvenes puedan seguir prosperando; se integra un derecho de audiencia para transferencia monetaria y se incorpora una inclusión financiera para facilitar el acceso a los créditos, programas de ahorro y seguros.
Refirió que 6.5 millones de familias serán beneficiadas con el Programa Prospera al finalizar el sexenio.
Insistió en que la política social de nueva generación que impulsa la presente administración es una política social que rebasa el asistencialismo y que entiende que los derechos constitucionales y los derechos sociales deben de ser ejercidos a toda plenitud por todos los mexicanos y mexicanas, sin excepción alguna.
A la par, una política social que atienda en los fenómenos de la pobreza y de la desigualdad poniendo en el centro la dignidad de las personas, su autonomía y su capacidad de decidir por sí mismas y de construir su propia historia de éxito, refirió.
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