miércoles, 1 de octubre de 2014

Salvador García Soto - Y después de las reformas, ¿qué?


Miércoles 01 de octubre de 2014

Pasado el foco de las reformas peñanietistas y cuando el país aún espera ver en la realidad el discurso de las bondades de tan profundos cambios constitucionales, en el país estallan, por todos lados y de manera simultánea, conflictos políticos y sociales que, aunque de origen diverso y problemática distinta, en el imaginario colectivo y el sentir político comienzan a confluir en una misma idea: al presidente Enrique Peña Nieto y a su gabinete les tiembla la mano y les está faltando tomar decisiones drásticas para evitar que los problemas se tornen, como ocurre ya en algunos casos, en auténticas crisis.



En unas cuantas horas Guerrero se incendió con los normalistas muertos
por el abuso de fuerza policial en Ayotzinapa, mientras una
inconformidad mal manejada por la SEP y la dirección del IPN tomaba
dimensiones de conflicto y paro estudiantil en el Politécnico que ayer
movilizó a miles de alumnos que exigían y lograban un diálogo directo
con el secretario de Gobernación. Al mismo tiempo el Ejército mexicano
era puesto en el banquillo de los acusados por el caso de Tlatlaya y el
escándalo internacional por “ejecuciones sumarias” cometidas hace tres
meses, mientras el presidente se veía obligado a declinar una invitación
al Senado ante las amenazas y berrinches del PAN.

En todo ese panorama subyace la percepción de un país fuera de control
que contrasta notablemente con el “México de oportunidades” que apenas
la semana pasada fue a promover el presidente Peña Nieto ante los
influyentes inversionistas de Nueva York. Y aun cuando se trata de
diferentes problemáticas que atañen a distintos niveles de gobierno, en
el ambiente enrarecido flota la idea, tantas veces deslizada desde la
cúpula del poder, de que “una vez aprobadas las reformas” se vería
realmente “la mano del presidente” en la toma de decisiones y el
enfrentamiento de los problemas. A juzgar por el actual escenario
convulso esa mano aún no se siente.

Porque si bien el de los jóvenes muertos en Iguala, Guerrero, es un
conflicto que se suma a la larga cadena de yerros, ineptitudes y vacíos
de autoridad del gobernador Angel Aguirre, la pregunta es si lo único
que puede hacer el Presidente de la República, ante el nivel de caos en
una entidad sacudida por conflictos sociales y penetrada por el
narcotráfico, es cancelar una gira de trabajo, cuando la ausencia del
gobernador raya en la ingobernabilidad.

En el conflicto del IPN es claro que la responsabilidad es totalmente
federal. Lo único que no se explica es por qué el secretario de
Educación, Emilio Chuayfett, y su subsecretario de Educación Superior,
Fernando Serrano, aparecen ausentes mientras la polémica directora,
Yoloxóchitl Bustamante, que depende de la SEP, incendia la institución
con un reglamento no consensuado con la base estudiantil que hoy la ha
desbordado y exige su salida. Mientras Chuayffet y su subsecretario se
escondían bajo el escritorio y cancelaban su comparecencia en San
Lázaro, el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, en un gesto
plausible, salió ayer a la calle a dialogar con la masa de estudiantes
sublevados para tratar de calmar las aguas de un movimiento estudiantil.
justo la víspera del aniversario de la masacre estudiantil de Tlatelolco.

Si a todo eso se añade la encrucijada en la que se ha colocado al
Ejército mexicano y al mismo gobierno de Peña Nieto por el abuso de
fuerza cometido por militares en Tlatlaya —que ya ocasionó la
consignación de tres soldados acusados de cometer una ejecución
extralegal, derivada de la presión nacional e internacional que desató
un caso que es visto como “parteaguas” en el tema de derechos humanos y
la actuación de las fuerzas castrenses en México— está más que claro que
al presidente ya se le agotó el discurso de que las reformas resolverán
por sí solas la problemática de un país que demanda mucho más que
crecimiento económico. ¿Cuándo empezará a sentirse la mano del gobernante?

NOTAS INDISCRETAS… Según las encuestas que analizan entre el CEN del
PRI, Gobernación y Los Pinos, dos candidatos a gobernador por el priísmo
estarían ya definidos: Roberto Loyola Vera para Querétaro y Alejandro
Moreno Cárdenas para Campeche. En Sonora adelanta la senadora Claudia
Pavlovich aunque el también senador Ernesto Gándara sigue con vida y en
Nuevo León la decisión aún no se toma pero quien sigue punteando en las
encuestas es la senadora Ivonne Álvarez por encima del secretario
Ildefonso Guajardo y su cercanía a Los Pinos… Los dados regresan
contentos a su casa en este Gran Diario de México y se comprometen a dar
siempre su mejor esfuerzo por y para los lectores. Gracias al licenciado
Juan Francisco Ealy Ortiz y a Juan Francisco Ealy Lanz-Duret por la
confianza en esta nueva etapa. Escalera doble para el comienzo.

Fuente: http://www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2014/10/109062.php


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