México avanza hacia las elecciones
2015 con una ciudadanía ansiosa de participar pero, paradójicamente, más
alejada que nunca de los partidos tradicionales, sumidos como están en
el pantano de la falta de credibilidad.
Es por ello que para
otorgar al votante mexicano una opción real, de participación
comunitaria efectiva, Concertación Mexicana está trabajado en el
superior propósito de darle un giro a la vida nacional, renovando
nuestro caduco y desprestigiado sistema de partidos, haciendo valer los
más elevados anhelos de la nación en las elecciones federal y locales de
2015.
Trabajamos, también, para poner un sello ciudadano a la política haciendo que los mejores mexicanos, los de mayor raigambre social, ocupen los cargos públicos. Es con ese objetivo que decidimos forjar un acuerdo de participación electoral entre este movimiento nacional y el partido Movimiento Ciudadano.
Sumaremos esfuerzos y trabajo en favor de candidaturas independientes y genuinamente cívicas. Debido a que la normatividad interna de Movimiento Ciudadano permite que se postulen abanderados no afiliados, este convenio de participación electoral impulsará hombres y mujeres sin militancia, pero con arraigo y prestigio entre sus comunidades, a cargos de elección popular.
La motivación de quienes formamos parte de Concertación Mexicana es la primacía de los ciudadanos, en tanto que son personas que merecen vivir con dignidad y con calidad. Se trata de servirles y nos servirse de ellos, haciendo valer sus derechos fundamentales pero sin medrar con las causas sociales; respetándoles sus diversas formas de pensar y de ser, sin pretender imponerles una ideología, un credo o un estilo de vida; involucrándolos en la definición de lo que debemos hacer para el fortalecimiento social y democrático de México.
En todo ello hemos encontrado grandes coincidencias con el Movimiento Ciudadano, mismas que fueron el santo y seña que nos permitió encontrarnos en la ruta común; encontramos que nuestros esfuerzos se hermanan en la misma visión de causa y destino, más allá de proyectos efímeros y de coyunturas electorales.
Tenemos un pasado que nos ha permitido acumular experiencia y desarrollar talentos para comprometerlos en el engrandecimiento de la patria. Se trata de víveres que hemos decidido compartir, en forma solidaria, mientras el camino común sea el de dignificar la política, despartidizar nuestras instituciones y volcar el Estado hacia la primacía de los ciudadanos, lo cual supone construir con ellos la justicia social y el desarrollo humano de todos los mexicanos. Con este convenio, con la mira puesta en el 2015, hemos dado el primer paso hacia la ciudadanización de la política.
Trabajamos, también, para poner un sello ciudadano a la política haciendo que los mejores mexicanos, los de mayor raigambre social, ocupen los cargos públicos. Es con ese objetivo que decidimos forjar un acuerdo de participación electoral entre este movimiento nacional y el partido Movimiento Ciudadano.
Sumaremos esfuerzos y trabajo en favor de candidaturas independientes y genuinamente cívicas. Debido a que la normatividad interna de Movimiento Ciudadano permite que se postulen abanderados no afiliados, este convenio de participación electoral impulsará hombres y mujeres sin militancia, pero con arraigo y prestigio entre sus comunidades, a cargos de elección popular.
La motivación de quienes formamos parte de Concertación Mexicana es la primacía de los ciudadanos, en tanto que son personas que merecen vivir con dignidad y con calidad. Se trata de servirles y nos servirse de ellos, haciendo valer sus derechos fundamentales pero sin medrar con las causas sociales; respetándoles sus diversas formas de pensar y de ser, sin pretender imponerles una ideología, un credo o un estilo de vida; involucrándolos en la definición de lo que debemos hacer para el fortalecimiento social y democrático de México.
En todo ello hemos encontrado grandes coincidencias con el Movimiento Ciudadano, mismas que fueron el santo y seña que nos permitió encontrarnos en la ruta común; encontramos que nuestros esfuerzos se hermanan en la misma visión de causa y destino, más allá de proyectos efímeros y de coyunturas electorales.
Tenemos un pasado que nos ha permitido acumular experiencia y desarrollar talentos para comprometerlos en el engrandecimiento de la patria. Se trata de víveres que hemos decidido compartir, en forma solidaria, mientras el camino común sea el de dignificar la política, despartidizar nuestras instituciones y volcar el Estado hacia la primacía de los ciudadanos, lo cual supone construir con ellos la justicia social y el desarrollo humano de todos los mexicanos. Con este convenio, con la mira puesta en el 2015, hemos dado el primer paso hacia la ciudadanización de la política.
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