jueves, 23 de junio de 2016

Dan T - Perra suerte CDMX

Un hombre y una mujer se conocieron en una fiesta, bebieron algunos tragos, bailaron, se besaron y esa misma noche terminaron juntos en la cama. Tan emocionados estaban que cometieron el peor error de todos: no se cuidaron. Al acabar el acto sexual (¡qué decente me he vuelto!), el chavo le preguntó:

–Oye, ¿tú no tienes el sida, verdad?

–¡No! Claro que no.

–Ay, menos mal. Ya sería muy mala suerte que me lo pegaran dos veces en la misma semana.

¿Existe la mala suerte? Quienes vivimos en la Ciudad de México, creemos que sí. Que no puede ser otra cosa que mala suerte el que nuestro gobernante sea Miguel Ángel Mancera. Algún espejo rompimos para que en este valle tan hermoso, no se vea ni el cielo debido a la contaminación. Debe ser mala suerte que todos los días nos enteremos de nuevas historias de robos, asaltos y violaciones. También le echamos la culpa al destino de que nos apliquen el No Circula parejo aunque nuestro coche no contamine y a veces hasta sea doble.












Y es que si no es por la mala suerte que nos pasa todo eso y más, significa que es nuestra culpa. O mejor dicho: es nuestra responsabilidad tener el gobierno que tenemos y, sobre todo, no exigirle que haga bien las cosas.

Divorcio tricolor

Luego de un feliz y ejemplar matrimonio en el que pasaron 60 años juntos, una pareja de la tercera edad acudió con un abogado especialista en divorcios.

–Les agradezco que hayan venido, pero debo decirles que realmente me sorprende mucho que ustedes dos se divorcien.

–Es de común acuerdo –repuso la señora.

–Sí, sí, a los dos nos urge divorciarnos ya –remató el marido.

–Muy bien, no se preocupen, yo me encargaré de todo el papeleo. Les puedo asegurar que será mucho más fácil y rápido dado que ambos están de acuerdo.

–¡Perfecto! Mientras más pronto, ¡mejor! –dijo la señora.

–Sí, métale velocidad, licenciado –apuró el señor.

–De acuerdo, pero antes de proceder es necesario que me digan cuál es la causal del divorcio. Sin eso, no puedo armar el alegato que le llevaré el juez que anulará su matrimonio.

–Se lo voy a decir, licenciado, me quiero divorciar porque el inútil de mi marido sólo puede hacer el amor una vez al mes.

–¡Ah, caray! ¿Y cuántos años tiene usted, señor?

–Ochenta años.

–Oiga, señora, discúlpeme, pero a su edad, que todavía pueda cumplir en la cama, es todo un logro.

–Pues esa es la razón por la que me quiero divorciar.

–Bueno, ¿y usted, señor, por qué quiere firmar el divorcio?

–Por la misma razón: porque sólo puedo hacer el amor una vez al mes.

–¡Ah, caray! Ya no entendí. ¿Usted se quiere divorciar por lo mismo que ella?

–¡Pues claro! Dese cuenta, licenciado: sólo puedo tener relaciones una vez cada mes y mi mujer quiere que desperdicie esa mensualidad... ¡en ella!

No estoy seguro si esas fueron las mismas razones por las que se divorciaron Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. De lo que sí estoy seguro es que la telenovela entre ambos todavía no se acaba. Me puse a releer el discurso de despedida de Capulina, digo, de Beltrones, y me quedó claro que le clavó un cuchillo tricolor al Presidente.

Según sus propias palabras, Beltrones no se va porque fue el peor presidente del PRI, el que más perdió, sino porque todos los demás lo hicieron mal, empezando por Peña y siguiendo con los corruptos gobernadores. Y dijo una y otra vez que hay que salvar al PRI.

Me queda claro que Beltrones no sólo no va a apoyar al elegido de Peña para ser candidato presidencial, sino que va a ser él mismo o va a impulsar a uno de su grupo. ¡Se va a poner bueno!

¡Nos vemos el martes!



Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/perra-suerte-cdmx-1466664327



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