jueves, 2 de junio de 2016

Eduardo Ruiz Healy - Economía estancada

Según la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económicos (OCDE), la economía combinada de los 34 países que la integran iba a crecer 2.2 por ciento este año y 2.3 por ciento el entrante. Ese fue su pronóstico de noviembre del año pasado, mismo que ayer fue revisado a la baja. Ahora, el crecimiento será de apenas 1.8 por ciento en 2016, y de 2.1 por ciento en 2017.

Al presentar su reporte semestral de la economía mundial, la economista jefa de la OCDE, Catherine Mann, advirtió que la economía global está atrapada en un ciclo de débil crecimiento y en peligro de volverse a caer, a menos de que los gobiernos adopten medidas urgentes y estimulen a sus economías a través de una expansión de la inversión y la aplicación de políticas que estimulen la competencia, incrementen la movilidad laboral y fortalezcan la estabilidad financiera.











El estancamiento económico se observa en la economía de Estados Unidos. En noviembre de 2015, la OCDE pronosticó que este año crecería 2.0 por ciento y 2.3 por ciento en el siguiente. Ahora, redujo su pronóstico a 1.8 por ciento para 2016, y 2.1 por ciento para 2017. Crecimientos que difícilmente estimularán a la economía mundial.

Si bien la OCDE aumentó su pronóstico para la eurozona de 1.3 por ciento a 1.6 por ciento para este año, mantuvo su estimado de 1.7 por ciento para 2017.

En lo que se refiere a Japón, redujo su pronóstico para este año de 0.8 por ciento a 0.7 por ciento, y para el venidero, de 0.6 por ciento a 0.4 por ciento.

La economista Mann dijo que la economía mundial ha caído en un círculo vicioso que cada vez se refuerza más. La debilidad en la demanda ha desestimulado la inversión, lo que a su vez ha detenido el comercio y mantenido el desempleo que de nuevo debilita la demanda.

En lo que a la economía de América Latina se refiere, la OCDE presentó sus más recientes proyecciones de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para 2016 y 2017. Estas son: Brasil: -4,3 por ciento y -1.7 por ciento; Chile: 1.5 por ciento y 2.5 por ciento; Colombia: 2.4 por ciento y 3.0 por ciento; Costa Rica: 4.0 por ciento y 4.1 por ciento; México: 2.6 por ciento y 3.0 por ciento.

La OCDE hizo las siguientes observaciones respecto a la economía mexicana:

1.La depreciación del peso ha reforzado ganancias de cuotas del mercado de exportación de México y la demanda interna elástica continúa impulsando la actividad económica. 2.Recortes en el gasto del sector público están siendo implementados a raíz de la fuerte reducción de los ingresos del gobierno relacionados con el petróleo, y se están tomando medidas para garantizar la viabilidad financiera de la petrolera estatal Pemex.

3.A pesar de los relativamente bajos precios del petróleo y la demanda externa más suave, se espera que la economía mexicana fortalezca su crecimiento de 3 por ciento en 2017, lo que refleja las reformas estructurales habilitadas por el gobierno.

4.Hay señales de que las reformas estructurales están empezando a generar una mejora en la productividad. Sin embargo, la plena aplicación de las reformas es esencial, y un nuevo impulso puede ser necesario para combatir la informalidad y para impulsar la lucha contra la corrupción.

El pronóstico de la OCDE del crecimiento del PIB de nuestro país para este año es un poco superior al 2.44 por ciento estimado por los analistas económicos consultados por el Banco de México en su encuesta del mes de mayo y se encuentra dentro del rango estimado por el Banco de México, que es de entre 2.3 por ciento y 3.3 por ciento.

Interesantes resultan las observaciones de la OCDE en relación con las reformas estructurales que se derivaron del Pacto por México y más interesantes en lo que a la lucha contra la corrupción se refiere en estos días en que el Congreso federal discute el tema sin llegar a acuerdos.



Leído en http://www.criteriohidalgo.com/a-criterio/economia-estancada



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