El presidente reconoció que el reportaje difundido por la periodista Carmen Aristegui en 2014 causó “gran indignación”. La investigación revelaba que el mandatario y su esposa, la actriz Angélica Rivera, poseían una lujosa mansión en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. La casa fue construida y vendida por una de las empresas de Juan Armando Hinojosa, que ha sido favorecido con más de 80 contratos por la Administración del presidente priísta. La revelación llevó al despido del equipo de periodistas y obligó al Gobierno a abrir una investigación por un presunto conflicto de interés. La Secretaría de la Función Pública (SFP), parte del Gobierno, no encontró delito tras meses de pesquisas.
Peña Nieto ha reconocido esta mañana que cometió un “error”. Dijo que los funcionarios públicos son también “responsables de la percepción que generan”. Dijo que a pesar de no haber violado ninguna ley su familia resultó afectada. Además, el caso “lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno”.
El presidente mexicano, que tiene una aprobación del 29% según un sondeo de julio, ya había pedido perdón por el escándalo que lastró su gestión. El 21 de agosto de 2015, un día después de que el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, lo exonerara de cualquier acusación a él y a su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, envuelto en una polémica similar. En ese entonces, el presidente ofreció "sinceras disculpas" a quienes se sintieron “lastimados o indignados” con el tema.
Leído en http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/18/actualidad/1468873279_561458.html
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