Declaró que se contó con la colaboración de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, del Instituto de Ciencias Forenses de la procuraduría capitalina, así como el Laboratorio Viral Requisition en San Antonio Texas, que se especializa en grandes primates.
Sin embargo, dijo que no se reinstalará al director general de Zoológicos y Vida Silvestre, el médico veterinario zootecnista, Juan Arturo Rivera Rebolledo, quien fue separado del cargo para permitir la investigación.
Durante la mesa de trabajo que se efectuó en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la funcionaria dijo que el gorila Bantú fue atendido en todo momento por alrededor de 20 médicos y técnicos especializados de los zoológicos de Chapultepec y Guadalajara.
Declaró que la preparación del traslado se hizo de acuerdo con los protocolos médicos-veterinarios internacionales establecidos por la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos (AZA, por sus siglas en inglés).
Indicó que los especialistas del Hospital "General MV. Manuel Cabrera Valtierra trataron de reanimarlo por más de treinta minutos, sin lograr revivirlo al sufrir un paro cardiorespratorio".
Señaló que la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UNAM diagnosticó que Bantú tenía "múltiples focos de fibrosis miocárdica con degeneración y atrofia de las fibras musculares".
"Esta lesión es consistente con la cardiomiopatía fibrosa, trastorno cardiaco crónico que se encuentra bien documentado en simios de este tipo al ser mantenidos en cautiverio. Es una enfermedad de causa desconocida", indicó.
A su vez, asambleístas como el diputado local del PVEM, Fernando Zárate, cuestionaron a la funcionaria de por qué si se sabe que los gorilas en edad avanzada como Bantú desarrollan problemas cardiacos se autorizó su traslado a Guadalajara sin realizarse estudios previos.
Todo indica, según el diputado Zárate, que este traslado respondía a intereses económicos y políticos con el alcalde de Guadalajara, quien pagaría un millón de pesos por llevar a Bantú para aparearse con dos hembras gorila en la localidad.
En tanto, el diputado local de Morena, Alfonso Suárez del Real, pidió a la funcionaria capitalina, Tanya Müller, le informara cuantas aves murieron por el permiso que otorgó el gobierno capitalino hace unos meses a una institución bancaria.
Lo anterior, dijo, con el propósito de que pudiera hacer uso de fuegos pirotécnicos en un edificio cercano al bosque de Chapultepec, ya que el fuerte ruido y luces alteraron a los animales de dicho zoológico.
Por otro lado, Tanya Müller informó que al 30 de junio del presente año la colección de estos tres zoológicos estaba integrada por 2,243 ejemplares, 279 especies distintas, correspondiente de estas el 50.2% a especies nacionales y 49.1% a especies exóticas.
En el zoológico de Chapultepec, en la fecha señalada se contaba con mil 284 individuos de 208 especies; en el de San Juan de Aragón, 677 individuos de 129 especies distintas, y en el de Los Coyotes había 282 ejemplares de 51 especies distintas, todas nativas.
Como cualquier colección zoológica, en este inventario se ubican animales recién nacidos, jóvenes, adultos y ejemplares geriatras, todos ellos están sujetos a condiciones de la naturaleza. Hay muchos, la gran mayoría, sanos; hay algunos otros que están pasando por alguna enfermedad que puede ser leve o un poco más grave.
Al respecto, Müller expresó que "me permito señalar que actualmente tenemos 127 ejemplares geriatras en tratamiento en las tres instalaciones".
Finalizó que los zoológicos tienen unos 58 millones de pesos para todas sus funciones, pero se requieren considerar por lo menos 200 millones por año para que efectivamente podamos seguir avanzando en toda la rehabilitación de las instalaciones del zoológico.
Llorar a lágrima viva...
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oliverio Girondo
Leído en http://www.economiahoy.mx/nacional-eAm-mx/noticias/7773694/08/16/Muller-dice-que-no-hubo-negligencia-en-caso-Bantu-y-pide-parar-oportunismo-politico.html
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