jueves, 20 de octubre de 2011

El circo Noroña hermanos En Privado Joaquín López-Dóriga


El mea culpa es siempre a
pecado pasado
Florestán

La actual legislatura en la Cámara de Diputados se ha convertido en rehén de Gerardo Fernández Noroña. Los diputados bailan al son que les toca; es él quien decide cuándo se suspende una sesión, cuándo puede continuar, cuándo se toma la tribuna y el tono de la discusión.
San Lázaro ha bajado a niveles pocas veces vistos, y ya como constante, en cuanto a la violencia verbal y física protagonizada por Fernández Noroña.
El miércoles de la semana pasada interrumpió a gritos e insultos la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna; el jueves, ante el pleno, se enfrentó al presidente de la Mesa Directiva, Emilio Chuayffet, que le negó la palabra, por lo que subió hasta su curul para increparlo desde su propio micrófono.
El martes, Chuayffet dio por terminada la sesión con el argumento de falta de quórum cuando fue por el enfrentamiento de Noroña con el vicecoordinador panista Carlos Alberto Pérez, quien, debo decirlo, le faltó el respeto a la diputada 501, la asistente de aquél que ocupa permanentemente una curul a su lado, lo que le sacó de quicio y llevó a activar su megáfono para tacharlo de asesino, misógino, cobarde, miserable, canalla y majadero.
Ayer miércoles, se tuvo que dar por terminada la comparecencia del secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien, cierto, provocador, les dijo ustedes salieron buenos para criticar y malos para legislar, lo que ofendió la sensibilidad de Noroña, quien le gritó: ¡Esto no se puede tolerar! ¡Qué está pensando este majadero! La sesión fue suspendida y la comparecencia cancelada entre empujones.
No sé si los diputados, en el fondo del reconocimiento social, hayan medido el impacto que este circo continuado tiene en la opinión pública, aunque me da la impresión de que no les importa.
De lo contrario, lo evitarían.
Por cierto, hoy vence el plazo para que aprueben la Ley de Ingresos y ni siquiera hay dictamen.
Retales
1. MINUTOS. La sesión del martes retrata el nivel de esta legislatura: tuvieron que guardar ¡dos minutos! de silencio en memoria del periodista Miguel Ángel Granados Chapa. En el primero sólo había diez diputados en el salón, por lo que se repitió a las 12:30, quedando en el Diario de Debates, un segundo minuto de silencio;
2. IGNORANCIA. La bancada del PT emplazó al presidente Calderón con una durísima pregunta sobre el número de desertores de las fuerzas armadas en los cinco años de su gobierno, lo que viene detallado en el Informe de gobierno. Y todo por no leer, y
3. CONDICIÓN. El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, reconocido con la Medalla Belisario Domínguez, me dijo ayer que sólo participaría en las elecciones presidenciales de 2012 si el PRD tuviera posibilidades reales de ganarlas, de lo que hoy está muy lejano. Y por eso no.
Nos vemos mañana, pero en privado.

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