jueves, 20 de octubre de 2011

Historias de reportero | Carlos Loret de Mola ¿El Presidente juega dos fichas?

Jueves 20 de octubre de 2011



En el equipo de campaña de Ernesto Cordero, aspirante a la candidatura
presidencial del PAN, dicen que Felipe Calderón no los apoya. Se quejan
de que esperaban mucho más, que apostaban a que habría operación
política, impulso desde el Estado al “delfín”.

Aseguran que nada de eso ha pasado. Que la operación política ha sido
realizada por los propios corderistas aprovechando que en muchos
sectores del PAN los reciben como “los favoritos del Presidente”, pero
que es sólo la fama y de ella se cuelgan. El presidente Calderón, dicen,
no parece “dar color” en el asunto, no parece definirse del lado de
Cordero Arroyo.

A esto atribuyen que personajes en la primera línea de trabajo de Los
Pinos estén activamente participando en la campaña de Josefina Vázquez
Mota. Es el caso de Roberto Gil, secretario particular del presidente;
Patricia Flores Elizondo, su ex jefa de Oficina, y Jorge Manzanera
Quintana, operador político panista sin el que muchos consideran que
Calderón no hubiera ganado la candidatura presidencial de su partido,
hace seis años, a Santiago Creel.

Del lado de Cordero trabajan más figuras del equipo del primer
mandatario, aunque su respaldo no ha marcado diferencia en las
encuestas. Destacan los casos de la vocera presidencial y de seguridad
nacional, Alejandra Sota; el secretario del Trabajo, Javier Lozano, y
quienes no tienen una participación tan protagónica, pero que lo
respaldan, como Meade de Hacienda, Pérez Jácome de Energía, Vega
Casillas de la Función Pública, el doctor Córdova apenas salido de Salud.

En este contexto, fue interesante el movimiento político de El Yunque,
el grupo más conservador del PAN. Su figura rumbo al 2012, el gobernador
de Jalisco, Emilio González Márquez, declinó sus aspiraciones y los
líderes se acercaron a Cordero: el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel
Oliva, lo acompaña a muchos actos; el hijo del mandatario de Morelos,
Marco Antonio Adame, se expresa en su favor, y los más cercanos a
González Márquez también. Pero la base se dividió, a juzgar por los
estudios de opinión —realizados entre militantes y adherentes panistas—
que están en los “cuartos de guerra” de los aspirantes.

Para muchos, con estos elementos el presidente Felipe Calderón tiene
plan “A” y plan “B”. El primero, desde luego, es que su gran amigo, su
hombre de confianza, el más cercano a él, Ernesto Cordero, se quede con
la candidatura. El segundo es que recaiga en Josefina Vázquez Mota, a
quien a lo largo del sexenio han llegado muchas señales de que no le
confían del todo, pero tampoco parece haber episodios de traición u
oposición que reprocharle. Creel, claro, es para el gobierno el antiplán.

*SACIAMORBOS*

Altos jerarcas del PRI expresan vehementemente, en privado, que la
salida a la crisis de inseguridad en el país viaja en la ruta de
administrar, negociar con los jefes de plaza del narcotráfico.

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