En el documento de la Cámara alta, por ejemplo, quedó establecido que a falta absoluta del Presidente de la Republica, la titularidad del Poder Ejecutivo la asumirá provisionalmente, el secretario de Gobernación; en caso de falta de este, el secretario de Hacienda, “y, a su falta, el secretario de Relaciones Exteriores.”
Dice la Minuta (artículo (83): “El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente o con le carácter de interino o substituto, en ningún caso, y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto.
Inexplicablemente, los senadores olvidaron incluir un “candado” que acotara la permanencia del mandatario “provisional” (tercera figura utilizada en el documento). Es decir, podría prolongarse en el poder por tiempo indefinido. En San Lázaro se levantaron suspicacias. ¿Omisión involuntaria?
Los diputados coincidieron en la necesidad de poner un límite a la permanencia del “provisional”. José Luis Correa, PRD, y Felipe Solís Acero, PRI; hicieron una propuesta al pleno: 60 días como plazo máximo, sin posibilidades de elegirse. Fue admitida. Una forma contundente de echar abajo cualquier tentación derivada de la condición humana.
El diputado Carlos Flores Rico nos asegura que en la futura Ley Reglamentaria de la Reforma Política se proyecta, además, una previsora prohibición. El Presidente de la Republica y el secretario de Gobernación no podrán viajar en el mismo avión o vehículo terrestre. Una disposición inspirada en el ejemplo de Estados Unidos.
Más en http://www.elarsenal.net/2011/10/29/el-falso-borrachazo-y-la-substitucion-del-presidente/
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