Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, ha puesto sobre la mesa una posibilidad con buena dosis de lógica: que hoy o el martes, cuando se anuncie el resultado de las encuestas para determinar al candidato delas izquierdas, se cante algo parecido a un empate que mandaría las cosas a… un desempate.
A partir de las preguntas de la encuesta, las respuestas predecibles y de una proyección política con los eventuales resultados, Roy concluye: “No se declara ganador. Hay incertidumbre; emoción; misterio; la atención pasa al PRD; ya no sería AMLO el seguro candidato; se alargaría la decisión y el 18 de diciembre iniciaría la precampaña con entusiasmo por la militancia, habría un interés público que no lograron en 2005, cuando le dejaron ese espacio al PAN. En este caso, los 45 días de precampaña tendrían no sólo sentido, sino interés y atención pública”.
Si así lo pensaron los estrategas de Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, la idea parecería una genialidad, pues las izquierdas no sólo se mantendrían unidas, sino con dos vigorosos candidatos que, a fin de cuentas, estarían haciendo una muy atractiva campaña para la misma causa; jalando cada uno a sus desconfiados y agresivos seguidores a un mismo proyecto.
La historia de la famosa encuesta habría comenzado a finales de octubre y estaría terminando en febrero. Para entonces, además, se sabría quién es el candidato del PAN y, en una de esas, Enrique Peña Nieto podría no estar tan fuerte como hoy.
La alianza PRD-PT-Convergencia estaría formada y las listas de candidatos a diputados y senadores perfiladas. Ahí se cantaría al ganador.
Tiene lógica. Aunque dudo que lo hayan pensado así. Y dudo más que los dos tengan tanta paciencia.
Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9060050
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