sábado, 26 de noviembre de 2011

La maniobra michoacana Pablo Hiriart



Que Michoacán es un estado penetrado por el narco, ya lo sabemos. Que las pandillas criminales tienen intereses políticos, es obvio.

Lo que estamos viendo con la grabación en el municipio de Tuzantla aún no acaba de enseñar bien su perfil, pero no es menor ni es casual.

Apunta en dos direcciones, no necesariamente excluyentes: el inicio de una campaña del terror contra un partido contendiente en los comicios del 2012, o anular la elección presidencial en caso de que gane el PRI. Eso es lo que parece.

La grabación que presentó Milenio fue precedida de señalamientos de la dirigencia del PRD y de la candidata del PAN, en el sentido de que el narco “operó” en favor del PRI.

Cuando se dio a conocer la conversación telefónica sostenida en el municipio de Tuzantla, salieron los candidatos perdedores a decir: “ya ven, sí participaron los narcos”.

Tuvieron el aval periodístico para fundamentar sus acusaciones.

La primera pregunta que salta a la vista es por qué si el gobierno federal tiene la capacidad para ubicar a los narcos y grabarlos, no los detiene.

Además, por qué el partido gobernante en el país se queja de la participación de los narcos en las elecciones, cuando su responsabilidad es impedir que ello ocurra.

Es explicable que las denuncias vengan de un partido de oposición, pero si la queja viene del gobierno hay que leerla como la admisión de una derrota.

Si plantean así las cosas, se arriesgan a que les digan que si no pueden contra el narco en un estado ni en un municipio, ¿para qué quieren seguir gobernando?

Silvano Aureoles, candidato perredista que quedó en tercer lugar en las elecciones, pide que éstas se anulen.

En la grabación de Milenio se dice que un grupo criminal (presumiblemente La Familia) presiona a una persona para que vote por el candidato del PRI, pues de ganar el PRD llegarían los Caballeros Templarios al municipio.

Dice, además, que el candidato del PRD, Silvano Aureoles, recibió dos millones de dólares de parte de Los Templarios (es decir, La Tuta) para su campaña.

Aureoles niega haber recibido ese dinero, pero pide que se anulen las elecciones.

Es decir, una parte de la grabación es mentira (la que lo involucra a él) y otra parte es verdad (la que perjudica al PRI).

A partir de esa grabación, se ha descalificado de antemano al ganador de los comicios en Michoacán, Fausto Vallejo.

Ese es el propósito de la filtración que hizo un sector del gobierno: señalar a un partido como el partido del narco. Digo un sector del gobierno y del PAN, porque en ambos casos hay más demócratas que enemigos de la alternancia.

Con la maniobra michoacana, ese sector fanatizado prepara el terreno para anular las elecciones presidenciales en caso de que gane el PRI.

Al menos eso es lo que parece.

Leído en http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=100002

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