¡Más educación, menos política! |
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11 Nov. 11
Claudio X. González Guajardo
¡Qué pena! ¡Qué pena!
Los partidos políticos se pelean por tener a la Maestra Elba Esther Gordillo y a sus huestes como aliados al perfilarse el año electoral del 2012. Quieren su apoyo, sus votos, pero no la imagen que les trae la asociación. Por ello, describen la posible alianza con el SNTE y con su partido, Nueva Alianza, como un tema de "competitividad electoral", en palabras de Enrique Peña Nieto y Humberto Moreira.
Que no se engañen y que no busquen engañarnos. Lo que se está transando son votos y la posibilidad de llegar al poder a costa de una mayor injerencia del sindicato y de las mejoras educativas que requiere el país para contar con mayor bienestar y ser más competitivo.
La Maestra Gordillo está jugando su juego y no va a ceder su apoyo hasta asegurar las posiciones que ella desea (en la Secretaría de Educación Pública, el Congreso, el ISSSTE, la Lotería...). Esa habilidad y descaro es lo que le ha permitido encabezar al SNTE, así como someter a quienes debieran ser autoridades educativas, durante las últimas dos décadas. Como ella misma lo describió en una reunión reciente con agremiados, el tema es de poder y únicamente de poder. Eso lo saben los candidatos y los partidos políticos, sobre todo el PRI, cuyos instintos básicos son de control y poder, no de desarrollo.
¿Y la educación de calidad? ¿Y los maestros, niños y jóvenes? ¿Y las escuelas? ¿Y el futuro de México?
Para muchos mexicanos, la alianza que buscan los políticos con el SNTE, a nivel federal y local, les muestra faltos de visión de país y les hace inelegibles. Y cada vez somos más los que clamamos que no se puede hipotecar el futuro de México en un intercambio de corto plazo que defiende intereses retardatarios. No podemos permitir que se siga secuestrando algo tan vitalmente importante como la educación de calidad por las intenciones de poder de unos cuantos. Político que quiera con el sindicato, que sepa que hay consecuencias negativas en imagen y votos.
¿Nuevamente queremos una Secretaría de Educación Pública controlada por el SNTE? ¿Queremos que se sigan bloqueando y atrasando reformas estructurales que nos pueden dar más y mejor educación para las generaciones futuras? ¿Queremos que las secretarías de Educación a nivel estatal sigan siendo dominadas por intereses sindicales? ¿Queremos seguir teniendo miles de comisionados y aviadores, que nos cuestan decenas de miles de millones de pesos y luego que no haya suficiente recurso para infraestructura escolar, capacitación magisterial y tecnología para la educación? ¿Queremos seguir poniendo en jaque a estados como Oaxaca y Michoacán, que bajo la férula de secciones magisteriales criminales (de la CNTE), dejan en la total indefensión a los niños y jóvenes de esas entidades?
La importancia de ciertos temas nos tiene que llevar a los ciudadanos a buscar todos los medios posibles para aislarlos de los vaivenes políticos y electorales. Entre estos se cuentan los de la seguridad, la estabilidad económica, el combate a la pobreza, la salud y, sobre todo, el de la educación de calidad. Estos asuntos están urgidos de políticas de Estado más allá de los derroteros del poder. Son demasiado importantes para dejarlos en manos de los políticos y mucho menos en manos de intereses creados en la materia. El SNTE y la Maestra Gordillo son interlocutores obligados en el tema educativo; ni los políticos ni los ciudadanos debemos llegar a dicha interlocución de rodillas, sino en una situación de legitimidad y con la fuerza de la razón.
La política barata y sin visión a la que nos tienen acostumbrados nuestros políticos nos sale muy cara a los mexicanos. Si quieren jugar con fuego, que se quemen ellos, no nosotros ni el futuro de México. ¿O me equivoco?
El autor es presidente de Mexicanos Primero.
Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/633/1265327/default.shtm
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