sábado, 12 de noviembre de 2011

Tiempos aciagos para la patria por Rosario Robles



La intención era escribir sobre la elección en Michoacán. Sobre los retos para la izquierda en uno de sus bastiones emblemáticos. De su incapacidad de entender que ese proceso, independientemente del peso electoral de la entidad, tiene un simbolismo enorme en la antesala de la presidencial de 2012. 


De que de haber asumido ésta como una batalla de gran importancia (como lo hizo el PRI con relación a la del Estado de México), no hubieran hecho de su elección interna una demostración de prácticas inaceptables y convertido la misma en un escándalo en el momento en que el perredismo michoacano y su candidato pedían el voto para refrendar el gobierno en la entidad. 


Si tuvieran la inteligencia para entender que ganar esa elección era trascendente para levantar el ánimo de una militancia que hoy no encuentra el camino y, además, hubieran dejado para después las ambiciones personales de dos de sus más importantes representantes y asumido esa trinchera como un lugar de trabajo cotidiano, en el que el territorio tenía que pelearse palmo a palmo, con la presencia permanente de una dirigencia que no puede sacudirse su condición profundamente burocrática. 


Iba a escribir que, sin embargo, a pesar de todo esto, no es cierto que los momios estén cargados para este domingo, que presume ser un día en el que habrá sin duda sorpresas. Se argumenta mucho el resultado de las encuestas que, en este caso, no parecen ser tan exactas por las condiciones de la entidad y la imposibilidad de encuestar con libertad. Cómo no responder que se apoya a la hermana del Presidente si en la esquina está el soldado, el militar. 


Cómo hablar con libertad si los encuestadores son secuestrados, como sucedió con los de Mitofsky y Parametría, y en ciertos territorios la delincuencia organizada está presente. Cómo hacerlo si hay violencia y miedo, no por culpa por cierto del gobierno estatal, sino de una estrategia dirigida desde Los Pinos y puesto en marcha por un michoacano, hoy presidente de la República. En eso estaba, pensando en Michoacán. Que me parecía importante señalar que esta elección había sido el experimento del gobierno federal que, apostándole al miedo, al temor, montó una campaña en la que hizo de la seguridad el leitmotiv, desentendiéndose de que son ellos los que llevan cinco años en el gobierno sin resultados tangibles en esta materia.


Más en http://impreso.milenio.com/node/9060664

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.