Se equivoca Andrés Manuel López Obrador en proponer, para darle vuelta a la absurda ley electoral, que se inscriban los tres presidentes de partidos que integran su coalición progresista como aspirantes a la
candidatura.
candidatura.
De poco serviría porque está obligado a repartir el espacio en radio y televisión en partes iguales con sus competidores. No es por ahí.
La fórmula ideal es: sólo un competidor más y éste debe decir que quiere encontrar fórmulas novedosas de campaña por lo que no quiere hacer spots de radio y televisión. Así, la mitad del tiempo la podría utilizar Andrés Manuel y la otra —ni modo— tendrían que ser spots institucionales. Si se registran cuatro candidatos, AMLO sólo podría aparecer en la cuarta parte de los promocionales.
En el mismo caso podría encontrarse el PRI, a menos que insistan en correr completa la simulación con Manlio Fabio Beltrones, quien en diciembre y enero tendría que salir en spots de tele y radio disputándole a Peña Nieto la candidatura. Me parece que el senador ya no está para esas cosas.
Por la misma razón, conviene al PAN llegar con tan sólo dos contendientes a diciembre.
Por cierto, si usted está leyendo este texto desde el extranjero o desde el país de la lógica, le pido una disculpa y explico:
Los partidos políticos aprobaron una ley que sobrerregula todo lo que sucede antes, durante y después de las campañas políticas. En el caso que no atañe, llamado tiempo de precampaña, dice el reglamento: “Si por cualquier causa un partido político o coalición, sus militantes y precandidatos a cargos de elección popular debidamente registrados por cada partido no realizan actos de precampaña electoral, los tiempos a que tengan derecho serán utilizados para la difusión de mensajes genéricos del partido político de que se trate”.
A partir de ese párrafo, una interpretación del Consejo General del IFE, a su vez sustentado con una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señala que si no hay contienda entre candidatos, no puede haber precampaña.
Entonces llegamos a este lío.
Este es el tamaño del absurdo: mañana es último día para registrar coaliciones, pero la ley incentiva que esas coaliciones vayan a ciegas, porque si tienen candidato, dan una ventaja enorme al adversario.
Así que AMLO ya anda en busca de quien colabore en la necesaria, justa simulación.
Yo me ofrezco a registrarme como aspirante, igual con otros partidos. Sólo para demostrar a esos genios que diseñaron nuestra ley la estupidez a la que nos tienen sometidos.
Y esto apenas comienza.
Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9063446
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