miércoles, 14 de diciembre de 2011

Panistas mentirosos: Froylán López Narváez.


Alguno de los dos, Josefina Vázquez Mota o Ernesto Cordero, miente sin recato. O ambos parcialmente. El ex secretario de Hacienda no se contuvo: las reformas legislativas no avanzaron por la ineficacia de la bancada panista, o sea por la conducción de la señora Vázquez. Esta ciudadana afirmó que el pretendiente presidencial, favorecido, hasta la fecha, por su patrón y viejo amigo, FCH, no tiene nociones de economía doméstica.

Cordero aseguró, oblicuamente, que sí había llamado a la habilidosa, más que talentosa, funcionaria foxiano-calderonista, pero que nunca había dicho que le había "salvado la vida" por haber conseguido la aprobación de una partida que le convenía. Mintió, en esa ocasión, por "faltar a la verdad". Pero no fue la única falta: inmiscuyó a Luis Carlos Ugalde, del IFE, "quesque" en el 2 de julio de 2006, Ugalde la llamó para decirle que Calderón había sido electo Presidente. Fue desmentida abiertamente.

Más que con Santiago Creel, a quien preferencias expresadas con el juego de las encuestas no le encumbran, se ha "agarrado" con reproches graves. Al reprobarle colateralmente (sin alusión directa a quien la hizo eminente en la Cámara de Diputados), la millonaria Vázquez estimó que había habido un aumento de la pobreza cuando era secretario de Desarrollo Social. Los opositores al paniato pueden consolidar el reclamo del empobrecimiento de la mayoría mexicana, sin recurrir a sus propias quejas y cifras.

Por más que tampoco la propia confesión no hace prueba plena tampoco en política, la rotundidad de las expresiones de la ex reportera y bisoña escritora robustece lo que informes internacionales han divulgado, México país de pobres. Maldita la gracia que ha causado este señalamiento al michoacano.

La trifulca de los pretendientes rijosos abrió espacio para que la Vázquez rasguñara verbalmente a su contrario actual al sostener que el secretario dual desconoce cuántos dineros se necesitan para requerimiento básico -sobrevivir-. Desquiciamiento de Cordero lo llevó a decir que con 6 mil pesos familias podrían conseguir, adquirir, una casa, un auto y pagar educación privatista, en colegios, que no escuelas para pobres. También para el teléfono y la luz.

Por sus faldas y sonrisa ad hoc, permanentes, la ex secretaria no menos dual pidió una tregua navideña para no ocuparse, en estos días, de confrontaciones con su copartidario. No la admitió Cordero, porque entiende que la democracia es competencia, discusión de ideas y debates. En febrero los círculos cerrados y las rendijas para panistas secundarios y circunstanciales señalarán quién habría de encarar electoralmente a Peñaajena (Fernando Rivera Calderón ironiza) y al amoroso, se propone, Andrés Manuel López Obrador.

Ernesto Cordero no ha andado de buenas con algunos correligionarios. No se sabe si con mentiritas o mentirotas, el delegado de Cuajimalpa que ha sido hasta la fecha, Carlos Orvañanos, le había hecho saber que su voto y compañía eran para el precandidato presidencial. Pero lo pensó y vio que llegaba la hora de la cargada y era mejor jalar con la señora. Pero EC compensó algo con la inclinación de la belicosa Mariana Gómez del Campo. Quién da menos, quién da más, habrán de calcular.

Las difamaciones y las imputaciones de mentiras y de fracasos de los secretarios foxianos -en su tiempo- y calderoniano, una a fuerza, pues ya sabe que no es la favorita del reino, y el otro sin respaldo oficial -no son de la incumbencia común, mucho menos popular. Por mucho que se placeen en la República, estos ciudadanos no han recogido sino comparecencias efímeras, recientes, escasas. Había de ver a los zombis del priato que acarrean o arman tumultos; beneficiarios como son del corporativismo enriquecido y sin vergüenza.

Como no se pueden establecer certidumbres, consensos confiables, a cada quien sus encuestones y sus haberes. Van a la zaga los panistas y no se prevé que pudiera engendrarse movilización electoral que les ampare para usufructuar más el Poder Ejecutivo federal y otros poderes.

Por supuesto los dramas homicidas en todo el país, la muerte de dos jóvenes en Chilpancingo, Guerrero, aportan conflictos que podrían ser de fatal importancia en los estados en donde el pobresorado y sus guías y azuzadores mantienen fuerzas y rencores explicables y difícilmente sofocables. Se ha concitado a réplicas activistas, así en Chiapas y Oaxaca, inmediatamente. A defenderse y a sancionar llaman.

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