Estamos de acuerdo, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) era algo así como la cúspide de los peores spots políticos de nuestro país.
Desde que comenzaron con aquella canción tan pavorosa, interpretada en un microbús, eran como para ponerlos de ejemplo de lo que no se debía hacer en materia de comunicación.
No, pero espérese, a pesar de esto, después sus anuncios empeoraron, empeoraron y volvieron a empeorar hasta llegar a los famosísimos mensajes de El Tata. Decadentes, deprimentes, groseros.
Era como si los señores de Morena tuvieran el enemigo en casa, como si quisieran perder. Por eso estoy gratamente impresionado con su nuevospot, el de María Rojo.
Le juro que es el anuncio más claro, inteligente y hermoso de todos lo que se han hecho en las precampañas, una demostración de que la gente de Morena aprendió la lección y de que supo corregir. ¡Bravo! ¡Felicidades!
En el remoto caso de que usted no lo haya visto, ¿cómo es?
Tenemos a María Rojo en plano americano, en el marco de una puerta de lo que parece ser una oficina, hablándonos directamente a nosotros mientras la cámara se va acercando muy lentamente.
La señora pregunta: “¿Tú quieres que las cosas cambien o sigan igual? Tienes el poder de elegir entre seguir dominados por la corrupción y las falsas promesas de siempre o darle la oportunidad a los que de veras saben hacer bien las cosas.
“Trabajemos por el México que siempre hemos querido. Tú tienes el poder en las manos y yo, María, de corazón, te lo digo: sí hay de otra. El cambio verdadero está por venir”.
En eso la pantalla se va a negros y entran los logotipos de Morena y el PRD sobre un ribete amarillo bastante agradable.
¿No es genial? Independientemente de la impresión que usted tenga o no tenga de Morena y del PRD, esto es excelente.
¿Por qué? Porque esto sí es un spot político, esto sí es un spot de precampaña, sí tiene una identidad, sí nos prepara para lo que está por venir y sí tiene una propuesta.
Fíjese bien cómo inicia, con una pregunta, y no es una pregunta cualquiera, es una pregunta que nos remite a la idea más socorrida en la historia de las elecciones de nuestro país: la idea del cambio.
Con todo lo que estamos viviendo y con toda esta tendencia de volver al pasado, ya se nos había olvidado lo que teníamos en mente en 2000 y 2006, la idea de un cambio, de superarnos, de ser mejores.
Luego, hablándonos de tú, doña María nos empodera, nos recuerda que los que mandamos somos nosotros, que usted y yo tenemos el poder.
¿De qué? De elegir. Vienen elecciones. Morena y el PRD las están promoviendo, nos están confirmando que sólo participando en ellas vamos a llegar a algo.
¡Guau! Qué diferencia con otros comerciales de otros partidos que de una manera muy perversa nos están invitando a no votar porque, según ellos, todo se va a acomodar solo, en automático.
Ahora, tampoco se trata de un spot light, doña María habla de corrupción y de falsas promesas, pero lo hace con una elegancia que lejos de ofender nos hacer reflexionar, nos sensibiliza.
Pero lo mejor de su spot es lo que viene después, porque con una humildad insólita la señora nos pide que le demos una oportunidad a su gente, sólo que ella, en contraste con los anuncios de Santiago Creel, que también nos piden una oportunidad, no nos habla desde la perspectiva de la derrota, nos habla desde la perspectiva del éxito.
Su gente es la que sabe hacer “bien” las cosas, no la que perdió. ¿Se da cuenta de la destreza que hay en este mensaje? Es: somos humildes, pero somos buenos. Considéranos.
Posteriormente viene algo que a mí se me hace muy interesante: “Trabajemos por el México que siempre hemos querido”.
Ojo, aquí no es como en los spots del PRI o del Partido Verde, donde la promesa es que todo nos lo van a regalar porque siempre hemos sido unos mantenidos de primera.
No, en el anuncio de Morena y el PRD, el progreso se obtiene trabajando y, lo más sensacional de todo, trabajando en equipo y por un mismo fin.
Qué buen spot, de veras, y qué buenos detalles los de la señora Rojo: hablar de ella solamente con su nombre, presentarse ante el público con ropa sencilla, de cara lavada, convencida, emocionada.
Estamos, definitivamente, ante el mejor anuncio político de la temporada. ¿A poco no?
¡Atrévase a opinar!
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