Enrique Peña Nieto dejó de lado el aislamiento en el que estaba el ex gobernador poblano Mario Marín y se reunió con él, con un grupo de empresarios y la dirigencia estatal.
Luego de casi un año en que el ex mandatario poblano se mantuvo aislado de las actividades de su partido, Peña lo recibió en público.
Sin embargo, evitó el saludo. La foto de ambos priistas juntos no sucedió. Mario Marín arribó al templete y se sentó en primera fila, pero a distancia del candidato. Estuvo en el lugar de los ex mandatarios, como hace mucho no se ubicaba, pues desde poco antes de entregar el gobierno en 2010, prácticamente desapareció de la escena política.
El estado que ahora es gobernado por Rafael Moreno Valle, un aliancista opositor, fue buen escenario para su retorno.
El inicio fue un encuentro con diversos empresarios y dirigentes partidistas, en el que el ex mandatario poblano intentó pasar desapercibido y sólo logró un tumulto de reporteros que dejó a más de uno lesionado en las escaleras.
Más tarde, acudió al acto multitudinario, junto con más de cinco mil personas que se dieron cita en el centro de convenciones en la ciudad de Puebla.
Coincidió con Enrique Peña en el templete, el ex góber precioso estaba ubicado en primera fila, pero el mexiquense logró evadirlo. Evitó los saludos, optó por agradecer en general y mantenerse a distancia.
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