martes, 20 de marzo de 2012

Carlos Puig -¿ADÓNDE VA NUESTRO DINERO?

Carlos Puig.

La Ley de Transparencia, la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y la fundación de institutos similares en los estados de la República y el Distrito Federal han logrado que hoy en México circule una enorme cantidad de información que por décadas estuvo vedada al público.

 Podemos saber mucho de cómo actúan los gobiernos, más, de hecho, que en muchos países con mayor índice de desarrollo que el nuestro. Es cierto que la información está a veces desorganizada o atomizada, que las burocracias se empeñan en crear laberintos que impiden su acceso y que hay lugares que aún se resisten a transparentar sus acciones. Pero nadie negará que hoy podemos saber mucho.

 La siguiente etapa en este proceso tendría que preguntarse qué hacemos con toda esa información. ¿De qué nos sirve saber?

 Mañana martes se presentará la más reciente edición del Índice Latinoamericano de Transparencia Presupuestaria. Resultado de una encuesta entre expertos del continente que utilizan en su trabajo la información de cómo se gasta el dinero de los contribuyentes.

No puedo adelantar el contenido del informe sobre México, pero sí subrayar las preocupaciones de sus autores sobre cómo pasamos de la transparencia a la rendición de cuentas efectiva.

Es decir, cómo utilizamos la información presupuestaria para, por un lado, evaluar cada uno de los programas y rubros del gasto, y con base en esa evaluación hacer los nuevos presupuestos, y, por otro lado, cómo utilizar esa información para combatir robos, abusos y otras corruptelas; comprobada ya la ineficiencia o ineficacia de la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación.

 Así lo dicen en el prólogo del informe Juan Pablo Guerrero y Helena Hofbauer: “El índice muestra que hay asignaturas pendientes y que la decepción es grande. La rendición de cuentas y la responsabilidad pública, que a estas alturas del partido tendrían que existir y dar resultados, siguen ausentes.

 “Por desgracia, los avances en transparencia —además de estar rociados de hoyos negros— no se han visto aparejados de logros en mayor responsabilidad política y en menor corrupción. Los beneficios de la transparencia no se han podido expresar en mejores controles al Estado y su burocracia, sus excesos, sus complacencias, su indiferencia, su cinismo y su impunidad. Y esto explica que los resultados de la encuesta sean tan pobres: a pesar de 10 años de presión y avances a cuenta gotas, la burocracia hacendaria nos sigue decepcionando”.

El ILTP se presenta mañana (hoy)  martes a las 7:30 de la tarde, en el hotel Emporio de la Ciudad de México.

Twitter: @puigcarlos

Leído en: http://impreso.milenio.com/node/9131863



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