Faltan 13 días para el inicio de la discusión del proyecto del ministroArturo Zaldívar, que propone la liberación “absoluta e inmediata” deFlorence Cassez.
Es mucho tiempo para ejercer presiones en uno u otro sentido.
En la Suprema Corte, sin embargo, rechazan que los ministros puedan ser forzados a votar en algún sentido. “Están blindados hasta de los comentarios en las columnas”, precisan, mordaces, en el máximo tribunal.
La explosiva propuesta, sin embargo, pone a la SCJN contra la pared. Los ministros tendrán que hacer verdaderos malabarismos para equilibrar la necesidad del “debido proceso” con los derechos de las víctimas. La posible liberación de Cassez, sentenciada a 60 años de cárcel por secuestro, dejaría muy mal parado a nuestro sistema de procuración de Justicia.
Daría también un fuerte argumento a los críticos de la propuesta deZaldívar: no se tomó en cuenta a las víctimas.
El ministro Zaldívar afirma que no se respetaron los derechos consulares de la francesa. Tampoco fue presentada inmediatamente ante el MP.
Esto, según Zaldívar, generó un “efecto corruptor” en todo el proceso penal, y “vició” la evidencia condenatoria.
El asunto, a pesar de su dimensión, no irá al pleno de la Corte.
“Se trata de un caso estrictamente de carácter penal, que corresponde resolver a la Primera Sala”, explicó ayer la ministra Olga Sánchez Cordero. La Primera Sala, recordó, no se pronunciará sobre la inocencia o la culpabilidad de los involucrados, “sino sólo del control constitucional de los hechos.”
En los pasillos de la Corte, por cierto, se comentaban ayer las posturas encontradas de la Secretaría de Gobernación y de la PGR frente a la propuesta de Zaldívar.
Mientras que la dependencia que encabeza Alejandro Poiré se comprometió a respetar el fallo de la Corte, sea cual fuere, la deMarisela Morales mostró su preocupación por los ignorados derechos de las víctimas. En el máximo tribunal ven con sospecha el argumento de los derechos de las víctimas.
“Llamar la atención sobre los derechos de las víctimas es querer tapar los errores de procedimiento (el montaje, por ejemplo) cometidos durante la detención de Cassez”, aseveran.
En el equipo de Josefina Vázquez Mota no saben cómo sacudirse al muy corderista alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal.
El cuestionado edil fue postulado, en el extremo de la torpeza, como candidato plurinominal del PAN a la Cámara de Diputados.
Apareció en la lista de pluris de Acción Nacional después de su negativa a separarse temporalmente del cargo, para ser investigado en el marco del trágico incendio del Casino Royale.
Por increíble que parezca, la inclusión del hermano de Jonás, el quesero, en esa lista, se hizo a propuesta de Gustavo Madero, jefe nacional de ese partido.
Larrazabal había ignorado, previamente, la petición, hecha por Madero, de que pidiera licencia para deslindar responsabilidades.
Su inclusión entre los pluris se consideró, internamente, como un “premio” a su indisciplina, y al abandono de los principios del partido.
El creciente descontento ha llevado a examinar potenciales soluciones a la crisis interna provocada por su inclusión en las pluris.
“Si es tan chipocludo, como dice, que vaya como candidato a diputado de mayoría. Si gana por esa vía, ya nadie protestaría”, sugirió un integrante del equipo de la candidata.
Josefina, por cierto, rendirá protesta, este domingo, como candidata a la Presidencia de la República.
Para ese acto eligió un emblemático lugar que evoca el color de su partido: el Estadio Azul, cuyo cupo es de 35 mil personas.
“Enrique Peña Nieto hará el suyo en el Auditorio Nacional, que sólo tiene diez mil lugares”, contrastan los chepinistas.
El DF mantiene trabadas las maratónicas negociaciones sobre las candidaturas de la Coalición Movimiento Progresista, a pesar de que tienen el tiempo encima.
“El Senado está casi listo. La bronca son los diputados. De 300 distritos sólo hay acuerdo en 45, aproximadamente”, aseguraban ayer fuentes cercanas a las negociaciones.
En los corrillos políticos corría la versión de que hay dos candidaturas al Senado para tres aspirantes: Manuel Camacho Solís, Alejandra Barrales y Mario Delgado.
La versión aseguraba que, para destrabar la negociación, a Mario Delgado le iban a proponer la coordinación de los diputados. Lo buscamos para preguntarle. “Son rumores. Vamos bien. Estamos cerca”, respondió el secretario de Educación del DF.
Arturo Sarukhan, embajador de México en Estados Unidos, andaba anoche de fiesta. Celebraba en Washington el reconocimiento de Diplomático Distinguido que entrega el Foreign Affairs Council (FAC).
El FAC es una organización independiente de Estados Unidos, que se dedica a promover las relaciones internacionales.
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