domingo, 20 de mayo de 2012

Manuel Espino - México, la razón para el diálogo.

Manuel Espino

A raíz del encuentro de este martes 22 de mayo entre Enrique Peña Nieto y la Asamblea Nacional de Líderes del movimiento Volver a Empezar, mismo que tengo el honor de coordinar, se ha generado un debate sobre el cual quiero hacer diversas precisiones.

Ya en la cuenta regresiva hacia el primero de julio, todos los ciudadanos —especialmente los que no militamos en ningún partido— tenemos la obligación de tasar con sumo cuidado las propuestas de los candidatos, analizar sus trayectorias públicas y valorar la viabilidad de sus proyectos.

Actuar con una genuina pluralidad democrática demanda reconocer que está en juego algo más grande e importante que nuestras preferencias partidistas o afinidades personales: el futuro de la república. Tenemos la obligación de superar simpatías superficiales y demostrar que hasta en el acto de votar podemos dar un testimonio de visión de Estado.

En ese ánimo, la Asamblea Nacional de Líderes del Movimiento Volver a Empezar decidió celebrar un encuentro con todos los candidatos a la presidencia de la república. De manera absolutamente abierta, se extendió una invitación a Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri.

Originalmente, se planteó celebrar el evento el 21 de abril de este 2012, pero Josefina Vázquez Mota afirmó tener complicaciones en su agenda. Por tratarse de la candidata del partido que actualmente tiene la responsabilidad del gobierno, se le corrió la cortesía de postergar la fecha un mes.

En esta segunda oportunidad, la candidata no respondió la invitación que oportunamente se le hizo llegar. Tampoco dio respuesta Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri afirmó que se le imposibilita asistir.

Habla mucho del estado de nuestra democracia que tres de cuatro abanderados hayan dado muestras de un escaso ánimo de tender la mano a movimientos cívicos apartidistas como lo es VAE. Igualmente, dejaron claro que poco o nada les interesa ganar votos con base en diálogos plurales.

Claro está que se abrió la puerta repetidamente y de manera absolutamente plural. Con rumores sesgados se ha dicho ya que se trata de una cargada o de una adhesión corporativa. Quizá por la militancia que ha alcanzado este movimiento algunos lo ven como un botín político o una fábrica de votos, pero nada está más lejos de la verdad.

Se trata de todo lo contrario, pues entre nosotros solo se encuentran conciencias libres.

Por ello, un diálogo entre VAE y Enrique Peña Nieto es una muestra de pluralidad, de ánimo constructivo y una reiteración del tipo de política que hacemos en este movimiento cívico: política de convocatorias abiertas, de encuentro, de conciliación, de plena pluralidad.

www.twitter.com/ManuelEspino
manuespino@hotmail.com

Leído en: http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=93336

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