martes, 19 de junio de 2012

Rafael Loret de Mola - Un Nudo de Agresiones/ Democracia o Fascismo

Rafael Loret de Mola
Comienzo con un comercial, tal como suena: los amables lectores ya pueden adquirir “Sin Redención” –Océano-, de mi autoría; como esperaba, la edición será muy limitada para cumplir con el contrato preestablecido con la Editorial Océano. Es muy posible, entonces, que la empresa no esté muy interesada en reeditar la obra para consumar así un ciclo en el que debí demandarla por el incumplimiento, y una censura alevosa, sobre la aparición y tiraje de “Nuestro Inframudo”, editada finalmente por Jus a donde, por cierto, arribó Rogelio Carvajal, mi antiguo editor, después de tomarse algo así como un año sabático.

Por lo demás, en el texto mencionado pueden encontrarse las causas y las respuestas de cuanto está sucediendo hoy, desde el pleito de Josefina –Chepina en confianza- con la poderosa “novia de Chucky” traducida a una guerra de anuncios espectaculares en la ciudad de México-, hasta los conatos de violencia en torno a los candidatos y las advertencias de “los jóvenes”, sobre todo los integrantes del grupo denominado “#Yo soy 132”, quiene ya se preparan incluso no sólo para una segunda marcha en contra del aspirante del PRI -¿no encuentran defectos en los otros tres?-, movidos por Andrés Manuel López Obrador, uno de cuyos hijos aparece como uno de los grandes promotores, de sitiar las casillas y las urnas el día de la jornada electoral. Si así es cómo se entiende la democracia, ¿podría alguien explicarme cómo puedo entender el fascismo que se desarrolla en torno de una sola voluntad mesiánica?

Pese a todo, observo, a esta hora de la recta final, muy seguro de sí mismo a Andrés Manuel, como si se guardara todavía un as en la manga. Desecha las encuestas –igual que en 2006- y propone que sus apoyos son “votos duros” para hacerlo “invencible” en su carrera hacia la Presidencia. Para este columnista, quien apreció y simpatizó con López Obrador durante largo lapso –es una confesión que hago a mis lectores con el previo acto de contrición-, Andrés dista mucho de ser el mismo político con la mente y la fe puesta en el servicio social, la cruzada por los pobres y, sobre todo, la maduración de una democracia bisoña, atrapada en los mil prejuicios de la muy larga “hegemonía” priísta.

Desde luego, no puede negarse que ha sido excepcional su crecida cuando, hasta hace un semestre, pocos, muy pocos –incluyendo a Marcelo Ebrard que prefirió guarecerse en espera de un turno posterior-, sopesaban la posibilidad de una victoria de la izquierda... y ahora hasta el derechista Calderón admite “que nada está decidido” orque hay “tres candidatos muy competitivos”. No habló de candidata pero se sobrentiende porque, desde luego, a Gabriel Quadri apenas lo toma en serio. López Obrador, en el arranque, parecía un cartucho quemado que levantó la inteligencia del actual jefe de gobierno defeño para evitar un despeñamiento nunca mejor dicho-, hacia el abismo de la intrascendencia. No obstante, pocos valuaron la intensa labor del personaje que llegó hasta el último confín mexicano para establecer compromisos sociales con los marginados y cuantos mal viven de sus ingresos cotidianos, casi sin esperanza ni fe en el futuro.

Recuerdo las palabras de su correligionario –si bien no su incondicional-, Carlos Navarrete, de impecable trayectoria dentro de la izquierda siempre, sobre las andaduras del tabasqueño:

--Parece un viejo misionero fundacional, caminando sin cesar en busca de la plegaria del triunfo.

Pensé entonces en cuantos, en España, hacen el célebre “camino de Santiago”, algo más de 850 kilómetros de serranías entre el linde con Francia hasta Galicia, con un báculo y un sombrero, hospedándose en hosterías baratas, en cada puesto de abastecimiento –esto es, a los kilómetros que marca la ruta como obligatorios para cada día; si te cansas duermes entre matorrales-, con el único fin de postrarse a los pies de la imagen del santo, uno de los apóstoles de Jesús, quien convirtió a la Iberia romana en uno de los mayores centros de la cristiandad. Lo hizo, además, sin más refuerzos que su propio impulso... así, como Andrés Manuel en cada región del país incluyendo las que están en manos de grupos subversivos o sublevados, un tema escasamente analizado en la perspectiva de los debates; vamos a ver si alguno de sus “jóvenes” cooptados se anima a abrir la mente e interrogarle sobre sus posibles contactos –inevitables, diría,- con los violentos. Este es un buen desafío para quien aspira a ganarlo todo y se muestra, cada vez, más intolerante.

No puede entender como puede lanzarse loas a la democracia, repeliendo a un candidato en las calles y vigilando las mesas electorales con amenazadoras actitudes, esto es con la disposición de inhibir a quien quiera votarle porque, sencillamente, así lo considere correcto. Esto es un verdadero atentado contra la libertad, la de expresión sobre todo ero también la de acción, que desmerece las convocatorias en pro de un modelo político en donde la participación cívica sea indispensable. ¿O sólo se refiere López Obrador a los incondicionales mientras envía al cadalso a sus críticos, quienes, seguramente de acuerdo a su criterio, forman parte de alguna conjura, o de un “complot”, en su contra? Bien haría en explicarlo. 

Fíjense: es tanta su obsesión al respecto que se da el lujo de orientar a sus seguidores para que escuchen o vean determinados noticiarios. En Televisa dijo que sólo confiaba en Brozo, el payaso convertido en líder de opinión, sin conocer que éste lo negó ante sus directivos y se sumó a la corriente que, durante el conflicto poselectoral de 2006, urgía a negarle espacios dentro de la poderosa emisora para responder a los insultos desde las diversas plataformas de un candidato encendido, aunque tuviera razón para ello, quien acusó de pertenecer “a la mafia” a muchos de los que ahora ha perdonado. Quizá por ello, hasta sus más radicales simpatizantes, digamos Gerardo Fernández Noroña, dudan ahora en apoyarlo a ciegas.

Vamos “a tientas”, como sugiere la lectura de “Sin Redención”, en busca de alguna luz a final del túnel que no aparece por desgracia. Porque, en el fondo, la mayor parte de los mexicanos admite tener serias dudas sobre cada uno de los postulantes y de la candidata del PAN, siempre tan comedida y ahora convertida en un títere o una periquita que repite las consignas de sus “expertos” catalanes que presumen de “hacer presidentes”. Busquen ustedes mismos, en la WEB Ostos$Solá y allí podrán encontrar la referencia por si dudan de mis asertos. Más pronto cae un hablador que un cojo, dice el refrán, lo que es aplicable, por ejemplo, al indefinido ex presidente Fox.

Los días por venir, de aquí a la jornada electoral, con anuncios de marchas “antis” –a mí me gustan más las de pro-, y concentraciones callejeras con mucho de rijozas, serán de extremo riesgo... aunque el señor Calderón, responsable de dar garantías a la ciudadanía para el ejercicio del sufragio, simplemente sonría cada que para detrás de un atril como si viviera en una especie de burbuja impenetrable.

Existe el peligro, sin duda, de que la todavía naciente democracia nuestra sea sólo un aborto en manos de los más intolerantes. Examinen bien lo descrito como parte del juicio a resolver el primero de julio. Gracias por hacerlo.

Denate

Insisto: es preocupante confundir la democracia con un arsenal dispuesto sólo para los incondicionales; eso nos conduce, irremisiblemente, hacia su antítesis, la aristocracia que se funde con el fascismo, propio de fundamentalistas. No podemos concebir escenarios en los que quienes se dicen repelentes a un candidato quieren impedir, a como dé lugar, que éste triunfe en las urnas.

Imaginemos que cuantos detestan a López Obrador por sus aires y desplantes mesiánicos, asumieran –como lo hicieron los Fox y no pocos empresarios en 2006- que fuera un peligro para la estabilidad nacional y se le negara el derecho a participar en los comicios; o que Josefina Vázquez Mota, la mujer que dijo no plegarse a la maestra Gordillo aunque la llamara “amiga”, fuera convertida en rehén de las tantas víctimas inocentes –entre 50 y 80 mil-, de la inútil guerra de Calderón que no redujo, en un solo gramo, las “exportaciones” de estupefacientes hacia los Estados Unidos. ¿Cómo suavizar el tremendo dolor de todas ellas?

Del mismo modo, no es admisible que por la negra historia del PRI se pretenda encasillar a su candidato, hostigarlo por las calles, insultarlo y tratar de intimidar a quienes han decidido votar por él, por las causas que se quieran, las frívolas o las de fondo, promoviendo marchas “anti” y dando indicaciones para copar las casillas para ver el desarrollo de las votaciones obviamente pendientes del arribo de los priístas. ¿Esto qué es?¿Democracia o fascismo? Díganlo los mismos jóvenes atraídos por la novedad de las llamadas “redes sociales” –desde un principio señalamos que serían un factor determinante-, y enjundiosos por participar sin meditar en cuáles debieran ser los deberes esenciales del votante: uno de ellos, el principal, no ejercer ningún tipo de violencia contra cuantos tienen opiniones diversas. ¿O vamos a tolerar que el marido imponga a su mujer el signo que debe cruzar negándole todo criterio? Es la misma línea, sin rebuscamientos, de cuantos por decirse “antis” estiman que tienen derecho a fustigar, perseguir y hasta maltratar a los seguidores del aspirante a quien aborrecen. ¿Tiene esto algún sentido?

Rescatemos a nuestra incipiente democracia de los farsantes que intentan manejarla a su antojo, como cuanto0s dicen que sólo la habrá... si gana Andrés Manuel y cancela las concesiones de las televisoras privadas a las que tanto aborrece; o cierra los diarios no afines; o exilia a sus críticos para no tener al enemigo en casa.

La intolerancia es el síntoma que desnuda a quienes se dicen demócratas y aspiran a encabezar una dictadura.

La Anécdota

Josefina tampoco era así. Al contrario, odiaba las mezquindades y se decía víctima de ellas por el machismo dominante. Hasta que, por instrucciones de Los Pinos, fue rodeada por una espiral de catalanes, encabezados por Antonio Solá, sin el menor escrúpulo moral y político. Y ellos le dijeron que “sacara de concentración” a sus adversarios durante el debate con alevosía y engaño. Y así lo hizo. La ambición por el poder, ni duda cabe, transforma a quienes aspiran a poseerlo o lo desempeñan. Y México, por desgracia, tiene una muy larga lista de personajes a quienes los ha corroído por completo. 

¿Tendremos que sumarnos al “recado” de Elba Esther a “Chepina”, señalando sólo “gracias por participar”? Es una pena que ella, la mujer que ha tenido las mayores oportunidades de alcanzar la Presidencia, no se haya mostrado como es sino como le dijeron que fuera.

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com.mx

Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/unnudodeagresionesdemocraciaofascismo-1309244-columna.html

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