viernes, 6 de julio de 2012

Katia D'Artigues - Calderón y la derrota del PAN

Katia DArtigues
Felipe Calderón Hinojosa no se va por las ramas. En la primera entrevista que da luego de que su partido fue votado y botado por los ciudadanos de Los Pinos, el aún presidente enumera algunos culpables del resultado, dice, “multifactorial”: El partido, la campaña, la estrategia, las candidaturas… y sí, su gobierno. 
Es más, dice: 
— Afirmo y creo que hay que refundar al PAN, hay que reconstruirlo desde los cimientos hasta la cúpula, piedra por piedra. 

Muy bien, vamos por partes, según lo dicho por el mismo “primer panista” del país. 

Justo Esa podría ser una de las primeras críticas: Que a la manera del PRI, ni Fox ni él supieron darle la vuelta al modelo priísta que desde Los Pinos se mandaba al partido gobernante, como un apéndice, sin pluralidad. 

El Partido. El PAN está dividido, desde hace tiempo. Si bien siempre han tenido grupos que luchaban por lugares, ya en el poder la lucha se volvió peor. Había cargos, dinero… Cuando Calderón llegó a la Presidencia dijo claramente que lo había hecho pese a su Presidente (de partido, Manuel Espino) y todos sabemos que tampoco fue el candidato de Fox. Divisiones, por cierto, que nunca pudieron sortear y cuyo desenlace está a la vista: Espino y Fox llamaron a votar por Peña Nieto; el ala ultra del PAN, si quiere sólo ultra pragmática que más que apoyar al PAN buscaban que no llegara, al precio que fuera, AMLO. Y estaban dispuestos a ser seducidos por el PRI. 

En tiempos más recientes, la elección interna tampoco ayudó. La división ahí estuvo siempre. A veces, durante la campaña, Vázquez Mota parecía más un árbitro que alguien a quien apoyar. 

Está como para explicarse el verdadero papel de Gustavo Madero, quien regresó a su escaño a abrir espacios allá que no se vieron… Y el hecho de que nunca se percibió que Calderón la apoyara y llamara a cerrar filas con ella como Fox sí lo hizo en el 2006. La campaña y la estrategia. Fue un desastre. Desde sus primeros anuncios que más bien parecían escena de terror de Alfred Hitchcock hasta la indefinición sobre si eran una propuesta de continuidad del actual gobierno o si rompían. La (in)decisión estuvo presente al menos hasta la tercera parte de la campaña en el war room que más que cuarto de estrategia parecía mesa de debate (entre contrarios). Parecía que Josefina no podía coordinar un equipo y así aspiraba a gobernar un país. Había contradicciones de discurso entre un poder “ciudadano” y ser la persona —mamá— que quería cuidar a nuestros hijos como había cuidado a las suyas. Algo así como el maternalismo (vs. paternalismo) en el poder. 

El gobierno. Error de inicio: Empezar una lucha contra la delincuencia apresurada y sin el apoyo de otros factores políticos cuando aún estaba muy reciente el ganar una elección por el 0.56% de la votación y en medio de un ambiente con alta polarización. La rápida criminalización de inocentes víctimas llamadas “daños colaterales”: Chavos de Salvárcar, estudiantes del TEC de Monterrey, los hermanos Almanza Salazar. Sean quienes sean, los 50 mil muertos del sexenio. El caso de la Guardería ABC que no se atendió a tiempo. No cumplir con ser el sexenio del empleo, aun reconociendo que sorteamos bien una crisis económica “que vino del exterior” —como se repitió hasta el cansancio—. 

Decía un priísta: lo que hizo bien le salió mal. La extinción de Luz y Fuerza del Centro. 

Los osos en materia de justicia: el michoacanazo, Jorge Hank Rhon, “El Chapito”, entre otros. Ahora, vetar la Ley de Víctimas. 

El escándalo de corrupción de la Estela de Luz; no aprovechar los festejos del Bicentenario. A todo esto, ¿qué es del megacoloso? Y ah, gobernar con los más cercanos, quizá no los mejores. Carecieron de malosidad, quizá… 
Entre otras cosas, sólo revisión a vuelo de pájaro. Y consciente de que no revisamos —que podría ser materia de otro texto— los gobiernos estatales que perdieron. Me quedo sólo con una declaración de Juan Ignacio Zavala en W Radio el mismo 1 de julio: “….gobiernos poco cercanos a la gente, distantes, disfuncionales”. 

Pero no sólo estos errores cometió el PAN en estos 12 años. También están las candidaturas. Para muestra una de ellas. ¿Cuál? Se la digo en la edición online de esta columna, y el anzuelo que ya envió Vázquez Mota a Peña Nieto para un periodo extraordinario. La Operación Limpieza de AMLO en estas elecciones por las tarjetas y la postura del PRI sobre este enredado asunto. 

katia.katinka@gmail.com

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/calderon-y-la-derrota-del-pan

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