Vicente Fox Quezada |
Ahora, el éxito de nuestro país, su adscripción real al desarrollo, depende de que todos los ciudadanos participemos y nos incorporemos plenamente como sujetos activos. Uno para todos, ¡todos por México!
El mandato de cambio reclama un ejercicio democrático del poder, porque en la democracia los asuntos políticos siempre deben ser de dominio público y porque la transparencia de la gobernanza es un valor, pero sobre todo un ejercicio cotidiano.
Ahora, todos y todas debemos ser la voz, los ojos, los oídos de un vigilante de la democracia. Ahora todos y todas debemos convertirnos en garante del cumplimiento de los compromisos del primer mandatario. Ahora todos y todas aseguremos un buen gobierno que pondere al ciudadano y su bienestar como eje de sus acciones.
Todos y todas queremos, ahora y siempre, un México fuerte, un México próspero, un México seguro, un México exitoso.
Durante las elecciones pasadas manifesté abiertamente mi postura ante el proceso electoral que tuvo como conclusión el voto libre de millones de mexicanas y mexicanos que buscamos, a través de nuestro sufragio, que el destino del país sea retomado hacia la paz y la concordia.
Acepto mi responsabilidad por la postura asumida en la que busqué y voté lo mejor para México, anteponiendo el amor a mi patria, mi compromiso como ciudadano, mi aspiración al bien común para todos y mi deseo de que termine esta terrible violencia en la que estamos inmersos.
Terminemos con esta guerra absurda y sin resultados, alcancemos la paz y la armonía; ya pagamos un precio más que suficiente.
Me sumo ahora, con todo México, como vigilante y garante de los principios, valores y programas del nuevo Presidente de la República para:
Garantizar el camino exitoso de México para los próximos años, fundamentado en principios de democracia y libertad. En eso ni un paso atrás.
Vigilar el cabal cumplimiento del decálogo de compromisos asumidos en campaña por Enrique Peña Nieto, hoy presidente electo de todos los mexicanos.
Garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
Terminar la guerra inútil que dejó la anterior administración. Que lleguen la paz, la tranquilidad y la armonía.
Vigilar que se garantice a todo ciudadano una verdadera impartición de justicia, un absoluto respeto a los derechos humanos y el debido proceso jurídico. Nadie puede ser exhibido y declarado culpable sin juicio de por medio.
Seamos vigilantes eficaces para que el Congreso se preocupe verdaderamente por México, sus familias y sus comunidades, dejando atrás intereses partidistas, de grupo o particulares.
Apoyar, particularmente, las reformas fiscal, energética y laboral como camino a recobrar el empleo, el crecimiento y mejorar el poder adquisitivo perdidos en estos últimos seis años.
Garantizar y apoyar, con decisión, una verdadera revolución educativa de fondo.
Revertir el proceso de crecimiento de la pobreza y pérdida de ingreso a partir del 2008. Iniciemos una cruzada nacional en contra de la pobreza, por la justicia y la mejor distribución del ingreso.
Vigilar y garantizar la continuidad, con mayor vigor y eficacia, de todos aquellos programas que han sido causa e impulso para el crecimiento acelerado de clases medias y el mejoramiento real de su calidad de vida.
Asegurar la inclusión, el desarrollo humano y la protección de nuestros recursos naturales.
La elección quedó atrás, se ha resuelto la conducción de la siguiente etapa. Pongamos la mirada al frente y en el horizonte. Sabemos cuál es nuestro camino y destino, lleguemos juntos, unidos, fuertes. Que nadie quede fuera.
Tengamos confianza en nosotros mismos, en nuestro gobierno. Acotémoslo-apoyémoslo.
Emprendamos juntos la nueva travesía. Tengamos alteza de miras.
Es momento que mujeres y hombres trabajemos juntos. Es tiempo de que agricultores, campesinos, maestros, profesionistas, empresarios y legisladores trabajemos hombro con hombro para crear un México fuerte para todos. Es hora de remar parejo, es preciso que sociedad y gobierno desarrollemos un esfuerzo de gran aliento. ¡Unidos!
Debemos dar un nuevo impulso a la convocatoria de reformas del Estado, integrando las coincidencias que nos lleven a la construcción de un sistema político y a un Estado de derecho vigoroso y justo. Debemos anteponer a nuestras diferencias la única coincidencia posible: México.
La invitación a sumar, discutir, consensuar, acordar y decidir corresponde a todas las fuerzas y partidos políticos. Y a nosotros, los ciudadanos, ser vigilantes y garantes de la democracia. Es por México.
Estar al lado de México es estar al lado del éxito y del fortalecimiento democrático para igualar oportunidades para todos.
Un México de leyes, un México de justicia y oportunidades iguales, un México de reformas, un México de instituciones, un México vigilante y garante del mandato conferido será, siempre, un México fuerte. Hagámoslo. (El Universal)
Vicente Fox Quesada, Expresidente de la República
Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/vigilantesygarantesdelademocracia-1365078-columna.html
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