domingo, 9 de diciembre de 2012

Ricardo Alemán - Mancera, maestro de Marcelo y AMLO

Desde el primer día de su gestión como nuevo Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera dibujó los primeros trazos de una carrera política que, sin duda, lo llevará a la antesala de la contienda presidencial del aún lejano 2018.

Está claro que a estas alturas es imposible saber si, al final de cuentas, Mancera se convertirá en candidato presidencial. Pero lo que es evidente es que el nuevo Jefe de Gobierno va con todo por "la oportunidad de su vida"; la de ser Presidente de los mexicanos, con una escala en el Gobierno del Distrito Federal.

Y es que contrario a la indefinición y a los graves errores y horrores políticos de su antecesor –Marcelo Ebrard--, el señor Mancera ofreció señales contundentes de que no sólo va tras el título que lo convierta en el mejor Jefe de Gobierno, sino en un referente nacional de la seguridad y, sobre todo, el hombre que reclama la izquierda moderna. Pero vamos por partes.



Lider de gobernadores

La primera señal de que Mancera pretende ser un político nacional cuyo liderazgo trascienda el Distrito Federal la dio muy temprano, durante su mensaje de protesta al cargo en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Ante una veintena de gobernadores de todos los colores y partidos, Mancera propuso lo que podría ser su plan maestro para ser visto como líder nacional, mucho más allá que un mero Jefe de Gobierno del DF. Hablamos del programa "Escudo Centro". ¿Y que es eso?

Poca cosa, un programa estratégico de seguridad, combate a la violencia y contención del crimen organizado, que involucraría a todos los gobiernos de las entidades del centro del país y que, en términos generales, consistiría en crear una plataforma común –entre todos los gobiernos participantes--, de intercambio de información, vigilancia y trabajo conjunto, para convertir al centro del País en la región más segura de la Nación, con garantías mínimas para sus ciudadanos y, sobre todo, que permita estimular la inversión y el empleo.

De concretarse ese proyecto, el señor Mancera --que es el segundo gobernador en importancia del País después del Presidente, claro--, se convertiría en un líder político cuya trascendencia, imagen y popularidad rebasaría las fronteras de la capital del País. En pocas palabras, resulta que Mancera anunció que empezó a construir su liderazgo nacional, desde el mismo día de su toma de posesión. Pero ese es apenas el principio.

La alianza con Cárdenas

Resulta que el segundo mensaje claro y contundente de que Mancera va con todo por 2018, lo dio al anunciar que en su gestión había un lugar para la rehabilitación política de Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD, líder moral e histórico de las izquierdas en los últimos 25 años y a quien sus antecesores jubilaron.

¿Qué debemos entender cuando Miguel Mancera rescata del exilio a Cárdenas; cuando no sólo lo incluye en su Gobierno, sino que lo designa responsable de la imagen internacional de la ciudad y de su gestión? Los mensajes son mucho y de alto impacto político. Pero, sobre todo, tienen un punto de aterrizaje precisamente en 2018. ¿Tienen dudas?

Primero, vale recordar que Cárdenas es el padre político de Andrés Manuel López Obrador. Pero tampoco podemos olvidar que en sus ambiciones sin límite, AMLO cometió parricidio político en el año 2000, justo cuando asumió la Jefatura de Gobierno del DF. Resulta que López mató políticamente a Cárdenas y a su grupo, entre ellos a la aventajada Rosario Robles, para impedir que le arrebataran la candidatura presidencial en 2006.

Luego, como todos saben, Marcelo Ebrard también mantuvo lejos a Cárdenas, sea para no molestar a su jefe, a López Obrador, sea para impedir que en la carrera presidencial se metiera un tercero, de apellido Cárdenas

Sin embargo, hoy Mancera rehabilita a Cárdenas, precisamente para poner distancia de AMLO y de Marcelo –quienes jubilaron a Cárdenas--, y para restablecer la credibilidad en la izquierda mexicana; una que debe ser vista como distante del lopezobradorismo y de Marcelo Ebrard.

Pero acaso lo más importante de los primeros mensajes de Mancera como nuevo Jefe de Gobierno, es que parece que asistimos a un intento de jubilación del grupo político de Marcelo y AMLO. ¿Por qué? +++ Porque con Mancera convertido en un nuevo líder político, de influencia nacional, que representa a la izquierda moderna y que mantiene vínculos elementales de respeto y colaboración institucional con el nuevo Gobierno federal, se habrá terminado la etapa de división, distanciamiento y hasta divorcio entre el Gobierno federal y el de la capital del País.

Más aún, con el gobierno de Mancera, habrá terminado la etapa del grosero uso faccioso del poder, que en el GDF ejercieron de manera autoritaria y nada democrática los señores AMLO y Marcelo. Y claro, veremos la inauguración de un gobierno del DF que no sólo mantiene una estrecha relación de respeto y colaboración con el Presidente Peña Nieto, sino que coloca por delante el interés de los ciudadanos. Y sí, los mandantes son los jefes de los mandatarios.

El fin de los bloqueos

Y el mejor ejemplo del cambio de paradigma en la capital del País se produjo cuando no habían transcurrido ni 36 horas de instalada la gestión de Mancera. Y resulta que el naciente Jefe de Gobierno impidió el bloqueo de la Avenida Insurgentes, que intentaron un puñado de protestantes por las detenciones del 1 de diciembre –luego de los disturbios producto de un montaje político--, y que en el gobierno de Marcelo Ebrard hacían lo que les daba la gana.

Mancera envió a la policía e impidió el bloqueo de una de las principales vialidades del DF, lo que le ganó un reconocimiento generalizado. ¿Por qué? Porque los gobiernos de AMLO y de Marcelo toleraron toda clase de agresiones y desmanes contra los ciudadanos, en especial cuando los agresores que bloqueaban calles, avenidas, realizaban plantones y marchas, eran amigos políticos de AMLO o de Marcelo.

En cambio, el señor Mancera envió una primera señal de que la ciudad capital no será más de los violentos e irresponsables que joden la vida de las mayorías. Falta saber si Mancera resistirá la presión de los que ya pretenden tumbarlo. Al tiempo.

En el camino

Sigue ganando aplausos el Presidente Enrique Peña Nieto. Ahora fue Nuevo León, entidad en la que se inauguró como viajero frecuente a las distintas entidades del País. ¿Por qué arrancar sus giras en Nuevo León y en especial en Monterrey? El simbolismo es apabullante, sobre todo por el contraste entre ricos y pobres. En Monterrey podría iniciar la mudanza del modelo económico. Es decir, neoliberalismo con rostro humano.

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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