sábado, 29 de junio de 2013

Raymundo Riva Palacio - El Xolo mayor

PRIMER TIEMPO: ¡Cómo muerde el Xolo mayor! Cuando se designó a Fernando Castro Trenti como candidato del PRI a la gubernatura de Baja California, abundaron las descalificaciones al asegurar que había sido un “dedazo”. El líder nacional del PRI, César Camacho, siempre lo defendió porque, decía, iba arriba en las encuestas en el estado. Muy pocos le creyeron, pues todas las encuestas que no eran del PRI, mostraban que Jorge Hank Rhon, el excéntrico empresario que llevó el futbol, los “Xolos” y un campeonato a Tijuana era el más popular en el estado. El problema, siempre se dijo en el Centro, era su imagen nacional. Le enviaron mensajes que se aliñara, que se recortara un poco el pelo, que se deshiciera de esa barba totalmente anárquica que lo hacía ver más abotagado para que se ayudara. Hank escogió estar en las antípodas del modelo neopriista que busca imitar a Enrique Peña Nieto, pero su peso en votos no lo hacían una figura menor. Camacho viajó varias veces a Tijuana para persuadir a Hank de que no contendiera para que saliera un “candidato de unidad” y le ofrecieron cargos de elección popular a sus cercanos. Al final dijo que estaba de acuerdo, salvo que vetaría al diputado Fernando Castro Trenti. Con la novedad, respondió Camacho, que precisamente sería Castro Trenti el candidato. Hank se enfureció, de acuerdo con quienes conocieron de la negociación, pero al final, les confió Camacho, estuvo de acuerdo. A una semana de la elección, eso ya no parece real. No ha hecho nada por el PRI y, de manera indirecta, mucho por el PAN. Lo primero fue regresar al estado de México a Isidro Pastor, quien era su operador político y a quien le había instalado un centro de control político electoral en su hipódromo en Tijuana. Pastor, el hombre que convirtió al estado de México en los primeros años de la primera década del siglo en una máquina de votos, fue enviado de regreso a Toluca, donde ahora trabaja para el gobernador Eruviel Ávila, al igual que los otros operadores mexiquenses que se habían ido a Tijuana para ayudar a Hank a conquistar la gubernatura. “Sin Pastor, el PRI perderá hasta ocho puntos”, dijo un experto en temas electorales. Si no pierde, dejaría de ganar. Hank no tiene que jugar contra Castro Trenti de manera frontal. Con los pequeños movimientos de ajedrez que está haciendo, le ha infringido, cuando menos hasta ahora, bastante daño.





SEGUNDO TIEMPO: ¿Para qué lo haces enojar? Su historia de amores y odios viene de tiempo atrás. Si no amigos, Fernando Castro Trenti, candidato del PRI al gobierno de Baja California, y Jorge Hank Rhon, el priista más fuerte y con mayor popularidad en el estado, abrevaban en el mismo establo político de Manlio Fabio Beltrones, hoy coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, y trabajaban para los mismos proyectos. Caminaron durante mucho tiempo hombro con hombro, como cuando Hank ganó la presidencia municipal de Tijuana en 2004 y convirtió a Castro Trenti en su secretario de Gobierno. En 2007, al buscar por primera vez la gubernatura, nombró a Castro Trenti su coordinador de campaña, pero hacia el final del proceso comenzaron sus problemas. Hank necesitaba la movilización de militantes para enfrentar al candidato del PAN, José Guadalupe Osuna, quien además de sus correligionarios, tenía el respaldo de la maestraElba Esther Gordillo, que ordenó la maquinaria magisterial a favor del azul para impedir que un amigo y aliado de su odiado rival, Roberto Madrazo, que como dirigente del PRI ayudó a pavimentar su salida del partido, ganara. Hank, un político millonario, tenía los suficientes recursos para poner en marcha a la maquinaria electoral terrestre, que sin embargo permaneció estática, inútil e ineficiente el día de la elección. Contaba con el respaldo del PRI y del dinero, pero había perdido en la calle y las urnas. Toda la furia se dirigió a su coordinador de campaña, a quien llegó a acusar veladamente de haberse quedado con un millón de pesos. Castro Trenti siempre lo negó y Hank nunca fue más allá de la palabra rencorosa. Los maledicentes decían en Tijuana que la casa que había comprado Castro Trenti en San Diego había salido del dinero de la campaña del 2007, pero nunca aportaron mayor prueba. No las tenían en el entorno de Hank, aunque de lo que sí estaban en posesión era de las cinco casas y departamentos de Castro Trenti en México y Estados Unidos. Ya van dos que se hacen públicas con el fin de desacreditarlo. ¿De dónde salieron los tiros de precisión que hizo el PAN en los últimos días de la campaña? De la fortuna, de la buenaventura o, como sucede más frecuentemente, de quienes están heridos. Son ellos a los que nunca debe descuidar un político, porque son ellos quienes pueden sepultar sus ambiciones.

- TERCER TIEMPO: Con mi amigo, el de los “Xolos”. Difícilmente podría haber sido tan certero en golpear al centro de la herida, pero Francisco Vega, “Kiko”, como le dicen, candidato del PAN a la gubernatura de Baja California lo logró en el último tramo de su campaña electoral esta semana. “Yo soy un demócrata y vengo de una contienda que gané claramente”, dijo. “Y si hubieran consultado a la militancia del PRI –disparó-, estaría compitiendo contra el ingeniero Jorge Hank”. Muy probablemente. Hank, mal visto en el país, es bien visto en Baja California, y en Tijuana particularmente, donde está el 50% del electorado. Quien lo dejó a la orilla del camino por decisión suprema, Fernando Castro Trenti, tiene una buena imagen nacional, pero carece de carisma en el estado que quiere gobernar. En las peculiaridades de la política, Hank y Castro Trenti, camaradas durante largo tiempo, están confrontados, mientras que “Kiko” Vega, en el 2007 cuando acusa Hank a Castro Trenti de haberlo dejado ir al garete cuando compitió por el gobierno estatal, trabajó, inclusive contra el candidato del PAN, a favor del polémico empresario priista. En política, el agradecimiento siempre es útil. ¿Aportó dinero Hank a la campaña de Vega?, es una de las grandes interrogantes del actual proceso electoral. ¿La revelación de las propiedades de Castro Trenti son “fuego amigo”?, es la sospecha que crece. ¿Tendrá una participación activa Hank la próxima semana, en vísperas de la elección?, es la duda. Para Castro Trenti, el ideal sería que Hank lo respaldara, pero más allá de prestarle el estadio de los “Xolos” para su cierre de campaña, se ve difícil que haya una colaboración mayor. Algo bueno sería que se mantuviera totalmente al margen del proceso. La pesadilla es que Hank sí opere políticamente, pero en contra del PRI, que es una idea que cada vez se asienta más ante la imposibilidad de haber arreglado desde un principio, que si el priista más popular en el estado no iba a ser candidato al gobierno, tampoco deberían de haber impuesto a su principal enemigo. La ecuación no sale, y se verá si en los próximos días cambian la fórmula y el experimento les sale exitoso.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

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