jueves, 18 de julio de 2013

Mi acción desde fuera de la campaña: (Continuación de: México La Campaña Presidencial de 2012 Part. VI).

México
La Campaña Presidencial de 2012


Mi acción fuera de la campaña

El 31 de mayo quedé fuera de la campaña. López Obrador me separó de su equipo, pero el PRI me puso en el centro de su agenda. Se desató un festival infinito de agresiones, descalificaciones, difamaciones, insultos y amenazas sobre mí, sobre mi familia y sobre la campaña de AMLO.

Ni la campaña de López Obrador, ni yo personalmente, podíamos resistir, en silencio, esa catarata de golpes. Quise comunicarme con López Obrador, le escribí a César Yáñez, a Claudia Sheinbaum, a Ricardo Monreal y a muchas otras personas importantes del equipo de campaña, con una propuesta de manejo de crisis, con documentos para divulgar, pero nadie me contestó. 



Solo y aislado, decidí actuar por mí mismo. Desde mi pequeña trinchera de Twitter, me enfrenté con el PRI y con su campaña sucia. Divulgué documentos que fueron levantados en la prensa. Algunos periodistas decían que era una buena respuesta, pero tardía. Me preguntaban por qué había demorado tanto en responder. Difícil que alguien imaginara que quien parecía ser uno de los voceros de López Obrador de más alto perfil en ese momento, ya no pertenecía a su campaña ni tenía ningún contacto con ella.

Al pasar los días, las presiones se hicieron más fuertes. En la prensa, el PRI exigía un examen de mi situación migratoria y que se me aplicara el artículo 33 para expulsarme de México. En el sitio del IFE pude ver un spot que se emitiría en los días siguientes. En ese spot se me criminalizaba, se utilizaba mi imagen y mi voz, asimilándome, en una sucesión de imágenes, a Bejarano recibiendo dinero clandestino.



  


En un momento en el que todos los fuegos del PRI se dirigían contra mí, donde había riesgos evidentes para la seguridad de mi familia y la mía, López Obrador me dejó librado a mi suerte, desconectado y bloqueado de todos mis amigos de la campaña. Sin preocuparse por si necesitaba algún tipo de ayuda. Tampoco hubo ninguna consideración hacia lo que pasaba con la campaña, no hubo ningún manejo de crisis, solamente hubo una negación del problema, silencio completo, y negación de la responsabilidad que le cabía a todos, especialmente a quienes habían organizado el evento y habían presentado una información engañosa de las personas que presuntamente querían colaborar con la campaña.

De manera paradójica, el PRI era la única organización que percibía claramente mi papel en la campaña que había logrado igualar a Peña Nieto, habiendo partido de una distancia de cuarenta puntos porcentuales. El objetivo del PRI no era golpear a López Obrador con el asunto del Charolazo, su objetivo era forzar mi salida de la campaña y dejar a su adversario sin estrategia.

A partir del 1 de junio, la ausencia de estrategia en la campaña de López Obrador comenzó a quedar en evidencia. El crecimiento de su intención de voto se detuvo de manera abrupta, algunas encuestas registraban ya una caída. Aislado y fuera de la campaña, hostigado y amenazado, habiendo retirado a mi hijo del Colegio Westhill, donde asistía, decidí irme de México a un lugar más acogedor y seguro. El 6 de junio de 2012 me fui con mi familia a Lima. En donde estuvimos hasta pasada la elección de julio.


Una carta falsa y un pedido de derecho de réplica a Joaquín López Dóriga.

Desde mi separación del equipo de López Obrador, cuidé mucho de que no trascendiera públicamente esta situación. Consideraba que sería una muestra de debilidad y de crisis que debilitaría la campaña. Me enfrenté de manera bastante violenta al PRI, para hacerles saber que no tendrían ninguna ventaja política atacándome a mí, pero sobretodo para neutralizar su ofensiva a la campaña de AMLO.

Aparentemente los golpes que le estaba dando al PRI, empezaron a molestar su estrategia de campaña. Sufrí varios intentos de hackeo de mi sitio web, que no fueron, sin embargo, exitosos. Pero un día Joaquín López Dóriga leyó en su programa radial, una carta falsa que se me atribuía, donde trataban de mostrar que me despedía de la campaña de AMLO haciendo críticas hacia dentro de ella. Esa carta la habían publicado en un sitio espejo con el nombre de dominio http://www.costaboninno.com sitio que, aún hoy, está activo. Un nombre casi idéntico al de mi sitio verdadero, www.costabonino.com , pero que contenía una n de más agregada a la última n del nombre, haciendo una doble n final. Todo lo demás estaba idéntico y ponían la carta falsa en la portada. El texto de la carta era el siguiente:



A LA OPINIÓN PÚBLICA MÉXICANA, A 21 DÍAS DE LA ELECCIÓN
11 de junio de 2012


A partir del conocimiento público de la cena realizada en casa de Luis Creel, el pasado 24 de mayo, en la que participé a invitación de Luis Mandoki y el mismo Luis Creel, me veo obligado expresar un último posicionamiento sobre este asunto.

Empiezo por reiterar, como dije en mi primer carta, que la reunión fue de carácter privado, y que esa privacidad fue violada mediante una grabación clandestina e ilegal que se está usando para afectar la campaña del candidato Andrés Manuel López Obrador.

Como asesor, siempre he considerado que todos los países ponen en práctica diversos instrumentos para la captación de recursos privados en apoyo a las campañas electorales.

Pero desconocía el artículo 33 de la Constitución mexicana, y todas las disposiciones legales de este país que prohíben la participación activa de extranjeros en política. Ojalá mi ignorancia sobre estos temas, no desemboque en una persecución política de Felipe Calderón, a través de las autoridades migratorias.

Recuerdo que el régimen mexicano ha desencadenado 72,000 muertes en este sexenio y es sabido por todos que le gusta la violencia como arma politica.

Sin embargo, sigo considerando que la recaudación de fondos es necesaria y útil, prácticamente indispensable para finalizar con éxito la campaña.

Lamento que esta recaudación, que es algo normal en cualquier país democrático, sea malinterpretada por la manipulación descarada de los medios, en especial Televisa, Radio Fórmula, y los periódicos El Universal, Milenio y La Razón, alineados con la oligarquía mexicana o como dice Andrés Manuel López Obrador, con los de arriba.

Como extranjero, me preocupa que estos medios publiquen de manera irresponsable información de mis entradas al país, violando mi derecho a la privacidad.

Mal han sabido usar este pseudo escándalo, la candidata del PAN, que representa la continuidad de 12 años de malos gobiernos, y el PRI, que da muy mal ejemplo con sus gobernadores y líderes, y ni hablar de su pasado.

Este esfuerzo de ambos, no será suficiente para frenar el avance en las encuestas del Cambio Verdadero que tanto quiere México.

Insisto que desconocía topes y regulaciones al respecto. Nunca pretendí intencionalmente violar la Constitución Mexicana ni la ley electoral.

No me fue explicado que aportar servicios profesionales en México requería indefectiblemente contar con visa de trabajo, además de que te paguen los gastos, aunque sea un tercero, que te lo reembolsen fuera del país, o que te lo paguen en efectivo dentro del territorio nacional, genera impuestos y tiene que ser declarado a la autoridad electoral.

Ofrezco al Partido de la Revolución Democrática PRD mis más amplias disculpas por lo ocurrido, especialmente a mi amigo Andrés Manuel López Obrador.

Estoy dispuesto a comparecer ante las instancias legales si se me requiere, y espero que mis opiniones en esa cena, no afecten su candidatura.

Lo que sí no puedo ni voy a aceptar, es que en ese partido haya voces que sugieran, por la claridad con la que se escucha mi voz, que la grabación fue una idea orquestada por mí para afectar la campaña presidencial, que yo introduje la grabadora a la reunión, y que yo mismo filtré la grabación a cambio de dinero del gobierno mexicano.

Los juicios, los comentarios y las recomendaciones que he emitido puntualmente, en mis múltiples viajes a México, han sido una aportación desinteresada para lograr el triunfo de quien estoy absolutamente convencido, sería el mejor Presidente de México.

En el último de los casos, reconozco que fue un acto de imprudencia de mi parte, pero porque no pude identificar y nadie me previno, de que en esa reunión iba a asistir gente que no comparte las propuestas progresistas y revolucionarias.

Sin embargo, no descarto que pueda tratarse también de una celada de quienes ahora no reconocen los grandes aportes que un especialista como yo podría darles.

A quienes ahora se les olvidan mis aportaciones, les recuerdo que el principal objetivo que me propuse desde que llegué a México, fue cambiar la actitud, el discurso violento, divisionista, conflictivo y radical del candidato, para dar paso a uno más amable, incluyente, conciliador y por tanto mucho más capitalizable desde el punto de vista electoral. Creo que lo logramos en muy poco tiempo.

Lamento mucho la rudeza innecesaria con que Andrés Manuel se refirió a los consejeros del IFE, llamándolos ineptos y deshonestos. Igualmente, que haya vuelto usar la palabra fraude, y además, que ponga en duda, la valoración que tiene sobre las instituciones, posición que lo cataloga como contradictorio y poco consistente.

Observé el programa de Televisa "Tercer Grado", el pasado miércoles, y vi con tristeza y preocupación, un Andrés Manuel en esa ruta, desencajado y perdido.

El candidato amoroso quedó atrás. Volvió a endurecer la quijada y la actitud, para mostrarse de nuevo como el candidato del año 2006.

Espero que estos errores, no traigan consecuencias mayores, espero que estos últimos días, Andrés Manuel se rodee de asesores que refuercen su lado más positivo. Esta es mi última recomendación para esa campaña.

También estuve atento a las declaraciones de Ricardo Monreal, donde me niega, además que subestima y desvaloriza cualquier aporte de mi parte. No quisiera entrar en discusión con él, pero si alguien deberá asumir la responsabilidad de una posible derrota, debe ser, Monreal, pues su falta de criterio para gerenciar la campaña de Andrés Manuel, deja mucho que desear.

Respeto y admiro a López Obrador, pero me llevo un profundo dolor al ver cómo no reconoce la amistad, no me toma en cuenta y no entiende, influido por su círculo cercano, que un error lo comete cualquiera.

Su equipo, de por sí limitado y sin conocimiento en estos temas, lo ha enfrentado conmigo y lo arrastra otra vez al terreno en el que genera mayores resistencias entre el electorado.

En el debate de ayer, lo vi mucho más propositivo y tranquilo. Felicitaciones. Espero que siga así hasta el final de la contienda por el bien del proyecto del cual me siento parte, aunque muchos no quieran.

La verdad es que temí que mi salida de la campaña y que los comentarios que con agrado otorgué, no fueran tenidos en cuenta en la recta final, que es la más importante y en donde se ganan o se pierden las elecciones.

Aunque ahora me nieguen, me aíslen, me traten con ingratitud e incluso me desplacen de las decisiones importantes, veo mi aporte en cada spot, en cada discurso, en cada rueda de prensa, en cada debate, y esta satisfacción nadie me la puede quitar.

Me voy sabiendo que, desde el primer día, aporté mi experiencia y conocimiento a un proyecto con el que me identifico, más allá de las relaciones personales, que en política no siempre perduran.

Esta es la última vez que voy a hablar de este incómodo asunto. Sé que después del eventual triunfo, las aguas se calmarán y podré volver a México, mirando a los ojos de quienes hoy me denigran, seguro que no reconocerán, aún así, mi aporte.





Esta carta falsa quería divulgar, en principio, que yo ya no estaba más en la campaña de López Obrador. Quería darle ese golpe anímico a la campaña. Pero era evidente que esa carta se había hecho desde adentro. Desde quienes, dentro de sus propias filas, querían que AMLO perdiera la elección.

Es revelador el párrafo en donde ataca a Ricardo Monreal, persona con quien siempre me llevé muy cordialmente en la campaña y a quien considero entre los más leales a López Obrador. No sé quiénes serían los adversarios internos de Monreal, pero si determinamos eso, sería muy fácil llegar a saber quienes escribieron esta carta falsa.

Es importante también la evocación de una posible autoincriminación de mi parte. Sin duda buscaban descartar con eso el señalamiento a los organizadores internos de esta cena. Incluso en la parte donde dice que “no pude identificar y nadie me previno” que quienes estaban en la cena no eran adeptos a AMLO. Cosa que era verdad y que los organizadores de la cena eran los primeros en saber.

Por último, los reproches a AMLO, que nunca hice entonces, mostraban que las personas cercanas a él que hicieron este sabotaje, conocían perfectamente las circunstancias en las cuales todos estos hechos se habían desarrollado.

En definitiva, el objetivo central de esta carta era comunicar lo que yo había ocultado, que estaba separado de la campaña de AMLO y que me había ido. Desde Lima, sin embargo, pude desmentirla y mantener la incertidumbre sobre mi presencia y localización.

Durante el mismo programa de Joaquín López Dóriga en donde fue leída, a través de un tweet, denuncié que esa carta era una falsificación y pedí derecho de réplica, para lo cual mandé una carta que sería leída al día siguiente por López Dóriga, aunque no de manera completa, tal como éste periodista había prometido hacerlo.

El texto de la carta, mi carta, la verdadera, era el siguiente:


EL SPOT QUE ME DEDICAN Y EL ARTÍCULO 33

“El PRI y Enrique Peña Nieto han hecho un spot de guerra sucia donde me utilizan como blanco. La cultura del narcotráfico les impregna sus reflejos y su pensamiento. Me han hecho una decapitación televisiva y exhiben mi cabeza en la pantalla con total impunidad. La inmaculada camisa blanca de Peña Nieto ahora aparece manchada, ennegrecida y arrastrada. Son algunas transformaciones súbitas generadas por el pánico.

Sé que me han elegido a mí, para esta guerra sucia, no por ninguna virtud o defecto que me corresponda. Me han elegido a mí por ser extranjero. El PRI a lo largo de las décadas ha construido su propio sendero de impunidad, que siempre transita. Es bueno para ellos tenerme a mí como enemigo, porque disfrutan la circunstancia de que no pueda defenderme. Ante cualquier respuesta van a salir aullando pidiendo que me apliquen el artículo 33. Son valientes siempre que se encuentren detrás del burladero legal que ellos controlan.

No existe proyecto autoritario, antidemocrático, que no enarbole y promueva los peores vicios sociales. Entre todos, uno de los más sórdidos es el etnocentrismo y la xenofobia. En otros países, y en otras épocas, sentimientos como éste terminaron en un largo camino que llegaba en un tren al Campo de Concentración de Auschwitz.

Quiero decirles que les hablo como Latinoamericano, como Americano, como ciudadano del mundo. La Justicia no tiene artículo 33. Los derechos humanos, los derechos individuales, los derechos más elementales de las personas, tampoco. Sobre estos principios voy a hacer una demanda judicial, esta vez sí, de muchos, muchos millones de dólares.

Ya he aclarado suficientemente que lo de los seis millones fue un diagnóstico, una estimación personal, de lo que yo consideraba que necesitaba la campaña para tener un máximo de poder y eficacia y ganar la elección. Espectaculares, spots de televisión, y demás componentes de la campaña de aire. Esta estimación me la pidieron los propios empresarios que organizaron la cena. Lo he dicho muchas veces. Pero es evidente que a nadie le interesa la verdad. No es así mi estimado Joaquín López Dóriga? Solamente les interesa atacar el candidato por lo que el candidato no hizo, por lo que el candidato no supo, por lo que el candidato no pidió.

He leído que esta grabación clandestina la hizo y la editó, con su novio priísta, la única señorita que se encontraba en la cena. Si es así, le agradezco que no nos haya envenenado los canelones de espinaca y la muy buena sopa de alcachofas que sirvieron. Sin embargo la manipulación principal no la hizo quien grabó la reunión. La hizo el periódico “El Universal”, que suprimió toda la conversación aclaratoria de que el Candidato nunca había pedido dinero ni jamás haría ningún compromiso con nadie. De este faltante sobrevivió inexplicablemente un pasaje fugaz, dicho por Luis Creel, pero que no aparece en la cinta presuntamente “completa”, aunque sí aparece en una línea de un artículo de este periódico.

A nadie le interesa toda la larguísima acumulación de delitos que hicieron los grabadores, editores y difusores de este audio clandestino. Lo que importa es la percepción que se genera. El presunto daño político que se inflige al adversario.

Mario Vargas Llosa decía que el régimen político del PRI era una “dictadura perfecta”. Si llegan al poder quienes hacen este tipo de operaciones, el futuro de México ya no será una dictadura perfecta, sino un totalitarismo. Seguramente no perfecto, pero que al tratar de invadir políticamente tanto lo público como lo privado, hará que la libertad, la seguridad y los derechos individuales se vayan de una vez para nunca más volver. Aún en los hogares de Joaquín López Dóriga, de Carlos Marín. De Ciro Gómez Leyva, de Loret de Mola o de Adela Micha van a tener miedo de que alguien diga algo que pueda ser grabado, denunciado y castigado políticamente.

Hace cuatro décadas, el Presidente Nixon fue destituido por grabaciones ilegales que había hecho en perjuicios de los demócratas. El PRI hubiera premiado a Nixon y encarcelado a los demócratas. Estas prácticas mafiosas, antidemocráticas y corruptas son las que condenarían al pueblo mexicano a la represión, a la vigilancia permanente en el ámbito público y privado y a una pérdida asfixiante de las libertades públicas.

Fruto de ese espionaje, hoy me acusan en las redes sociales de ser el organizador de las manifestaciones estudiantiles. Me gustaría saber si esta gente cree que insultar la inteligencia de los jóvenes les va a traer algún beneficio político alguna vez.

En esta larga cadena de responsabilidades u omisiones, tiene un lugar central el IFE. Hace un tiempo se hicieron modificaciones en el sistema electoral, con el objetivo ilusorio de limpiar el período preelectoral de campañas negras. Con ese fin, se envían al IFE los spots con varios días de anticipación, para ser examinados y evaluados. Este procedimiento no sirvió absolutamente para nada, porque a spots hechos a partir de falsificaciones baratas, donde se hacía decir al candidato o a otras personas lo que nunca dijeron, el IFE los autorizó como si fuera información electoral legítima. Una trabajosa modificación del sistema electoral para igualar información con difamación.

La responsabilidad del IFE es esencialmente asegurar equidad entre los candidatos, pero en esta campaña permitió y legitimó todo tipo de inequidades. Se fabricaron miles de noticias sobre seis millones de dólares que nunca se pidieron ni nunca se aportaron, pero hubo un silencio y un secreto completo sobre una cantidad incomparablemente mayor de millones de dólares que sí se quitaron a la campaña de López Obrador, y otros tantos millones que se regalaron a Enrique Peña Nieto, según consta en el informe de monitoreo que se puede bajar aquí, en una planilla de Excel. Aquí se ven los faltantes de spots, marcados en color amarillo. La maniobra fue quitar spots, no en número, sino en horarios. Cambiando spots de 600.000 pesos, por otros de 60 mil. Quitando pauta de AMLO en horarios premium y pasándolos a horarios de bajo rating. Por ese motivo la planilla muestra franjas de color amarillo que se concentran en los horarios de 19 a 22hs, el horario noble y de mayor rating de la televisión. Con estos robos millonarios no hay problema sin embargo para el PRI, para Televisa o para el IFE, porque a estos robos no se les puede aplicar el artículo 33. Sería muy inocente demandar al IFE, a Televisa o al PRI, sin embargo les sugiero que miren la televisión entre 19 y 22 hs y cuenten cuántos spots pasan de AMLO y cuántos de los demás candidatos.

El PRI es un Narco-Partido que quiere hacer de México un Narco-Estado. Su bandera es una absoluta falta de principios políticos o morales. Su plan de campaña es la difamación y la mentira. Si México tuviera la desgracia de ser gobernado nuevamente por el PRI, la vida cotidiana de los mexicanos sería cada vez más atroz. América Latina sería un lugar cada vez más peligroso e inseguro, el mundo quedaría contaminado irreversiblemente por esta mafia que no conoce de reglas, códigos o límites morales.

Hoy, para agregar un poco más de falsificación y de delitos a la campaña, divulgaron una carta falsa a mi nombre, que usted, estimado Joaquín López Dóriga, leyó sin verificar su origen ni su veracidad. Trataron de hackearme el sitio y no pudieron. Finalmente hicieron un sitio espejo para tratar de engañar a personas ingenuas o a quienes tienen interés político en dejarse engañar.

Esta campaña ha hecho ver claramente las ideas de quienes hoy me difaman. Según ellos es bueno que los cárteles de droga apoyen su partido, pero es inaceptable que empresarios honestos quieran apoyan a los demás. Según ellos es mejor falsificar audios que debatir ideas políticas. Mejor robar la pauta de sus adversarios que competir en situación de equidad.

Mientras, invito a esta sucia gente que me ha dedicado este spot, que promueva con entusiasmo que me apliquen el artículo 33. Me gustaría ver cómo tratan de acumular pruebas con audios clandestinos, ilegales, con ediciones y manipulaciones, con espionajes y traiciones, con falsificación de materiales, con robo de pauta electoral- Esas son las normas y las garantías que le ofrecen a México y al mundo. Va a ser un buen material de información para que los ciudadanos juzguen su oferta y anticipen como será la vida de sus familias si en un momento desgraciado de la historia de México estas gentes llegaran nuevamente a encaramarse al poder”.
Dr. Luis Costa Bonino
                                                   

                                                      


Si bien la respuesta estaba dirigida al PRI, con quien mantenía una polémica muy fuerte, la cual buscaba por otra parte sugerir que todavía me mantenía en México como estratega de López Obrador, la carta leída por Joaquín López Dóriga tenía el sello inconfundible de un material hecho DENTRO de la campaña de AMLO. Obviamente no dentro del sector leal a López Obrador, sino en el que buscaba su derrota, el cual, muy probablemente, era más numeroso que el primero.

Más allá de su texto, y de detalles que evidenciaban conocimiento de circunstancias internas de la campaña, es relevante que los autores de la carta falsa hayan publicado también mi réplica después de la elección. Aún hoy pueden leerse ambas cartas en el sitio falso-espejo http://www.costaboninno.com (con dos enes), donde han puesto en segundo término la carta falsa y al principio mi respuesta a López Dóriga. El PRI seguramente no hubiera publicado mi réplica en ese lugar.

En cualquier caso, la lectura en el programa de López Dóriga de mi respuesta, aunque no de manera completa, como se había comprometido a hacerlo este periodista, no fue un buen negocio para el PRI. Después de ese incidente, las presiones del PRI sobre mí se atenuaron, salvo la interminable guerra tuitera de los trolls y “peñabots”.

El peor enemigo de AMLO, sin embargo, fue la fase final de su propia campaña...





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