jueves, 12 de septiembre de 2013

Ricardo Alemán - ¡Sí habrá Grito… pero de rodillas!

Sin duda que es histórico, inédito e impensable. Pero también resulta vergonzoso, por decirlo suave. Y es que por primera vez en la historia reciente, el emblemático “¡Grito de Independencia!” –el símbolo más importante del surgimiento de México como nación independiente–, se llevará a cabo en medio de la presión y el chantaje intolerables de un grupo mafioso que ya le tomó la medida al Estado, a sus instituciones y gobiernos.

Y sin duda que la metáfora es dolorosa y que lastima por lo grotesco. Pero lo cierto es que el Gobierno federal, el de la capital del país, y todas las instituciones del Estado casi suplican al grupo mafioso de la CNTE –piden de rodillas y con los brazos en cruz– permiso para celebrar la verbena de la noche “Del Grito” y el propio “Grito de Independencia” en el Zócalo.




Y si alguien tiene dudas de la impunidad y el empoderamiento que las instituciones le han brindado a los vándalos de la CNTE, basta recordar que ayer miércoles colapsaron como nunca la capital del país –luego de tres semanas continuas de vandalismo–, sin que nadie fuera capaz de hacer valer la justicia, sin que ninguna autoridad se atreviera a defender los derechos y libertades de las mayorías.

Al mismo tiempo quedó claro que el Gobierno federal y el del DF, además de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial –y el Estado todo– han claudicado frente a esos verdaderos bandoleros en que se han convertido los dizque maestros, que causan todo tipo de destrozos, delitos y violaciones constitucionales, al amparo del membrete dizque educativo de la CNTE.

¿Qué independencia celebrarán los mexicanos la noche del 15 de septiembre, cuando el Gobierno federal, el de la capital, no pocos gobiernos estatales y los tres poderes del Estado son rehenes de un grupo mafioso como la CNTE, al que se ha dejado crecer sin freno y sin control? ¿A qué le tienen miedo los gobernantes, cuando la teoría elemental del Estado los dotó de la fuerza y la represión como instrumentos legales para garantizar la viabilidad del Estado?

¿De qué independencia estamos hablando, cuando un grupo mafioso como la CNTE diseña su estrategia de presión y lucha, a partir de dañar al mayor número de ciudadanos –de infligirles el mayor daño posible–, y de violentar de manera flagrante las leyes y normas que juraron respetar y hacer respetar gobiernos y servidores públicos?

¿Cómo entender la independencia nacional, cuando miles de ciudadanos –las mayorías–, no son defendidos por las instituciones del Estado, frente al severo daño que les causan los vándalos de la CNTE, a los que –al contrario–, parecen proteger los gobernantes, del orden o el partido que se quiera?

Pero además, cuando distintos sectores sociales reclaman que la autoridad actúe, nadie está pidiendo que golpeen a los señores de la CNTE, que los persigan por manifestarse, por ejercer sus derechos legítimos y menos se pide que sea violentadas sus garantías individuales.

No, se reclama de manera legítima defender los derechos y las garantías de las mayorías, poner un alto a la impunidad, castigar los delitos flagrantes, hacer valer las leyes. ¿Y todo eso como se hacer? Igual que en todas las democracias del mundo, con la fuerza, para la cual se dotó al Estado de instrumentos y reglas; policías, militares y leyes.

Así, para contener o repeler a una turba, existen tanquetas con cañones de agua; para evitar el bloqueo de vías primarias existen la dispersión con agua, la detención y la sanción física. Para impedir plantones y bloqueos de carreteras federales; la dispersión con agua y la detención y castigos por faltas federales… para cada acción vandálica existe una reacción del Estado, legal y con pena física.

¿Qué existen riesgos? ¡Claro! El ejercicio del poder es un riesgo permanente. Y el que no quiera asumirlos, que no se meta al baile. Pero el mayor riesgo para un gobernante y para un Estado es la pasividad, la inacción, el miedo y la parálisis. Un Estado y un gobierno fuertes no son represores; son aquellos que corren el riesgo –y cumplen el deber– de castigar a quien viola la ley y a quienes violentan los derechos de terceros.

La mafia de la CNTE –y sus jefes mafiosos– sabe que a gobiernos e instituciones del Estado les tiembla la mano para cumplir su responsabilidad. Por eso tienen de rodillas al Gobierno federal y al de la capital del país; por eso chantajean con el desalojo del zócalo y por eso piden montañas de dinero para retirarse.

Pero al chantajear con la posibilidad de impedir El Grito, colocan al Estado de rodillas y convierten el emblema de la independencia en caricatura que indigna, lastima y denigra a todos. ¿Hasta cuándo?
Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/si-habra-grito...-pero-de-rodillas-1378974427


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