Como el Quijote de Cervantes cuando equivocó la ruta al Palacio de su amada Dulcinea, en la PGR de Murillo Karam ayer gritaban indignados: “¡Con el Poder Judicial hemos dado, Jesús!” Y es que en apenas mes y medio, el flamante procurador General de la República ha recibido dos reveses monumentales de los jueces y magistrados federales que ponen en entredicho la solidez jurídica de la PGR y su capacidad para sustentar adecuadamente sus acusaciones y averiguaciones.
Primero la liberación del capo Rafael Caro Quintero, que pareció tomar desprevenida a la PGR que no vio venir la decisión judicial, y ahora el amparo concedido por un juez federal a Elba Esther Gordillo, la acusada de mayor rango político en este gobierno, representan dos dañinos golpes a la imagen de la dependencia que encabeza uno de los hombres de mayor confianza del presidente Enrique Peña Nieto.
Si ya la inesperada salida de Caro Quintero de la cárcel había despertado toda clase de críticas y suspicacias hacia la actuación de la PGR, y hasta reclamos de Washington por no haber alertado sobre un fallo judicial como ese, ahora la decisión del Juez Cuarto de Distrito en Materia de Amparo, Francisco Javier Sarabia, a favor de Gordillo y de sus coacusados coloca a Murillo en una incómoda posición en la que su principal caso hasta ahora es señalado por contener errores de procedimiento que le dan una primera victoria jurídica a la maestra presa, aunque no significan su liberación.
Y tal vez en el polémico caso del narcotraficante liberado tras 28 años de prisión se pueda hablar de un “descuido” y argumentar que los errores al debido proceso señalados por un Tribunal Colegiado no fueron cometidos por la actual PGR, pero no así en el caso de Elba Esther, donde el procurador repitió hasta el cansancio en los medios de comunicación que no había motivaciones políticas y sí pleno sustento jurídico en su detención. “Se trata de hacer justicia. Yo soy muy cuidadoso, puedo decir con mucha tranquilidad que el caso está bien sustentado”, comentó en varias entrevistas Murillo Karam.
Aunque ya desde ayer los abogados de la PGR preparaban una impugnación al amparo federal a la maestra y cuestionaban duramente los razonamientos del juez que lo otorgó y criticaban también la defensa que de éste hizo el Consejo de la Judicatura en un comunicado, el hecho representa una fuerte llamada de atención al trabajo del procurador, que también ha cuestionado severamente la forma en que actuaron sus antecesores, sobre todo el caso de la ex procuradora Marisela Morales ,cuyos casos fueron revertidos por decisiones judiciales.
Si bien el caso de Gordillo está lejos de caerse y, según especialistas consultados por esta columna, el amparo otorgado es sólo a uno de sus procesos y sería muy difícil que la maestra lograra su libertad, el tema es que Murillo, que se preciaba de haber cambiado la forma de hacer las cosas en la PGR hoy se ve cuestionado por el Poder Judicial en el que bien pudiera considerarse el caso emblemático del actual sexenio, por todo lo que representó política y socialmente la detención de la lideresa magisterial.
En el sexenio pasado, los reveses constantes de los jueces a varios procuradores del gobierno de Felipe Calderón, desde Eduardo Medina Mora hasta Marisela Morales pasando por Arturo Chávez, hicieron que la relación entre el Poder Ejecutivo y el Judicial se tensará a tal grado que el presidente llegó a acusar de corrupción a los jueces en discursos públicos, mientras el presidente de la Corte, Juan Silva Meza, le exigía a Calderón, el 14 de julio del 2011, que presentará pruebas de sus señalamientos contra los funcionarios judiciales.
No sabemos si ahora esa historia se repetirá y si el presidente Peña Nieto tendrá que salir a defender a su procurador del revés que ayer le dio un juez federal, pero por lo pronto la decisión judicial no le gustó a la PGR y mucho menos a Murillo Karam que con los jueces se ha topado.
NOTAS INDISCRETAS… Tres instantáneas del país en las últimas horas para quienes afirman que los niveles de violencia han disminuido: En las afueras de Ciudad Juárez, un comando armado dispara y mata a 10 jóvenes de un equipo de beisbol que celebraban su victoria; en Tapachula, Chiapas, tres sujetos armados disparan en una fiesta infantil, matando a varios asistentes e hiriendo a un niño de un año; en el DF, vecinos de Polanco se enfrentan a golpes a sujetos que pretendían cercar un parque público en disputa… Los dados mandan Serpiente. Mal tiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.