En lo que su situación económica y la de sus familias se refiere, 10% de los entrevistados dijo que ha mejorado, 26% señala que está igual de bien, 34% afirma que está igual de mal y 26% asegura que ha empeorado.
Al ser cuestionados sobre el tiempo en que podrían cubrir sus gastos en caso de que no tuvieran ingresos, 2% responde que podría hacerlo durante un año o más, 6% dice que hasta seis meses, 14% menciona tres meses, 27% contesta que solo un mes y 32% que podría cubrirlos únicamente durante una semana.
Más dramático resulta el hecho de que 11% de los entrevistados dice que sus ingresos nunca son suficientes para cubrir sus gastos cotidianos y que 41% afirma que sus ingresos pocas veces cubren esos gastos. Otro 40% contesta que sus ingresos suelen alcanzar para cubrir sus gastos y apenas un 5% expresa que sus ingresos siempre cubren dichos gastos.
En resumen, tenemos que seis de cada 10 personas sienten que viven igual de mal o peor que hace un año y que solo una de cada 10 opina que vive mejor. Peor aún es el hecho de que en un muy corto plazo, tres meses máximo, 73 de cada 100 no tendrían con que pagar sus gastos cotidianos si dejaran de percibir un ingreso.
Es decir, que viven virtualmente al día sin ahorros que los podrían ayudar a sortear alguna mala situación que se les presente. También es dramático el hecho de que 52 de cada 100 aseguren que sus ingresos nunca o pocas veces sean suficientes para cubrir sus gastos cotidianos.
La economía mexicana creció 3.9% el año pasado, lo que a todas luces fue un aumento mediocre. En 2013, si bien le va, apenas crecerá un decepcionante 1.0%. Algo falló durante los primeros 10 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los economistas y financieros que trabajan para el gobierno federal afirman que la pésima situación económica del país es resultado de los problemas que enfrentan Estados Unidos, Europa y otras zonas del mundo, lo cual es cierto, pero en una muy pequeña medida.
La principal razón del estancamiento económico que vivimos son las malas decisiones tomadas por la actual administración desde el 1 de diciembre del año pasado, siendo la peor de todas la que determinó que no se ejerciera el presupuesto en su totalidad durante los primeros ocho meses del año.
Y por si las cosas no estuvieran bastante mal, ¡llegaron Ingrid y Manuel!
¡Ah! Y por ahí ya vienen una nueva Ley de Ingresos y reformas al Código Fiscal de la Federación que lo único que lograrán es ahuyentar de nuestro país a aquellos que generan riqueza y valor al invertir su dinero en empresas productivas.
Si hoy los mexicanos no la estamos pasando bien, el año entrante podríamos pasarla peor.
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