lunes, 11 de noviembre de 2013

Eduardo Ruiz Healy - Los mexicano-estadounidenses se organizan

En el salón Town and Gown, dentro del impresionante campus de la Universidad del Sur de California (USC) que ocupa una superficie importante de esta ciudad, se realizó el evento en el cual la Mexican American Leadership Initiative (MALI) de la US-Mexico Foundation (UMF) distinguió con su premio Hermandad a Hillary Clinton, quien como la esposa de Bill Clinton fue la primera dama del estado de Arkansas (1979-1982, 1983-1992) y luego de Estados Unidos (1993-2001), y posteriormente, por propio derecho, senadora por el estado de Nueva York (2001-2009) y secretaria de Estado durante la primera administración del presidente Barack Obama, de enero de 2009 a enero de 2013.





Al evento asistieron importantes personalidades de origen mexicano, entre ellas el ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano en el gobierno de Bill Clinton y ex alcalde demócrata de San Antonio, Texas, Henry Cisneros; el ex secretario de Comercio en el gobierno de George W. Bush, Carlos Gutiérrez (de origen cubano, pero que estudió e hizo su carrera empresarial en México); el actual alcalde demócrata de San Antonio, Julián Castro; y el presidente del Comité de Asesores del Centro Norteamericano de Estudios Transfronterizos de la Universidad del Estado de Arizona (ASU) y ex presidente del Banco de Desarrollo de Norteamericano (NADBank), Raúl Rodríguez Barocio. Además, varios senadores y asambleístas del poder legislativo californiano de origen hispano.

Primero, un poco de la US-Mexico Foundation. En su sitio de internet www.usfound.org puede leerse que “está dedicada a expandir las oportunidades para las personas en México a través de una filantropía efectiva y asociaciones binacionales. La USMF busca beneficiar tanto a Estados Unidos como a México elevando la consciencia sobre México así como la importancia de la relación binacional. El principal enfoque de la Fundación es estimular una amplia transformación social en México por medio de la promoción de las organizaciones de la sociedad civil y la donación estratégica de recursos en las áreas de la educación, la salud, el desarrollo económico y comunitario y la participación de la sociedad civil”. Además, la USMF busca “actuar como un catalizador para una mayor cooperación y entendimiento binacional, contribuyendo así a una mejor calidad de vida e igualdad social en México”.

En lo que a la Mexican American Leadership Initiative (MALI) se refiere, este es “un experimento para proporcionar un medio por medio del cual los líderes estadounidenses de origen mexicano pueden promover y apoyar asociaciones constructivas entre la sociedad estadounidense y la sociedad mexicana para atender necesidades y condiciones que afectan a ambos países - tales como mejorar las oportunidades educativas y económicas de jóvenes mexicanos que están en riesgo, reforzar alternativas productivas a la migración o el reclutamiento por organizaciones criminales, y reconocer que los temas de salud pública y medio ambiente trascienden la frontera”.

El evento al que tuve la oportunidad de asistir el sábado, como arriba lo anoté, tuvo como propósito distinguir a Hillary Rodham Clinton con su premio Hermandad “por su apoyo personal y aliento al experimento MALI, por hacer que ‘la responsabilidad compartida’ fuera la principal característica de su gestión como secretaria de Estado durante el tiempo en que se libro la horrífica guerra contra las drogas, y por su liderazgo para promover un entendimiento más profundo entre los habitantes de ambos países”.

Al aceptar el premio, Clinton pronunció un buen discurso en el cual no dijo nada que fuera realmente nuevo. Aceptó que aún no aprende español y confesó que su primera relación con mexicanos fue cuando, como adolescente, un proyecto escolar la llevó a ser nana de los niños de trabajadores migrantes que trabajaban los fines de semana en la zona de Illinois en donde vivió su niñez y adolescencia.

Al final del evento, que supuestamente fue apolítico, varias personas, bastante emocionadas por cierto, me dijeron que iban a apoyar las aspiraciones que Hillary aún no ha aceptado tener para las elecciones presidenciales de 2016. Curiosamente, ella tendrá 69 años en 2016, la misma edad de Ronald Reagan cuando el ex actor fue electo presidente en 1980.

Si algo me quedó muy claro el sábado es que los mexicano-estadounidenses de todos los niveles socio-económicos se están organizando mejor que nunca para constituirse como una fuerza que influya de manera importante en ambos lados de la frontera.

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=202791

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