Si lo expresado ayer por el senador Ernesto Cordero es así, el PAN se estará anotando con la Reforma Energética quizá su mayor victoria legislativa de todos los tiempos.
“Por supuesto que va a ir mucho más allá de los contratos de utilidad compartida”, me dijo. “Se va a parecer mucho a la iniciativa del PAN. La del PRI se queda chiquita”.
Y la iniciativa del PAN quiere inversión privada irrestricta en todas las áreas y procesos del ciclo de hidrocarburos y electricidad. Y la quiere en la modalidad de concesiones. Y busca reducir a Pemex al punto de una empresa estatal dominante.
“El horno no está para bollos”, puntualizó Cordero. “El país necesita atraer inversión, generar empleo, y esto tiene que ser absolutamente claro y transparente para todos. Serán nuestros votos los que den la mayoría constitucional. Nosotros no aprobaríamos nada cosmético, corto, chato, chiquito. Si el PRI está dispuesto a transformar el sector energético, el dictamen se tendrá que parecer al nuestro. Y se está generando esa coincidencia, esa mayoría”.
¿Ya aceptó el PRI los contratos de producción compartida? César Camacho, presidente de ese partido, se limita a responder que los hidrocarburos y la producción seguirán siendo absolutamente de la nación. Y que de ninguna manera las empresas privadas podrán incluir barriles de petróleo en sus activos.
Son las horas de la verdad, pues. Creo que ganará el PAN. Pero el PRI se hará cargo de la redacción. Dudo, por tanto, que vaya ser una redacción “clara y transparente”.
Será una que modere el grito panista de ¡¡¡ya ganamos!!!
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