lunes, 20 de enero de 2014

Salvador Camarena - Aguas: Michoacán no es sólo Tierra Caliente

Comienzo con dos anécdotas. Testigos presenciales me contaron hace tiempo que en el 2012, cuando en una de sus giras por Michoacán el presidente Calderón estuvo en el nombramiento de un “pueblo mágico”, pobladores de ese lugar le pidieron que hiciera algo porque desde el ayuntamiento mismo se tramitaba la extorsión de los criminales.

Ya de salida, el mandatario federal se subió a una camioneta, y delante del gobernador encaró al edil. “Presidente, tu pueblo me está diciendo que es tu secretario de obras el que les cobra la cuota”. El edil contestó que sí, que tenía los mismos reportes, que incluso dudada de que ese funcionario fuera el único que operaba para los criminales, pero agregó que no pensaba hacer nada porque tenía miedo. Calderón y el gobernador, según la versión, ya sólo cruzaron miradas.




Al igual que cualquiera que conozca gente de Michoacán, tengo amigos que han perdido a alguien sin la más mínima esperanza de que se les haga justicia o de que no les ocurra de nuevo. En uno de esos casos los criminales tuvieron la falta de humanidad de ni siquiera respetar el velorio: fueron y abrieron el féretro de la víctima para cerciorarse de quién sabe qué.

Esta última escena no ocurrió en Tierra Caliente. Como tampoco es municipio de Tierra Caliente Paracho, donde tres jóvenes defeños que fueron a hacer trabajo comunitario ahí desaparecieron en julio de 2012. Como tampoco es municipio de Tierra Caliente Cuitzeo, donde en noviembre de 2012 fue tirado el cadáver de María Santos Gorrostieta Salazar, ex edil de Tiquicheo, quien ya había sobrevivido a otros dos atentados. Y, sólo por dar un último ejemplo, tampoco es Tierra Caliente Churintzio, donde fue asesinado apenas en julio pasado el vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la Octava Zona Naval, con sede en Puerto Vallarta.

El problema de Michoacán es Michoacán entero, donde según versiones, los Templarios tienen jefes cada uno de los 113 municipios. Y donde la ausencia de autodefensas más que un signo de falta de problemas sería la demostración de que ahí el reino del terror templario sigue siendo el que impera. No confundirse, el problema no son las autodefensas.

Por eso hay que tomar con mucha reserva declaraciones como ésta de ayer en La Jornada: Cárteles, sin margen de maniobra: Rubido. O ésta de Milenio: “Autodefensas, ya sin razón de ser: Castillo”.

Se entiende que Monte Alejandro Rubido, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y vocero del operativo en Michoacán, y que Alfredo Castillo, comisionado del presidente Enrique Peña Nieto en la entidad, quieran empezar a influir en la narrativa sobre el conflicto que ha terminado de estallar al amanecer de 2014. Eso es parte de la estrategia gubernamental y no tiene nada de malo.

Pero la solución está muy lejos, en el tiempo y en los costos. Porque en esta semana, si acaso, el gobierno federal ha logrado con esta nueva operación llegar al cráter, que sigue en ebullición, pero de ninguna manera han apaciguado en lo más mínimo ese descomunal volcán que es hoy Michoacán

Fuente: http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=202921

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.