"Pero sobre todo, y lo digo en lo personal como artista, escuche a los artistas...".
Shirin Neshat
La mayoría de la gente quería ver a Matt Damon, el actor de Good Will Hunting, Invictus y Detrás del candelabro. No en balde la revista People lo designó en 2007 como el hombre más sexy del planeta.
Damon habló bien al recibir el Crystal Award del Foro Económico Mundial ayer en Davos por el esfuerzo realizado para causas ecológicas a través de water.org. Juan Diego Flórez, el tenor peruano, recibió también el premio, no sólo por su deslumbrante talento, del que hizo gala al cantar Una furtiva lágrima de Donizetti, sino por la creación de orquestas infantiles a través de la organización Sinfonía por el Perú.
A mi juicio, sin embargo, la noche se la llevó Shirin Neshat, una artista plástica iraní que, tras disculparse por no saber hablar en público, porque dijo que los artistas no están acostumbrados a hacerlo, ofreció un emotivo mensaje al presidente de Irán, Hasán Rouhani, quien asumió el poder el 3 de agosto de 2013 pero que ya ha roto precedentes al aceptar la invitación para presentarse esta semana en Davos.
Shirin sabía que el presidente Rouhani no estaba en la sala en el momento de pronunciar su discurso, pero entendía que sus palabras le serían reportadas al mandatario. De hecho, la misma selección para el Crystal Award de esta artista iraní, que vive en Nueva York y es reconocida internacionalmente por su trabajo en artes visuales, fotografía y cinematografía, fue considerada por algunos como un mensaje al gobierno de Irán y una forma de compensar la presencia en Davos del presidente Rouhani. Pero así es el Foro: invita con frecuencia a los dos lados de un tema en disputa.
Neshat recordó en su discurso los tiempos en que había un Irán tolerante y creativo, antes que el país fuera dominado por los mulás y el fanatismo. Lamentó que Irán se hubiera cerrado y eliminado libertades, pero cuestionó también la "venganza" de las potencias occidentales que, con su bloqueo económico, sólo han dejado a los iraníes sin alimentos ni medicinas. Shirin dijo que confiaba en Rouhani, pero le hizo un llamado para restablecer las libertades y la tolerancia en Irán, y le pidió respetar a los artistas que representan lo más profundo del alma iraní.
Supongo que el presidente Rouhani no responderá directamente a Shirin. Para empezar, se trata de una mujer, por lo que en su país no se le dará importancia a sus palabras. Además es una artista que le ha dado un papel relevante en su obra a la mujer y algunos de sus trabajos han sido considerados inmorales por los fundamentalistas.
El presidente Rouhani, sin embargo, no puede dejar de prestar atención a las palabras de Shirin. Irán es un país que ha tenido un papel relevante en el mundo desde los tiempos de la antigua Persia. La manera de mantenerlo no es haciendo gala de intolerancia y despojando a la población, y en especial a las mujeres, de sus derechos, sino recuperando la apertura que ha sido natural en muchos regímenes islámicos, como el califato de Córdoba.
Rouhani ha sido un activo participante en el régimen islámico, pero se ha ganado una fama de moderado que le permitió derrotar a los candidatos radicales en las elecciones de 2013. Es un hombre que ha prometido modernizar al país y que por lo pronto ha logrado un acuerdo con los países occidentales para permitir una revisión del programa nuclear iraní a cambio de un relajamiento del boicot económico.
Los conservadores en Irán están esperando cualquier signo de debilidad para cuestionar al presidente Rouhani. Pero Shirin tiene razón. Irán no sólo necesita recuperar su estabilidad económica, sino también volver a ser tolerante y escuchar a sus artistas.
CREADOR DEL INTERNET
Lo más sorprendente de Davos es la gente que uno se encuentra en los pasillos o esperando el shuttle (microbús). ¿Qué puede hacer uno después de tomar el micro con Tim Berners-Lee, creador de la world wide web, el internet? Darle la mano y decirle cuánto lo admira uno, aunque él se muestre sorprendido de que alguien lo haya reconocido.
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