viernes, 14 de febrero de 2014

Martín Moreno - Calderón va contra Madero.

Felipe Calderón regresa a México “triste por la realidad por la que está atravesando el PAN” y, como en política no hay coincidencias, enciende las alarmas justo en la víspera de la elección de presidente del partido. El hijo desobediente radicará en México a partir del verano próximo, pero antes quiere ajustar cuentas.

¿Con quién? A Gustavo Madero.

¿Por qué? Debido a que “no coincido con algunas cosas y espero que esta situación se resuelva pronto”, advierte Calderón.

¿Y cuál es la situación que Calderón espera “se resuelva pronto”? Pues no es otra cosa más que Madero no sea reelecto al frente del PAN y que el panismo regrese a ser oposición real al gobierno del PRI, contrapeso efectivo como obligatoriedad democrática y partido ciudadanizado que, según gran parte del panismo, hoy se ha extraviado en las alianzas incondicionales con el gobierno peñista.





¿Y a quién quiere Calderón al frente del PAN? Su primera opción sigue siendo —como ocurrió en la contienda presidencial blanquiazul en 2012— Ernesto Cordero. Sin embargo, en el lance de evitar la reelección de Madero, se consolida una alianza bajo el eje Calderón-Cordero-Josefina-Oliva.

¿Y qué implicaría esa alianza, de sí antinatural pero pragmática y único camino para derrotar a Gustavo Madero? Dejemos que nos lo responda el propio Cordero:

“(En encuestas) aparece Josefina en los 40, en primer lugar; aparece después tu servidor en los 30; en segundo lugar, y luego Gustavo Madero, arañando 10% u 11%…”.

¿Qué significa ello? Nada menos que sería Vázquez Mota la candidata de unidad de… ¡Calderón y su equipo!, en una machincuepa política inesperada pero que, a final de cuentas, sería la fórmula pragmática para arrebatar a Madero el control del PAN. Primero eso. Ya mañana se pelearán calderonistas con josefinistas.

Por supuesto que la visita de Felipe Calderón a México para arrancar su Fundación Desarrollo Humano Sustentable no es coincidencia. El cálculo político es preciso: aparecer semanas antes de la elección interna del PAN, marcar distancia con Gustavo Madero, criticar su presidencia y, con su sola presencia, lanzar un “aquí estoy” al panismo que elegirá a su nuevo presidente o reelegirá a Madero.

Lo dicho por Calderón tiene cálculo y peso cuando afirma: “Tengo mis diferencias evidentemente con la dirigencia actual, hay prácticas y circunstancias que yo no acepto y que me han mantenido alejado del PAN desde que salí de la Presidencia…”

Esas diferencias con Madero no son otra cosa que la sumisión que ha mostrado el PAN con el gobierno priista a la hora de asumir “acuerdos” sin cuestionar; de obedecer sin debatir; de someterse sin discutir.

“Todavía no termino de encontrar cuál es exactamente mi lugar respecto del PAN y mi tarea”, le dijo Calderón a Ciro Gómez Leyva. ¿A qué se refiere el expresidente?

Más que sus palabras, es la intención la que cuenta: Calderón anuncia así que no se alejará del PAN, que se encuentra en periodo de redefinición en sus tareas, pero ni “sana distancia” ni rompimiento con Acción Nacional. Ese es el mensaje.

Y a la luz de los hechos, Calderón y su bloque han sumado a un aliado poderoso: Diego Fernández de Cevallos, quien se ha mantenido alejado de la esfera política, sobre todo después de su secuestro. ¿Qué dijo El Jefe Diego?

“Acción Nacional está viviendo un proceso muy penoso, muy lamentable de descomposición, porque el PAN forma parte de una sociedad nacional que también tiene márgenes ya de descomposición. Estamos dando un pésimo ejemplo”.

Así ve Fernández de Cevallos al PAN de Gustavo Madero: como un partido “en descomposición”. Es otro frente abierto en contra de Madero mediante el denominado Tucom (Todos Unidos contra Madero).

La pelea dentro del PAN se intensificará en los próximos 60 días. Se calcula que será en mayo cuando se lleve a cabo la elección para la presidencia nacional.

Sabremos entonces si el Tucom tendrá la fuerza suficiente para desterrar al maderismo oficialista, o Madero podrá imponerse —una vez más— a Calderón y compañía, ante el beneplácito del gobierno.

Y otra de Calderón al margen: “No quiero ser diputado… pero Margarita Zavala sí”. Pero esa es otra historia.

ARCHIVO CONFIDENCIAL

VERACRUZ Y PERIODISTAS. Noel López Olguín. Miguel Ángel López Velasco. Misael López Solana. Yolanda Ordaz. Regina Martínez. Guillermo Luna Varela. Gabriel Huge Córdova. Esteban Rodríguez. Víctor Manuel Báez Chino. Irasema Becerra. Gregorio Jiménez. Estos son los nombres de los periodistas asesinados en esa entidad. No son cifras. Ni estadísticas. Eran comunicadores valiosos.


Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/02/14/943736

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