"La legitimidad sólo la otorgan las urnas".
Adolfo Suárez
Adolfo Suárez legalizó el Partido Comunista el 9 de abril de 1977. El ex ministro secretario general del Movimiento Nacional, el movimiento franquista, no tomaba la decisión por simpatía. "No sólo no soy comunista -declaró- sino que rechazo firmemente su ideología... Pero sí soy demócrata, sinceramente demócrata. Nuestro pueblo es suficientemente maduro para asimilar su pluralismo".Muchos mandos militares reaccionaron con ira ante lo que consideraban una traición, no sólo a la lucha que habían librado durante la Guerra Civil sino a un supuesto compromiso que Suárez había expresado en una reunión con el alto mando militar el 8 de septiembre de 1976.
A La Moncloa, la sede del gobierno, acudió el almirante Gabriel Pita da Veiga, ministro de Marina, quien le recriminó en duros términos la legalización. El joven Presidente, de 44 años y menos de nueve meses en el poder, le respondió que no estaba dispuesto a aceptar ese tono. Le ordenó salir del despacho y presentar su renuncia. Enfurecido, el almirante salió dando un portazo.
Suárez permaneció en silencio y solo durante un tiempo largo en su oficina. No sabía si el almirante se había ido a redactar su renuncia o a preparar un golpe. La renuncia, sin embargo, llegó a su escritorio poco después. Al día siguiente, el 12 de abril, el Consejo Superior del Ejército expresó la repulsa general de las Fuerzas Armadas a la legalización. Pero no hubo un golpe de Estado.
En 1976 Suárez había impulsado una Ley de Reforma Política que fue aprobada en referéndum y se promulgó a principios de 1977. Con ella creaba un verdadero sistema de partidos políticos. Al ganar las primeras elecciones españolas tras cuatro décadas de dictadura, formó el primer gobierno de la democracia el 4 de julio de 1977. Nombró a Josep Tarradellas presidente interino de la Generalitat, o gobierno catalán, y así reconoció una continuidad con el gobierno catalán de la época republicana. Negoció los Pactos de La Moncloa con los líderes de la oposición para la conducción de la economía en un momento de crisis. Presentó la solicitud de ingreso de España a la Comunidad Económica Europea y llevó al país a participar en el Consejo de Europa. El 6 de diciembre de 1978 logró la aprobación en referéndum de la Constitución española, la carta democrática que rige hasta la actualidad la vida política del país.
Si bien fue reelecto el 1o. de marzo de 1979, no logró una mayoría absoluta y tuvo que gobernar en alianzas. Su grupo político, la Unión de Centro Democrático, se desmoronaba. La oposición, encabezada por el socialista Felipe González, lo cuestionaba constante y abiertamente. El 29 de enero de 1981 Suárez renunció a la presidencia del gobierno. El 23 de febrero debía llevarse a cabo la instauración del gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, pero al Congreso ingresó una fuerza golpista de la Guardia Civil encabezada por el teniente coronel Antonio Tejero. El aún mandatario Suárez se encaró con Tejero. En un momento le dijo "¡Cuádrese! ¡Está usted hablando con su presidente!".
Tras la derrota de los golpistas, Calvo Sotelo fue investido como Presidente el 25 de febrero. Suárez siguió siendo diputado, pero nunca más pudo gobernar. Participó en las elecciones de 1982 con una nueva agrupación, el Centro Democrático y Social (CDS), obteniendo sólo dos diputados. En 1986 logró 19 diputados, pero en 1991 Suárez renunció a seguir encabezando el CDS tras un mal desempeño en elecciones locales. En 1994 anunció su retiro de la política. Tenía 62 años.
Quizá España estaba condenada a la democracia tras la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975. Pero Suárez llevó el proceso de manera ejemplar. En julio de 1976 recibió del rey Juan Carlos un país que había vivido cuatro décadas en dictadura. Menos de cinco años después entregó una vibrante democracia.
Secundarias
Tarde pero ahí está. Es la iniciativa de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones. Habrá que estudiar cada una de las enmiendas con cuidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.